Cecily Morrison, de Microsoft, recibe la MBE por sus servicios en el diseño inclusivo

Cecily Morrison, investigadora en el laboratorio de investigación de Microsoft en Cambridge, Reino UnidoCecily Morrison, investigadora principal del Laboratorio de Investigación de Microsoft en Cambridge, ha sido galardonada con una MBE (Miembro de la Orden del Imperio Británico) en la Lista de Honores de Cumpleaños de la Reina.

Con 39 años, y que en la actualidad trabaja en un proyecto que utiliza tecnología para ayudar a las personas con baja visión a entender quién está a su alrededor, ha sido reconocida por su labor en diseño inclusivo.

El News Center de Reino Unido se sentó con Cecily para entender más sobre su trabajo y la MBE.

Nombre: Cecily Morrison

Puesto: Investigadora principal

Edad: 39

Residencia: Cambridge, Reino Unido

Familia: Pareja y dos hijos

Mascotas: No

Pasatiempos: Música y bailar

Cuéntanos sobre tu puesto actual

Soy investigadora, así que una de las cosas emocionantes que puedo hacer es imaginar el futuro y la manera en que la tecnología puede habilitar y apoyar ese futuro. He trabajado en Project Tokyo, que busca imaginar cómo se vería el mundo si tuviéramos agentes de asistencia [tecnología que puede tomar decisiones o desarrollar tareas con base en su entorno]. Hemos trabajado en esto a partir de un punto de vista de experiencia humana (¿Es una buena experiencia?) pero también desde el punto de vista del aprendizaje automático  (¿Cómo desarrollamos las tecnologías centrales que harán que esto suceda y hacer que suceda en una manera que haga sentir a los usuarios que extienden sus propias capacidades en lugar de sentir que la tecnología es la que dirige lo que hacen?).

Cuéntanos sobre la MBE

LA MBE es por servicios en el diseño inclusivo, que es donde pensamos en cómo podemos diseñar tecnología para cada uno de nosotros. Esto significa que sin importar nuestras habilidades, podemos utilizar la tecnología en formas que son apropiadas para nosotros.

Recibí un mensaje en mi teléfono de parte de la Oficina del Gabinete, donde me decían que les llamara de vuelta y pensé que era una broma. Por supuesto, los llamé, y me di cuenta que no lo era. Creo que lo primero que vino a mi mente fueron los increíbles colegas que han trabajado conmigo para tomar algunas de las ideas que hemos tenido e integrarlas en tecnologías que han habilitado a las personas dentro de la comunidad de la ceguera y la baja visión. La segunda cosa que pensé fue toda la gente que ha apoyado a mi familia y ha cuidado a mis hijos para que pueda tener el privilegio de ir a un trabajo tan increíble.

¿Qué significa para ti ser reconocida con la MBE?

Lo que es emocionante para mi es el reconocimiento de lo importante que es para el mundo el diseño inclusivo. El reconocimiento de que la inclusión no es algo “que sería bueno tener”, sino algo que “se debe tener”. Se trata de algo que hace posible para todos dar sus talentos a nuestra sociedad. Como alguien que tiene a un hijo con ceguera, a diario se me recuerda cómo el diseño inclusivo ayuda a muchas personas a participar en la sociedad y mostrar sus talentos.

¿Por qué te apasiona tanto la accesibilidad?

La accesibilidad, y la inclusión a nivel más general, es cómo ayudamos a todos a que contribuyan a la sociedad con sus talentos. Como tecnólogos, podemos hacer esto realidad. Cuando pensamos sobre diseño inclusivo y sobre discapacidad de manera más general, no vemos el cuerpo físico o las habilidades cognitivas de alguien como diferentes. Es un desajuste entre las habilidades que tienen y la manera en que está configurado el entorno en que se encuentran. Si todos fuéramos ciegos, nuestro entorno sería muy diferente. Como tecnólogos, mi equipo y yo podemos tomar decisiones sobre cómo minimizamos la discrepancia entre las habilidades que una persona podría tener y las formas en que trabaja la tecnología. Podemos elegir incluir o excluir, cuando lo ves de este modo, la opción es obvia.

¿Cuáles han sido algunos de tus puestos y trabajos previos?

Algo que es interesante es que no estudié tecnología, pero hice muchas matemáticas cuando era joven.

Me di cuenta que mi real pasión era por las personas y lo que podemos hacer por ellas, así que terminé por estudiar antropología, que es sobre entender cómo funciona nuestro sistema social y cultural.

Luego me fui becada a Hungría para entender la manera en que la música estructuraba una cultura con un importante pasado política. Comencé a enseñar codificación y robótica a niños de una escuela local. Mientras estaba ahí, me di cuenta de que era la forma en que la tecnología estaba construida la que informa las maneras en que los niños reaccionan a ella. El diseño de la tecnología es crítico para las interacciones de las personas. Esto me llevó a un camino para estudiar tecnología y pensar cómo podía participar en dar forma a las tecnologías que son utilizadas en diferentes sociedades y culturas.

Completé un doctorado en la Universidad de Cambridge, luego trabajé en un proyecto de investigación conjunta entre la Universidad de Cambridge y el NHS, para buscar cómo las tecnologías que ponemos en los hospitales permiten trabajar juntos a los equipos médicos.

A partir de ahí, me uní a Microsoft, que empleaba a personas que pensaban, y todavía lo hacen, sobre la siguiente generación de tecnologías que van a habilitar a los equipos médicos. Luego tuve un hijo, que nació ciego, y ese fue el inicio de otra nueva jornada para mí. Creo que mi trabajo con la visión de cómputo y el compromiso con la comunidad de la ceguera me ayudó a entender algunas de las necesidades de esa comunidad y dónde la tecnología podría ser utilizada de manera efectiva.

Nuestro primer proyecto en este espacio fue Project Torino: un lenguaje de programación física para niños de entre 7 y 11 que enseña a los niños codificación y pensamiento computacional, sin importar su nivel de visión. Comenzamos con involucrar a jóvenes estudiantes ciegos en la comunidad, aquí en Cambridge, y nos dimos cuenta que si iban a diseñar tecnologías, entonces necesitaban aprender a codificar. Eso me hizo pensar lo que podía ofrecer. Project Torino fue lanzado en 2019 bajo el nombre Code Jumper.

Luego fuimos invitados por otros investigadores en el laboratorio de Cambridge para ver cómo podíamos añadir visión computacional a agentes como los de IA controlados por voz. ¿Cómo se vería eso? Pronto estuvo muy claro que mucha gente con ceguera y baja visión eran de los primeros en adoptar este tipo de tecnología, y venían con sus propias ideas. Así que, arrancamos Project Tokyo, que buscaba cómo construir y desplegar agentes de asistencia para personas con ceguera o baja visión.

Cecilia Morrison sentada en una oficina mientras observa un dispositivo HoloLens

¿Cuáles son tus metas en Microsoft?

Microsoft se encuentra en una posición única de impulsar la accesibilidad y la inclusión. Primero, está comprometido de manera increíble con la accesibilidad y la inclusión: desde la parte más alta de la compañía, hasta los equipos que construyen la tecnología. Como empresa, pienso que Microsoft está en una posición única de explorar la siguiente ola de tecnología de accesibilidad y de garantizar que tiene un impacto sostenido y generalizado en todo el mundo. A medida que avanzamos hacia pensar sobre lugares de trabajo y agentes accesibles, quisiera ser parte de esos equipos que van a hacer realidad esos productos.

¿Cuál es la parte más difícil de tu trabajo?

Algo que es emocionante pero también es bastante difícil es que mi equipo y yo trabajamos con tecnología emergente, para tratar de descubrir las experiencias que podrían habilitar un futuro positivo. Esa es una jornada bastante incierta y difícil, ya que tratamos de asegurar que tomamos las decisiones correctas sobre qué tecnologías hacer y cómo podrían integrarse a nuestra sociedad. Es desafiante pero muy interesante.

¿Qué es lo mejor de tu trabajo?

Los colegas que tengo, y la oportunidad que tenemos de pensar sobre nuestro mundo futuro: hacia dónde va y cómo se integra la tecnología.

¿Qué es lo que te inspira?

Mi inspira cómo la gente ordinaria consigue cosas extraordinarias sólo con enfrentar la adversidad en su vida diaria. Veo cómo avanzan cada día, para superar sus desafíos. Me hace sonreír y pensar que yo también puedo hacerlo.

¿Cuál es la primera pieza de tecnología que recuerdas que te haya emocionado?

Me emociona mucho lo que la tecnología puede permitir, en lugar de la tecnología por sí misma. Así que, para mí, la primera experiencia de tecnología en verdad habilitadora fue Skype. Vivía en una villa en Hungría y Skype me permitía ver a mi familia.

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