Por: Federico Rodríguez
Nada de malo tiene que prestemos a los niños nuestro teléfono. Pueden pasar horas con su juego favorito y nosotros tendremos un momento de paz. Pero esa paz podría convertirse en pesadilla una vez que comienzan a explorar el teléfono y envían mails por error, borran información importante o peor aún, hacen compras desde nuestro teléfono.
Ya sea que se trate de aplicaciones, compras dentro de la aplicación o compras en línea, en ocasiones los padres no se enteran de esto hasta que revisan el estado de cuenta de su teléfono o llega a su casa un muñeco de acción edición de colección que ellos jamás ordenaron. Es ahí cuando se dan cuenta que sus hijos, al utilizar su teléfono, además de jugar con él también hicieron compras. Y es ahí cuando inicia el largo camino de demostrar que esas compras se hicieron por error para poder recuperar ese dinero.
Nuestro smartphone, además de permitirnos trabajar, divertimos y estar comunicados, también nos debe dar la tranquilidad de que nuestra información – y nuestro dinero – están seguros. Deberíamos poder prestar a nuestros hijos el teléfono sin temor a que naveguen por sitios no adecuados para ellos, que envíen correos por accidente a nuestros colegas de trabajo o que hagan compras sin nuestra autorización.
La disyuntiva es: ¿Les prestamos o no el teléfono? No siempre podemos vigilar en qué parte de nuestro teléfono se meten nuestros hijos y tampoco podemos poner y quitar aplicaciones o quitar el acceso a los datos cada vez que lo vayan a utilizar. Al final del día ellos descubrirán cómo entrar a la página que sea, y nuestro teléfono estará en riesgo, otra vez.
Por fortuna, no todos los usuarios de smartphone tienen que pasar por esto. Los teléfonos con sistema operativo Windows Phone pueden ser utilizados por los niños con la confianza de que no entrarán a páginas no aptas para su edad, enviarán correos por accidente o comprarán aplicaciones o harán compras dentro de ellas, sin la autorización de sus padres.
Windows Phone permite realizar ajustes al teléfono para que los niños puedan divertirse sin que nuestra información, datos y dinero estén en riesgo. Se puede configurar de tal manera que ellos puedan tener sus juegos y aplicaciones favoritas, música y videos, sin que puedan entrar a otras aplicaciones, enviar correos, navegar o hacer compras. El nivel de acceso lo ponemos nosotros.
La configuración, llamada Kid’s Corner (Rincón Infantil) permite agregar las aplicaciones que nosotros queramos y colocarlas en una pantalla de Inicio alterna a la de siempre de nuestro teléfono. Los niños sólo podrán utilizar las aplicaciones que nosotros autoricemos y si intentan entrar a la pantalla de Inicio normal, tendrán que escribir un PIN que nosotros hayamos determinado para bloquearla.
El Rincón Infantil puede ser configurado con colores, aplicaciones y tamaño de mosaicos para que los niños distingan que esa es su pantalla y no la nuestra, y no tienen acceso a ninguna aplicación que nosotros no hayamos autorizado. Así, los niños podrán entretenerse un rato y nosotros tendremos la seguridad de que ni ellos ni nuestra información están en riesgo.
Si quieren saber más sobre Rincón Infantil, cómo configurarlo y qué otros beneficios tiene, aquí encontrarán más información al respecto.
