Por: Jean-Philippe Courtois, vicepresidente ejecutivo y presidente de ventas, mercadotecnia y operaciones globales en Microsoft.
Imaginen ¿Qué significaría si las comunidades que carecen de acceso a agua potable para beber tuvieran una manera simple y asequible de probar su suministro de agua para el cólera, una enfermedad transmitida a través del agua que afecta a 4 millones de personas y causa un estimado de 143 mil muertes cada año? ¿O si pudiéramos remover botellas, bolsas y microfibras de plástico de las vías fluviales costeras alrededor del mundo? ¿Y qué pasaría si hubiera una manera de conectar a la creciente comunidad africana de jóvenes científicos de datos con organizaciones que tienen valiosos conjuntos de datos pero que carecen de la experiencia para descubrir nueva información de valor que los datos podrían brindar?
Ya sea a través de salvar vidas, proteger el entorno marino o enfocar el talento de expertos emergentes en aprendizaje automático en problemas locales en África, cada uno marcaría un importante paso adelante para hacer frente a los desafíos más apremiantes del mundo.
La buena noticia es que en la actualidad, este trabajo ha comenzado a suceder. Sucede en startups que crean nuevos negocios, basados en poderosas tecnologías y diseñados para hacer del mundo un lugar mejor. Un sistema de detección de cólera basado en smartphone desarrollado por OmniVis ya ha comenzado a probarse en estudios de campo en Bangladesh y en otros lugares. Más de 800 dispositivos de eliminación de basura desplegados por Seabin Project han recolectado más de medio millón de toneladas de basura marina, la mayoría de la cual está compuesta por micro plásticos. Y más de 10 mil científicos de datos se han registrado para la plataforma web Zindi, que ha realizado docenas de competiciones que han generado valiosas soluciones de inteligencia artificial (IA) para compañías, organizaciones no lucrativas y de gobierno, a través de África y alrededor del mundo.
Esto es tan solo el inicio. Alrededor del mundo, innovadores y emprendedores han comenzado a encontrar nuevas maneras de aprovechar la tecnología para impulsar empresas sociales dirigidas por un propósito que midan el éxito no sólo por los ingresos que generan, sino por el bien que hacen. En Microsoft, nos sentimos muy inspirados por el compromiso de estos emprendedores sociales, que enfocan su pasión para generar un cambio positivo en mejorar la salud del ser humano y el medio ambiente, hacer progresar la equidad social y económica, y mucho más.
Pero estos son problemas enormes y complicados, y demasiado grandes para que cualquier organización sea capaz de aspirar a resolverlos por su cuenta. Así que para impulsar a los emprendedores sociales, Microsoft lanza un nuevo programa de Global Social Entrepreneurship para ofrecer a las startups calificadas acceso a tecnología, educación, clientes y subvenciones.
Nuestra iniciativa global está diseñada para ayudar a las startups de empresa social a construir y escalar sus compañías para hacer el bien a nivel global. El programa está disponible en 140 países y buscará de manera activa apoyar a los fundadores subrepresentados con diversas perspectivas y antecedentes. Los criterios para calificar para el programa incluyen una métrica de negocios que mide el impacto en un desafío social o ambiental; un producto o servicio establecido que se beneficiará del acceso a clientes empresariales; y un compromiso al uso responsable y ético de IA.
En Microsoft, creemos en brindar las bases para ayudar a los emprendedores sociales a crear compañías que puedan conseguir un impacto mundial. Las empresas sociales que se vuelvan parte del programa Global Social Entrepreneurship recibirán acceso a tecnologías gratuitas de nube de Microsoft, incluidos hasta $120 mil dólares en créditos de Azure, junto con soporte técnico y orientación. Un gerente de programa dedicado ayudará a las startups de Global Social Entrepreneurship a comercializar y vender soluciones y a conectar con grandes organizaciones comerciales y no gubernamentales que son clientes potenciales. Los participantes enfocados en sustentabilidad, accesibilidad, y habilidades y empleabilidad también serán elegibles para las subvenciones. Y las empresas sociales que se unan al programa Global Social Entrepreneurship serán parte de una comunidad mundial de innovadores afines que se reúnen para compartir ideas, fomentar conexiones y celebrar el éxito.
Para ayudarnos a identificar a prometedores emprendedores sociales de todo el mundo que persiguen innovadoras soluciones basadas en tecnología que pueden tener un impacto transformador, estamos emocionados por trabajar con organizaciones como MIT Solve. Solve, un mercado para la innovación de impacto social en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), apoya en la actualidad a más de 130 equipos de emprendedores sociales – de los cuales, más de la mitad son liderados por mujeres – de 36 países. Con su alcance y reputación globales, Solve se asegurará que reclutemos a talentosos emprendedores sociales que de otro modo podrían ser pasados por alto.
Veo a startups de empresa social como OmniVis, Seabin Project y Zindi como ejemplos de una de las más importantes tendencias de la década pasada – el creciente reconocimiento de que construir un negocio puede ser una poderosa manera de ser una fuerza de progreso para beneficiar a las personas y al planeta. Es una idea que ha comenzado a ganar impulso. Un reporte de 2016 de Global Entrepreneur Monitor encontró que un tercio de las startups del mundo estaban enfocadas en el bien social en lugar de sólo el éxito comercial.
Hoy, el emprendimiento social es mucho más que una tendencia. Se ha desarrollado en un movimiento global conforme más y más emprendedores encuentran innovadoras maneras de utilizar IA para ser pioneros en nuevos enfoques para resolver los problemas que el mundo enfrenta. Para muchos de ellos, es una oportunidad de convertir una pasión de toda la vida en una empresa impulsada por una misión que puede prosperar porque hace el bien y genera un cambio positivo.
La doctora Katherine Clayton , fundadora de OmniVis – que fue seleccionada como Solver 2019 con MIT Solve – es un gran ejemplo. Después que su tío falleciera de SIDA cuando ella tenía sólo 7 años, declaró que iba a eliminar la enfermedad cuando creciera. Fue una promesa que la llevó a estudiar ingeniería biomédica y luego a trabajar en cuestiones de seguridad del agua en el área rural de Tailandia en un viaje de estudios en el extranjero junto con Engineers Without Borders. Cuando conoció el impacto del cólera en comunidades vulnerables alrededor del mundo, vio una oportunidad perfecta de unir su conocimiento de la tecnología con su deseo de ayudar a librar al mundo de problemas de salud con el potencial de ser mortales.
Una razón por la que el cólera es tan difícil de controlar es que las pruebas actuales para la bacteria deben ser procesadas en un laboratorio grande, lo que toma días y tiene costos altos. Al trabajar con colegas en la Universidad de Purdue, Clayton ha desarrollado un dispositivo sencillo, basado en un teléfono celular, que puede analizar unas cuantas gotas de agua y brindar una respuesta en minutos y luego transmitir datos de ubicación para permitir a las autoridades de salud saber dónde enviar los suministros necesarios para prevenir un brote. Y todo por menos de $10 dólares por prueba.
Seabin Project es una historia similar de una pasión de toda la vida aplicada a un problema contemporáneo. Fue cofundada por Pete Ceglinski, quien creció en un pequeño pueblo costero en Australia, donde aprendió a surfear a los 8 años. Comenzó su carrera como diseñador de producto en Perth mientras estaba todavía en sus 20 y luego se convirtió en constructor de botes de alto desempeño para los equipos que corren la America’s Cup.
En 2014, Ceglinski renunció a su trabajó y utilizó sus ahorros de toda la vida para lanzar Seabin Project. Basado en un modelo de negocios pionero de Patagonia, Seabin Project combina educación y tecnología, con la meta de remover escombros del océano y enseñar a la gente que si somos más inteligentes sobre el uso de plásticos, podemos mantenerlos fuera de nuestros océanos en primer lugar.
Nombrado como una de las mejores 50 invenciones del mundo por la revista Time en 2018 y reconocida por la ONU como una tecnología que puede ayudar a hacer frente a la contaminación de los océanos, los removedores de basura de Seabin ahora atrapan un promedio de 3.6 toneladas de basura marina por día en puertos y marinas en más de 52 países. Y los dispositivos no sólo recolectan basura, recolectan datos que los científicos pueden utilizar para entender mejor el impacto que los deshechos plásticos tienen en la vida marina y la salud de los seres humanos.
En Zindi, que está basada en Cape Town, Sudáfrica, Celina Lee, CEO, ve oportunidades increíbles para ser un catalizador para aplicar el poder de IA a desafíos para negocios, organizaciones no lucrativas y gobiernos en África. Zindi, que es una plataforma para organizar competencias en línea de aprendizaje automático, conecta a ingenieros y científicos de datos en cada nivel de experiencia, con organizaciones que tienen problemas difíciles que el aprendizaje automático y la IA pueden resolver. Las competencias recientes de Zindi incluyen un esfuerzo patrocinado por UNICEF para utilizar IA para predecir el impacto de las inundaciones en Malawi, un desafío que será presentado en la International Conference on Learning Represetantios para utilizar la visión de cómputo para reconocer enfermedades en los cultivos, y una competencia patrocinada por el Ministerio de Finanzas de Túnez para utilizar IA en la detección de fraudes fiscales.
Tan importantes como los resultados de esta competición son en la creación de soluciones de IA para satisfacer las necesidades específicas de las comunidades y organizaciones africanas, Lee cree que Zindi puede tener un impacto aun mayor a largo plazo para ayudar a construir y apoyar a un pujante ecosistema de IA en África y al dar a los jóvenes científicos de datos oportunidades para mejorar sus habilidades, construir sus portafolios de trabajo y conectar con empleadores potenciales.
No dejo de sentirme inspirado por la pasión y propósitos de personas como Katherine Clayton, Pete Ceglinski y Celina Lee, que han dedicado su conocimiento, tiempo y recursos en hacer una diferencia en el mundo. En Microsoft, estamos honrados de estar con ellos para ofrecerles acceso a tecnología, financiamiento, socios, clientes y a una comunidad que reconoce que las personas tienen un gran poder para realizar un cambio positivo si cuentan con los recursos correctos.
Hoy creo más que nunca que cosas increíbles suceden cuando las startups trabajan junto con inversionistas, empresas, gobiernos, organizaciones no lucrativas y comunidades. A través de Global Social Entrepreneurship, buscamos trabajar muy de cerca con empresas sociales de todo el mundo. No encuentra una manera más integral de ayudar a crear un mundo sustentable, accesible y equitativo. Para conocer más y aplicar, por favor visiten: https://startups.microsoft.com/en-us/social-entrepreneurship/.