Por Alejandra González, News Center Latinoamérica
Para Graciana Goicoechandia, profesora en la Escuela Dante Allighieri de Las Flores, ubicada en Provincia de Buenos Aires, la docencia es su vocación; aunque se haya formado inicialmente como profesional en informática; y es precisamente el binomio enseñanza-tecnología lo que la lleva a emprender proyectos que impulsen el aprendizaje de sus alumnos.
Graciana participó en el certamen Global Educator Challenge que se realizó en el evento E2 Educator Exchange 2015, ahí conoció a colegas de otras partes del mundo y también fue una experiencia que se vincula de manera directa con el proyecto que realiza en la escuela para la que colabora, debido a que la tarea fundamental de este consiste en contactar a personas de diversas nacionalidades a través de varias tecnologías, con el fin de comprobar (y hasta refutar) la teoría de los Seis Grados de Separación.
“Les hablé acerca de la teoría de los Seis Grados de Separación, la cual cambia con la incursión de nuevas tecnologías y redes sociales. Así que los alumnos tenían como misión pedir a las personas contactadas que les enviaran una postal (en formato físico) como prueba de que se había establecido dicho contacto”, comenta la docente.
«Utilizar todas las herramientas posibles, ver las problemáticas que hay en cada uno de los países y cómo con estas (herramientas) podemos generar ayuda.»
Graciana Goicoechandia
El objetivo de este proyecto educativo en el que se sugiere el uso activo de la tecnología es que los estudiantes utilicen estas herramientas con responsabilidad y que estén conscientes que al recurrir a ellas, se asegura y comprueba la existencia de un contacto cercano aunque prevalezca la distancia física. Y lo más importante, se brinda un argumento nuevo respecto a la teoría de Seis Grados de Separación.
Los estudiantes de Graciana recurrieron a varias redes sociales y Skype para contactar a las personas, utilizaron Excel para registrar los contactos y elaborar gráficas de los resultados, los cuales se presentaron mediante diapositivas de PowerPoint.
“Llegamos a la conclusión de que estamos a poco más de dos grados de distancia, a lo sumo 3, de estar conectados con personas de cualquier parte del mundo”, dice Graciana Goicoechandia.
La refutación a esta teoría debido a que se reducen los grados por el uso de la tecnología es inevitable, y que inclusive se ve reflejado en el esfuerzo de Graciana por mantener vigente este proyecto al compartir perspectivas con otros de sus colegas latinoamericanos con el fin de que con educación y tecnología se dé el crecimiento de sus comunidades.
“Ir allá, conocer a otros colegas y ver que aprendemos lo mismo a pesar de la distancia, de las religiones, de ver que las circunstancias de vida son distintas es muy gratificante. Utilizar todas las herramientas posibles, ver las problemáticas que hay en cada uno de los países y cómo con estas (herramientas) podemos generar ayuda, algo útil que nos permita sortear esas dificultades que tenemos en nuestras comunidades.”, señala Graciana.
