Por: Karon Weber, directora de talleres de educación.
De manera reciente, mi madre me dio una caja con papeles de mi niñez, y descubrí – preservada entre los recuerdos, cartas y dibujos – una copia de “To The Moon Special Supplement” (18 de julio de 1969) de la revista Time y la sección frontal del New York Times del 20 de julio de 1969. No podía creer que había olvidado esos tesoros.
Los cuatro días antes del alunizaje veía sin parar a los conductores de TV y las explicaciones científicas de sus expertos invitados, además de simulaciones animadas. Como estudiante de secundaria, había hecho lo imposible por absorber y desempacar el vasto número de detalles que se discutía. El primer día quedó claro – este contexto era necesario para interpretar el constante flujo de lecturas, mediciones y comentarios de color en los intercambios entre los astronautas y el Control de Misión en Houston, Texas.
Cada paso del trayecto del astronauta era un riesgo, y para el sábado 20, los exploradores de sillón en todo el mundo estaban exhaustos. En cuatro días, habíamos visto con el aliento contenido el lanzamiento del cohete Saturn V, la separación de los múltiples módulos del Apollo, habían pasado los apagones en las comunicaciones, los astronautas se habían posicionado de manera exitosa en la órbita de la luna y, al final, aterrizaban de manera exitosa en el Mar de la Tranquilidad en la superficie lunar.
La noche de ese domingo, me convertí en una de alrededor de 650 millones de personas alrededor del mundo que observaron la transmisión en vivo de Neil Armstrong y Buzz Aldrin mientras descendían del módulo lunar a la superficie lunar. Cuando la cámara exterior entró en vivo, recuerdo que luchaba por captar cualquier forma humana dentro de la imagen granulada y en blanco y negro, de la transmisión.
Y entonces, ahí estaba, la bota izquierda de Neil Armstrong colgaba de la escalera. En ese momento, me sorprendió la maravilla que observaba. También me di cuenta de que ahora había una posibilidad real de que los humanos pudieran vivir en el espacio.
Conforme nos acercamos al 50 aniversario de la caminata lunar, al 20 aniversario de que los humanos vivan de manera continua a bordo de la Estación Espacial Internacional y el lanzamiento inaugural del programa de tripulación comercial de la NASA, es difícil recordar que no hace mucho varias de esas ideas eran solo ciencia ficción. En ocasiones olvidamos que algunas de nuestras tecnologías que utilizamos a diario como la televisión satelital, las cámaras infrarrojas y la espuma resistente al fuego, fueron desarrolladas por la NASA como una ayuda para la ejecución de estos hitos históricos. La investigación y la exploración siempre han estado al centro del programa espacial. El lanzamiento de la Estación Espacial Internacional estableció un laboratorio en órbita dedicado a estudiar cómo los humanos podrían vivir en el espacio, y prueba tecnologías avanzadas para exploraciones futuras y para entender más sobre la Tierra. A diferencia de mi experiencia hace 50 años, ahora tenemos acceso instantáneo a vistas en vivo de la Tierra, mapas en vivo para seguir la órbita de la estación y, por supuesto, acceso en tiempo real a los astronautas a través de sus canales de redes sociales. Para los estudiantes actuales, la distancia entre el laboratorio de órbita baja y el aula se reduce cada vez más y sus posibilidades de pasar tiempo en el espacio se incrementan.
Para inspirar y motivar a sus estudiantes, Microsoft Educación y la NASA se han asociado para desarrollar ocho nuevos planes de lección para introducir las consideraciones que los astronautas deben tomar en cuenta cuando viven en el espacio. La colección de materiales para escuela primaria y secundaria, alineados con estándares, integra conceptos académicos centrales con experiencias prácticas. Los estudiantes son desafiados a diseñar en 3D, analizar datos, construir sensores, utilizar realidad virtual y trabajar con un módulo de aprendizaje automático e IA a la vez que se involucran en discusiones sobre los desafíos de vivir en el espacio.
En esta colección se incluyen:
- Dos retos de diseño: El proyecto “Astro Socks” pone a los estudiantes a investigar soluciones para reducir el impacto en los pies de los astronautas de trabajar en microgravedad, mientras que el otro pone a los estudiantes a trabajar en 3D para construir sus propios módulos para la Estación Espacial Internacional.
- Una lección que introduce el fenómeno de la micro gravedad que incorpora experimentos prácticos y una experiencia en realidad virtual.
- Cuatro lecciones de recolección y análisis de datos que involucran a sus estudiantes con experimentos prácticos, para probar la ley del gas ideal, medir radiación en nuestro ambiente y examinar las ondas de luz y frecuencias dentro del espectro electromagnético. Utilizarán sensores para capturar datos en vivo y relacionar sus observaciones sobre la vida en el espacio a la suya en la Tierra.
- Una lección que introduce los biomas de la Tierra a través de fotografías tomadas desde el espacio y los reta a explorar las técnicas que emplean los científicos para predecir el cambio climático con IA.
50 años antes, fui testigo de que la posibilidad de vivir en el espacio diera un “salto gigante” para convertirse en realidad. Al mencionar estos tres importantes hitos de la exploración espacial, espero que lleven esta rica colección de materiales educativos a sus aulas para inspirar a nuestra primera generación de viajeros espaciales comerciales.
Diseñar Astro Socks para proteger los pies de los astronautas en la microgravedad
Utilizar materiales de ingeniería para determinar la resistencia al calor
Entender la compresión adiabática y la ley del gas ideal
¿Qué es el espectro electromagnético?
Detectar radiación alfa, beta y gama
Reto de construcción de Minecraft: Diseñar su Estación Espacial
Analizar fotos de astronautas de la Tierra para predecir el cambio climático
Experimentar la micro gravedad al entender la segunda y tercera ley del movimiento de Newton