Cómo empecé mi camino como desarrollador de aplicaciones

Por: Equipo de Windows Developer.

Un hombre con camisa azul posa para la cámaraDaniel Paulino creó su primera aplicación para Windows cuando se encontraba en una encrucijada profesional: ¿Era tan bueno como para tener una carrera exitosa como desarrollador? No estaba seguro, pero Daniel también supo que necesitaba una aplicación con temporizador que se conectara a su banda de entrenamiento. “En ese momento, ninguna aplicación hacía eso. Tenía esta curiosidad que me llevó de vuelta a crear aplicaciones”, comentó Daniel.

La curiosidad de Daniel le ha servido bien. Hoy en día, es el creador de múltiples aplicaciones para Windows, incluidas Pillbox, Nightingale y Ambie. También es ingeniero de software en el equipo de aplicaciones de Windows, y es seguro decir que Daniel es un fanático de los dispositivos y herramientas Microsoft. “He estado por ahí, pero siempre regreso a Visual Studio, .NET y WinUI. Soy adicto al avanzado conjunto de herramientas de Microsoft. Me impulsa a tomar lo que hay en mi cabeza y ponerlo en una aplicación”.

Al observar las muchas aplicaciones que Daniel ha lanzado en los últimos cinco años, sería fácil concluir que su trayectoria profesional ha sido sencilla, pero desde la perspectiva de Daniel, convertirse en desarrollador fue algo más indirecto: vino de seguir sus pasiones.

De un pasatiempo a una carrera

Ya estaba en la universidad antes de considerar el desarrollo de software como una carrera. Al crecer, Daniel pasó mucho tiempo en hospitales, para ver a los doctores investigar los problemas médicos de él y de su madre. Quedó fascinado por la curiosidad de los médicos y por cómo trabajaban desde el interrogatorio y el descubrimiento para entender las causas de raíz de la enfermedad.

Este interés hizo que Daniel planeara estudiar biología molecular en la Universidad Simon Fraser en Vancouver, hasta que tuvo que tomar un curso de Python. Daniel siempre se había sentido atraído por las computadoras, a pesar de que su familia no podía permitirse comprar una nueva. Por necesidad, Daniel se convirtió en el experto de la familia para la optimización del sistema operativo; incluso había limpiado el registro del sistema operativo (OS, por sus siglas en inglés) de Windows en una PC vieja hasta que funcionó tan bien como los nuevos dispositivos que tenían sus amigos.

A pesar de su pasión por la tecnología, Daniel nunca creyó que su pasatiempo pudiera convertirse en una carrera, hasta ese curso de Python, y después de que un orador invitado en su universidad le preguntara si había oído hablar de Bioinformática. Ese momento cambió el resto de su carrera: la escuela de Daniel ofreció un programa grande conjunto que fusionó sus pasiones por la medicina y la inmunología, y su creciente amor por las ciencias de la computación. Este descubrimiento abrió un mundo nuevo.

Resolución de problemas del mundo real

Al mirar hacia atrás en sus experiencias escolares, Daniel se apresura a recomendar a los nuevos desarrolladores que construyan herramientas que resuelvan problemas del mundo real. Él tuvo un momento revelador en su primer trabajo en bioinformática cuando su jefe le sugirió que construyera la primera herramienta C++ que cerró de manera eficiente las brechas en el genoma humano. La experiencia dejó una huella imborrable: quedó impresionado por el impacto que podría tener su trabajo.

Después de esta experiencia, Daniel se postuló y fue aceptado para una pasantía en ingeniería de software en Microsoft Garage. Fue su primer papel exclusivo como desarrollador. Él y los otros cuatro pasantes en su equipo tuvieron cuatro meses para crear su producto, una aplicación para Windows Phone, de principio a fin. Si bien aprendió mucho sobre colaboración, la principal lección de Daniel fue reconocer cuánto necesitaba crecer. Él recuerda que “fue una experiencia aleccionadora. No era tan bueno en ese entonces y eso fue difícil de aceptar”. Daniel incluso consideró la posibilidad de eliminar las ciencias de la computación de su carrera.

Aunque no estaba seguro sobre qué dirección tomar, Daniel recurrió al desarrollo de aplicaciones para resolver problemas reales. “Fue esta pasión y curiosidad lo que reavivó mi interés en el software. No me detuve de manera activa para dejarlo, pero me dejé sentir curiosidad por ello”.

Aplicaciones de Windows de Daniel: Pillbox, Nightingale y Ambie
Aplicaciones de Windows de Daniel: Pillbox, Nightingale y Ambie

Impulsar a las personas con aplicaciones

El logro que más orgullo le trajo a Daniel provino de una de las aplicaciones que construyó durante este tiempo, Pillbox. La aplicación da seguimiento al horario de medicación del usuario y les recuerda cuándo deben tomar sus pastillas. La construyó para ayudar a su madre a realizar un seguimiento de su amplia variedad de medicamentos.

El desafío del mundo real de su madre resultó ser el lugar perfecto para que Daniel pusiera a trabajar sus habilidades para el desarrollo de aplicaciones. Estaba ansioso por ayudar a su madre, y emocionado de aprender sobre bases de datos y notificaciones, dos partes integrales de la aplicación. La madre de Daniel también actuó como su parte interesada, ayudándolo a hacer que la aplicación fuera más fácil de usar cuando ella solicitaba nuevas funciones.

Desarrollar Pillbox dio forma a la manera en que Daniel piensa sobre el desarrollo: no sólo había aprendido cómo trabajar con una parte interesada, también pudo ver el impacto que la tecnología tenía en su madre. Aunque ella estaba lejos de ser una entusiasta de la tecnología, podía cargar toda su información en la aplicación, mantenerla actualizada y compartirla de manera sencilla con su médico.

Lo que más se quedó con Daniel fue cómo pudo impulsar a su madre. Él dice que llegó un momento decisivo cuando, “un día fuimos a la sala de emergencias y la enfermera preguntó si mi madre tomaba algún medicamento. Cuando ella les mostró la aplicación, la enfermera estaba muy emocionada y preguntó de dónde la había sacado. Mi madre pudo decir: ‘Mi hijo la hizo para mí’”.

Daniel con su madre en su graduación de la Universidad Simon Fraser.
Daniel con su madre en su graduación de la Universidad Simon Fraser.

Daniel recomienda este tipo de resolución de problemas del mundo real. “Sean curiosos. Construyan software que impulse a las personas. Eso les enseñará mucho sobre ustedes”.

Buscar oportunidades de crecimiento

Daniel continuó con el desarrollo de aplicaciones para Windows después de graduarse de la universidad, al mismo tiempo que inició un trabajo de tiempo completo en el desarrollo de herramientas bioinformáticas. Sus habilidades de desarrollo y su entusiasmo por el desarrollo de software crecieron más rápido que nunca, gracias a este ciclo de desarrollo tanto en el trabajo como en el hogar. Con el tiempo, alcanzó un límite de aprendizaje y Daniel se dio cuenta que necesitaba enfocarse en exclusiva en el desarrollo como carrera.

Credencial de trabajoPara cualquiera que busque hacer un cambio similar, comenta Daniel, “Manténganse en contacto con su red. A largo plazo, esto puede abrir nuevas oportunidades cuando sea el momento. El solo hecho de aprender de su red también les ayuda a crecer”.

Al final, Daniel terminó con un trabajo en Microsoft, como ingeniero de software. Si bien muchos de sus amigos asumieron que trabajar en Microsoft sería el final de sus esfuerzos de desarrollo fuera del horario laboral, convertirse en desarrollador de tiempo completo hizo que Daniel se entusiasmara aún más con el desarrollo. “Codificaba en el tren y en el autobús. El proceso de codificar en el trabajo, y luego codificar en casa, duplicó mi velocidad de aprendizaje”, comentó Daniel. Las habilidades que aprendía en el trabajo hicieron que las aplicaciones que desarrollaba en casa fueran mucho mejores. A su vez, esa práctica lo hizo mejor en el trabajo.

Seguir su curiosidad hoy

A lo largo de su carrera, Daniel vuelve a regresar para impulsar a otros. “Cuando descubrí el software, me di cuente de que era creativo. Mi salida era el código”, comentó. Una vez que tuvo esta salida, quería usarla para ayudar a otras personas.

En medio de la pandemia, Daniel creó Ambie, una aplicación de ruido blanco diseñada para ayudarles a concentrarse, dormir o meditar. “Lo que me impulsa es canalizar mi creatividad para ayudar a alguien, ya sea para hacer algo con Nightingale o ayudarles a mejorar su salud”, comentó Daniel.

“Los desarrolladores tienen una oportunidad única de construir algo en su apartamento que puede afectar a muchas personas en todo el mundo. Sólo quiero continuar con mi crecimiento y ayudar a más y más personas de esa manera”.

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