Dime lo que escuchas y te diré quién eres

FR con tacto banner

En los últimos años hemos vivido una explosión de servicios de transmisión de música. Servicios que por medio de una renta mensual te permiten escuchar, almacenar y compartir toda la música que quieras, aunque también tienen una opción gratuita que durante la reproducción, intercala publicidad. Esta última opción, a pesar de que molesta a los usuarios por el hecho de escuchar comerciales es, creo, la más utilizada por los usuarios de este tipo de servicios por la sencilla razón de que puedes escuchar música, en cualquier momento y en cualquier lugar.

¿Cuáles son? Existe Spotify, Deezer, Xbox Music, Apple Music, y muchos otros. Todos tienen casi la misma estructura y ofrecen funciones similares. Algunos con mejor catálogo que otros, algunos con mejores algoritmos para detectar los gustos personales, algunos con una interfaz más accesible.

Welcome to Groove Music

Pero todos tienen una misma base: Permitir que el usuario escuche música, siempre. El problema que he visto mucho con la llegada de estos servicios es la proliferación de las listas de reproducción. Los “mix tapes” del siglo XXI, que nos permiten escuchar esas canciones que más nos gustan y que nunca nos vamos a cansar de escuchar. Pero, ¿Por qué digo que es un problema? Porque las listas de reproducción han comenzado a matar poco a poco la sana costumbre de escuchar un disco completo. Lo sé, soy un romántico.

Las listas de reproducción de acuerdo a estados de ánimo, gustos del usuario, momentos del día, días festivos y otros, no permiten escuchar una obra que a un artista le tomó meses (si no es que años) componer, crear y armar, para crear una experiencia completa, que cuenta una historia. Ahora ya no se escuchan discos completos, se escuchan uno o dos sencillos o una lista de reproducción con las mejores canciones de un artista (esto según la plataforma que utilicemos). La música se ha vuelto una experiencia rápida, inmediata, y la frase “¿Cuál es tu disco favorito?”, ha comenzado a desaparecer para darle lugar a “¿Qué canción te gusta más?”.

Y no lo voy a negar, yo también hago listas de reproducción, pero siempre he tenido la costumbre de escuchar un disco con todas sus pistas y luego decido si lo compro completo o por canciones. ¿Qué servicio utilizo? Mi aplicación principal es Xbox Music, que será conocido a partir del 29 de julio de 2015 como Groove. ¿Por qué? Porque puedo escuchar la música en mi PC, en mi Surface, en mi Lumia y en mi Xbox One. La integración es transparente, la música que agregue en un dispositivo la escucho en otro al instante, la sincronización se hace sin complicaciones y la interfaz tiene un diseño bastante sencillo, fácil de navegar. Y las listas de reproducción que llego a hacer son creadas por mí, después de escuchar algunos cuantos discos.

No trato de iniciar un debate sobre cuál servicio de transmisión de música es mejor, cada quien tiene su favorito y el mejor es, a final de cuentas, el que le funcione mejor a cada persona y le permita hacer lo que quiere hacer. Sólo quería reflexionar un poco sobre cómo ha cambiado la forma en la que escuchamos música y cómo la tecnología nos ha ayudado a tener la música más cerca y disfrutarla en cualquier momento, desde cualquier lugar.

¡Groovy!

Austin Powers

Tags: , , , , , , , , ,

Publicaciones Relacionadas