Cómo las ciudades inteligentes ponen primero a las personas en el mundo urbano

Vista aérea de Shanghai, China

Por: Sue Wilkinson, líder de estrategia de negocios para ciudades inteligentes.

Las Naciones Unidas (ONU) estiman que para 2050, 68 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades. La rápida urbanización presenta serios desafíos a las municipalidades alrededor del mundo, como incrementos en la congestión y en la contaminación del aire.

Las ciudades necesitan ser resistentes – para sobrevivir, adaptarse, y crecer, también necesitan ser excelentes lugares para vivir. Las ciudades inteligentes lideran el camino en esta transformación al pasar de la manera del siglo XIX de diseñar las ciudades alrededor de los automóviles a rediseñarlas con la gente en la mente – la tecnología puede ayudar en maneras que antes no eran posibles.

Encontrar nuevas maneras de conectar con e involucrar residentes

Participar en el gobierno local es importante para todos los residentes de las ciudades, pero las reuniones tradicionales del ayuntamiento no son accesibles para todos. Sin embargo, las ciudades inteligentes ahora conectan a los ayuntamientos a través de redes sociales o quioscos en áreas remotas.

Al mismo tiempo, las ciudades inteligentes modernizan sus servicios y la infraestructura que los entrega. Agua, energía, y otros servicios públicos necesitan una regulación cuidadosa, y la tecnología de Internet de las Cosas (IoT) ayuda a las ciudades a gestionarlos de una manera sustentable y económica. Las ciudades incluso utilizan estas innovaciones para colaborar entre departamentos. En Denver, los sensores de calidad del aire fuera de las escuelas miden los niveles de contaminación en diferentes áreas. Los trabajadores de la ciudad combinan esta información con datos del tráfico para construir una imagen completa de cómo afecta a la calidad del aire el flujo de automóviles.

Conectarse e involucrarse con los residentes también significa hacer más visibles y accesibles para todos a los servicios públicos. Los municipios en Estados Unidos como Lafayette, Luisiana, han introducido portales de servicios municipales que no son para emergencia que permiten a los residentes recibir actualizaciones en tiempo real sobre saneamiento, delincuencia, presupuestos de la ciudad, y más.

Caso de estudio de infraestructura inteligente: Houston, Texas, Estados Unidos

Houston pasa por una impresionante transformación de ciudad inteligente. La ciudad comenzó a trabajar con Microsoft en 2018 para modernizar su infraestructura, y sus muchas iniciativas en curso incluyen:

  • Medidores inteligentes de agua. Alrededor del 60 por ciento de los 500 mil clientes de agua de la ciudad cuentan con medidores inteligentes, los cuales reúnen datos sobre uso de agua cada 15 minutos. En el futuro, esta tecnología dará a los clientes alertas de fugas y consejos de conservación en tiempo real.
  • Filtración proactiva de aire en carretera. Los puentes a lo largo del principal paso elevado de la ciudad están equipados con monitores de calidad del aire y tecnología de filtrado de aire, los cuales detectan y limpian la contaminación para prevenir que esta afecte a los vecinos cercanos.
  • Análisis del sentimiento de la comunidad. Houston utiliza tecnología Zencity para analizar datos de redes sociales e internet, identificar temas de tendencia y entender las opiniones de los residentes sobre la ciudad.

Encontrar soluciones inteligentes a problemas de tránsito

El tránsito es un gran desafío para las ciudades actuales, y es un problema que siempre cambia. Hace unos años, alrededor del 30 por ciento del tránsito dentro de la ciudad era atribuido a los conductores que buscaban estacionamiento. Hoy, los servicios de viaje compartido junto con la creciente popularidad de servicios de entrega de un día, podrían ser contribuyentes al incremento en el tránsito. Hay una cantidad de ciudades que solicitan estudios para ver el impacto de este tipo de servicios. Es un desafío para las ciudades – por un lado, quieren traer nuevos servicios a sus residentes, pero no tienen plena consciencia de su impacto hasta más adelante.

Las ciudades inteligentes intentan hacer frente a las congestiones de tránsito de diferentes maneras, incluidas cobrar tarifas de congestión o introducir sistemas electrónicos de precios a las carreteras, que son peajes inteligentes que varían de acuerdo con el tráfico. Otras ciudades utilizan tecnología como cámaras de seguridad y autos inteligentes para reunir datos de flujo de tránsito.

Hacer de la movilidad una prioridad para los residentes

Las ciudades inteligentes también ayudan a los residentes a moverse al ofrecer servicios inteligentes de transporte que se adaptan a sus necesidades, como optimización de ruta. Estos servicios mapean rutas específicas para residentes individuales, para ayudarles a llegar a su destino de manera rápida y están informados por datos en tiempo real para ayudar a los residentes a evitar retrasos como atascos en el tránsito.

La creciente evidencia sugiere que estos sistemas inviten a los residentes a utilizar otros modos de transporte aparte del automóvil. Para las ciudades en crecimiento, esto puede ayudar a reducir la “batalla por la acera” en la que los autos compiten por estacionamiento o por dejar a las personas. Sin embargo, el desafío para las ciudades es garantizar que estos sistemas inteligentes de transportación sean seguros y manejables después de su implementación. Esto se facilita por la tecnología de gemelo digital, en la cual las ciudades simulan y prueban de manera virtual nuevos sistemas antes de implementarlos.

Caso de estudio de transporte inteligente: Auckland, Nueva Zelanda

La ciudad costera de Auckland es hogar de 1.6 millones de personas, y atrae nuevos residentes a sus costas de manera rápida. Gracias a su envidiable calidad de vida y fuerte economía, la ciudad espera que se duplique su población en los siguientes 25 años. Esto presenta muchos retos de transportación para Auckland, en particular debido a que sus estrechos territorio limita la distancia a la que se pueden expandir sus caminos.

Para hacer frente a estos problemas, Auckland creó una nueva estrategia digital para ayudar a los residentes a desplazarse. Al utilizar plataformas de nube de Microsoft, la ciudad reúne datos sobre movimiento del tránsito y condiciones del clima. Esta información es luego utilizada para informar a los viajeros sobre rutas de viaje y ayudar a planificar el desarrollo de infraestructura de transporte.

La ciudad también implementó un rango de tecnologías de transporte inteligente, incluidas luces de tránsito que reaccionan a datos en tiempo real. Los sensores de Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) en autobuses y los sensores localizados en puntos calve a través de caminos e intersecciones monitorean el flujo de automóviles en diferentes áreas. El sistema calcula cuándo las rutas están abarrotadas y ajusta los tiempos de espera en intersecciones para prevenir atascos de tránsito.

Los reportes indican que la estrategia digital de la ciudad tiene un efecto real. Los conductores encuentran lugares de estacionamiento de manera más fácil, los ciudadanos utilizan más los servicios de tren, y los tiempos de espera para transporte público se han reducido de manera significativa.

Siguientes pasos

Con el cambio continuo hacia una rápida urbanización, las ciudades inteligentes ponen en la actualidad un ejemplo para el resto del mundo, y la gente ha comenzado a notarlo. En un reporte de octubre de 2018, IDC FutureScape predice que “La inversión en casos de uso de ciudad inteligente llegará a $158 mil millones de dólares para 2022, con el crecimiento general más rápido en América y el mayor gasto en vigilancia visual fija y en transporte público”.

Conforme madura la tecnología en estas iniciativas, una cosa es cierta – las ciudades del futuro pondrán a la gente primero.

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