La producción y exportación de frutos cítricos frescos es una carrera contra el cronómetro. Los limones, naranjas, mandarinas y pomelos extraídos de los árboles tienen tiempos de duración muy exigentes. Una vez cosechados se clasifican, de forma manual y electrónica, por su color, tamaño y calidad. Al embalarlos, deben llegar a los mercados globales en el tiempo preciso.
La compañía San Miguel se fundó hace más de 60 años para atender la demanda de cítricos frescos en Tucumán, Argentina. Hoy comercializa en todo el mundo un amplio portafolio de frutos frescos y procesados de alto valor agregado. A su sede en Argentina, sumó extensas fincas y operaciones en Uruguay y Sudáfrica. San Miguel atiende a más de 200 grandes clientes en 50 países del mundo desde el Hemisferio Sur (Argentina, Uruguay, Sudáfrica). Este año además comienza a incorporar fruta desde Bolivia, Perú y Egipto. En sus instalaciones procesa el 22% del limón de Argentina y el 12% del mundo. A diario, empaca 1.900 toneladas de fruta cítrica y 2.500 toneladas de fruta procesada.
El objetivo actual de San Miguel es afianzar su posición de liderazgo global y prepararse para crecer ante las demandas de esos mercados. Para alcanzarlo, escogió como eje principal el uso de herramientas tecnológicas. La empresa seleccionó la nube de Microsoft para mejorar la flexibilidad y la velocidad de sus operaciones en un entorno confiable y escalable. El primer paso fue la migración de los servidores de correo electrónico de Exchange, localizados en sus sedes globales, a Office 365. Esta decisión buscaba optimizar los procesos de comunicación e interacción de los equipos de trabajo.
“Estar conectados a la nube fue el primer beneficio. Por un lado solucionamos los inconvenientes de accesibilidad que teníamos, y también las interrupciones del servicio de correo dejaron de ser un problema”, indicó Eduardo Martínez, Gerente de Sistemas, Procesos y Tecnología de San Miguel.
Office 365 potenció la colaboración de los empleados, quienes adoptaron el uso de Skype for Business para la mensajería instantánea y telefonía dentro de San Miguel.
La siguiente fase implementada por la compañía fue la migración hacia la nube empresarial de Azure: eliminó los centros de datos ubicados en sus oficinas de Argentina, Uruguay y Sudáfrica.
La concentración de los servicios de tecnología impactó de manera positiva, en la disponibilidad, velocidad y despliegue de las nuevas soluciones utilizadas por la empresa para su funcionamiento y para desarrollar entornos de preproducción y producción para nuevos proyectos. En la actualidad, San Miguel cuenta con máquinas virtuales en Azure para respaldo, desarrollo y prueba de nuevos productos y para correr parte de su solución ERP de SAP, que utiliza para integrar la información de las distintas funciones del negocio.
«Azure nos permite contar con la agilidad suficiente para poder reaccionar ante cualquier novedad, conectarnos desde todas las locaciones en las que operamos, y tener flexibilidad y escalabilidad en los picos de producción”, aseveró Martínez.
San Miguel proyecta, a través de Azure, avanzar hacia el Internet de las Cosas. Y para ello colocaría un dispositivo en los recipientes utilizados para recolectar las frutas. Así, podría lograr un registro inmediato de la producción, analizar los flujos de información y, mediante Aprendizaje Automático, prever tendencias y mejorar la productividad.