Por: Juan Lavista Ferres, científico jefe de datos, Microsoft
La biodiversidad de nuestro planeta disminuye de manera rápida. Es probable que hayamos llegado a un punto de inflexión en el que es crucial utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para ayudar a preservar lo que queda. Es por eso que me complace anunciar SPARROW (Solar-Powered Acoustic and Remote Recording Observation Watch), desarrollado por el AI for Good Lab de Microsoft. SPARROW es una solución de computación periférica, impulsada por IA, diseñada para operar de forma autónoma en los rincones más remotos del planeta. Alimentada por energía solar y equipado con sensores avanzados, recopila datos de biodiversidad, de cámaras trampa, monitores acústicos y otros detectores ambientales, que se procesan por medio de nuestros modelos de IA de vida silvestre basados en PyTorch más avanzados en GPU de entorno de bajo consumo. La información crítica resultante se transmite a través de satélites de órbita terrestre baja directo a la nube, lo que permite a los investigadores acceder a información nueva y procesable en tiempo real, sin importar dónde se encuentren.
Piensen en SPARROW como una red de satélites con destino a la Tierra, que observan e informan de manera silenciosa sobre la salud de nuestros ecosistemas sin generar disrupciones en ellos. Al aprovechar la energía solar, estos dispositivos pueden funcionar durante mucho tiempo, lo que minimiza su huella y cualquier daño potencial al medio ambiente.
La crisis de la biodiversidad
En los últimos cincuenta años, hemos sido testigos de una preocupante erosión de la biodiversidad de nuestro planeta. Según el Informe Planeta Vivo de WWF, las poblaciones de especies de vertebrados monitoreadas han disminuido en un promedio de casi el 70% desde 1970, y algunas especies han desaparecido por completo o están al borde de la extinción. Esto no es solo una estadística; es un duro recordatorio de que el mundo que compartimos con innumerables otras formas de vida se encuentra en un punto de inflexión crítico.
Sin embargo, incluso frente a esta crisis, hay historias de esperanza, colaboración y resiliencia renovada. El repunte de especies como el rinoceronte blanco austral, el lince ibérico o el gorila de montaña demuestra que cuando las personas nos unimos, podemos cambiar la trayectoria. La comunidad mundial puede y debe trabajar unida para restaurar y proteger el mundo natural.
Un elemento crítico de este trabajo es la medición, es decir, la comprensión de si los esfuerzos logran el impacto deseado. No se puede mejorar lo que no se puede medir. Para restaurar hábitats, salvaguardar especies en peligro de extinción y garantizar la biodiversidad a largo plazo, primero debemos obtener información precisa sobre nuestro entorno y las criaturas que lo habitan. Es por eso que, durante décadas, los investigadores han recurrido a la tecnología, incluidas las cámaras trampa y los sensores acústicos, para recopilar datos sobre las poblaciones de vida silvestre y la salud del ecosistema.
En el Laboratorio de IA for Good de Microsoft, nos hemos enorgullecido de apoyar estos esfuerzos desde el principio. Iniciativas como el MegaDetector y Pytorch Wildlife han proporcionado potentes modelos de IA que ayudan a los científicos a analizar con rapidez las grandes cantidades de datos que recopilan. En la actualidad, más de 18 mil investigadores y organizaciones de todo el mundo confían en estas herramientas para supervisar las especies y los paisajes. Nuestro proyecto más reciente, con nombre en clave com/bioacoustics/">Guacamaya—se ha implementado en asociación con organizaciones como el Instituto Humboldt y el Instituto SINCHI en la Amazonía, donde ayuda a rastrear la biodiversidad y la salud general de la selva amazónica en tiempo real.
Sin embargo, todos estos avances en IA y análisis dependen de un único y desalentador desafío: la recopilación de datos. Hoy en día, muchos proyectos de biodiversidad dependen de cámaras trampa y conjuntos de sensores que deben recuperarse de manera física, a menudo desde lugares remotos y de difícil acceso. En muchos casos, estos ambientes son tan remotos —en lo profundo de las selvas tropicales, en sabanas azotadas por el viento o en escarpadas cadenas montañosas— que la presencia humana es rara, si no imposible. Es irónico que estos son justo los lugares donde más necesitamos información en tiempo real para comprender los ecosistemas en riesgo.
SPARROW: Un punto de inflexión para el monitoreo de la biodiversidad
Al reconocer este desafío, nos propusimos crear SPARROW. Esta solución, la primera de su tipo, redefine cómo se recopilan los datos de biodiversidad. Con la conectividad satelital LEO, SPARROW puede transmitir datos desde algunas de las regiones más aisladas del planeta directo a la nube.
Lo que en verdad distingue a SPARROW es su compromiso con la apertura. Todos los aspectos de SPARROW, desde sus planes de software y hardware hasta sus diseños imprimibles en 3D, serán de código abierto. Este enfoque permite a los equipos de investigación, las ONG y los científicos ciudadanos construir, desplegar y adaptar sus propios dispositivos SPARROW. Al fomentar una comunidad global de innovadores, esperamos acelerar el progreso en la investigación y conservación de la biodiversidad.
El camino por delante
Durante los próximos tres meses, desplegaremos varios dispositivos SPARROW en sitios de campo en América del Norte y del Sur, incluida Colombia, como parte del Proyecto Guacamaya. Para el segundo trimestre de 2025, nuestro objetivo es perfeccionar la solución y garantizar su fiabilidad, momento en el que pondremos a disposición del público todos los planes, diseños y código. Para finales de 2025, nuestro objetivo es tener dispositivos SPARROW operativos en todos los continentes, sirviendo como nodos críticos en la red mundial de conservación.
Está claro que la próxima fase de la protección de la biodiversidad exige tanto innovación como cooperación a escala planetaria. Con SPARROW, esperamos ayudar a los investigadores a medir nuestro mundo con mayor precisión, intervenir de manera más efectiva y, en última instancia, preservar la increíble red de vida que nos sustenta a todos. Esperamos asociarnos con conservacionistas, gobiernos y otras partes interesadas para convertir esta visión en realidad.
Porque cuando empoderamos a los científicos del mundo con las herramientas adecuadas, damos un paso crítico para salvaguardar la riqueza y la diversidad de la vida en la Tierra para las generaciones venideras.