Por: Rolf Harms, gerente general de estrategia de C+AI.
En cualquier momento de incertidumbre, es fundamental que aprovechemos los enfoques basados en datos cuando queramos resolver problemas. Hace alrededor de una década, escribimos sobre cómo utilizamos un enfoque dirigido por datos y modelos para que nos guiara hacia la nube como el futuro del cómputo empresarial. Hoy, aplicamos el mismo enfoque fundamental mientras nos beneficiamos del poder de nuestra nube y de las capacidades de IA para desempacar la fuente actual de gran incertidumbre: COVID-19. En el documento técnico que lanzamos, delineamos un marco de políticas para ayudar a los gobiernos a pensar a través del impacto de COVID-19 y las estrategias de recuperación. También incluimos un modelo económico que cuantifica el impacto económico.
Marco del impacto económico
Como destaca el documento técnico, nuestro modelo de impacto económico está construido sobre un gran conjunto de datos de señales económicas y toma información de valor de economistas y epidemiólogos para definir escenarios y estimar el impacto al PIB. Ingerimos datos en tiempo real, así como datos económicos tradicionales, utilizamos nuestras capacidades de Azure AI para impulsar información de valor, nuestra nube de Azure para realizar cálculos, y actualizamos las cifras más recientes cada semana en nuestro tablero de Power BI. Continuamos con la innovación y la mejora del modelo a medida que ingerimos nuevas señales y aprendemos más de otros, a través de nuestras discusiones con legisladores y ONG. Pero los legisladores no sólo predicen el PIB; también ayudan a darle forma. Al comprometernos con ellos, vimos la necesidad de un marco y de datos que les ayudaran a navegar por esto.
Presupuesto para el contacto social
El “contacto social” era algo en lo que no teníamos que pensar. Era un subproducto de ir a la tienda o al gimnasio, a menudo visto como un subproducto positivo. Desde el inicio de COVID-19, viene con un alto precio. Hoy, tal vez puede ser comparado con las emisiones de carbono: un subproducto de la actividad económica que no es bienvenido. Uno puede llevar a la contaminación; el otro, a la infección. En términos económicos, el contacto social se ha convertido en un recurso escaso. Se ha convertido en el eje entre manejar las infecciones y proteger la economía – es lo que impulsa las tasas de infección pero también es necesario para la actividad económica. Al tratarlo como un recurso escaso a nivel económico, plantea tres preguntas fundamentales que comenzamos a abordar en el documento de una manera basada en datos:
- ¿Cuánto espacio tenemos para abrir la economía (“presupuesto de contacto social”)?
- ¿Cómo gastamos mejor el presupuesto (“regreso al contacto social”)?
- ¿Cómo incrementamos con el tiempo nuestro presupuesto de contacto social (“reducir el costo del contacto social”)?
En la primera pregunta, entre más baja sea la tasa de transmisión “R” (donde R es el número promedio de casos secundarios por caso infeccioso), mayor será el presupuesto de contacto social y, por lo tanto, más margen hay para abrir partes de la economía mientras se evita una segunda ola de infecciones, lo que es muy costoso desde una perspectiva de salud y economía. Segunda, como es cierto con cualquier presupuesto, debemos gastarlo con sabiduría. Según en lo que un legislador optimice (por ejemplo: PIB, empleo, evitar bancarrota), creamos vistas dirigidas por datos sobre cómo optimizar el retorno al contacto social. Las industrias que pueden trabajar desde casa deben hacerlo de este modo, ya que las que no pueden hacerlo necesitan más del presupuesto de contacto social. Para aquellas que en verdad dependen del contacto social, debemos utilizar datos para informar decisiones. Por ejemplo, las figuras a continuación comparan a varias industrias en su propensión a impulsar el contacto social contra el PIB.
Por último, con el tiempo, el presupuesto puede ser expandido a través de cambios en el comportamiento a medida que las personas se ajustan al “costo del contacto social” y a través de medidas como pruebas masivas y trazado de contacto. En esencia, estas medidas debilitan la relación entre el contacto social y R. Garantizan que el contacto social sucede entre personas sanas que no llevan el virus para que, con el tiempo, en esencia podamos tener contacto social gratis de nuevo, como era antes.
Esta crisis no tiene precedentes y ninguna persona u organización tiene todas las respuestas. A menudo aparecen nuevas perspectivas al reconocer y conectar patrones a través de silos. Hemos trabajado con epidemiólogos cuyo trabajo se enfoca en la pérdida potencial de vidas. Los modelos y escenarios económicos destacan la pérdida de medios de vida. A medida que comenzamos a discutir esto con ONGs y legisladores globales, nos dimos cuenta de las sinergias entre esas corrientes de trabajo, y buscamos una perspectiva integrada.
En el documento, detallamos este marco y compartimos datos en los que hemos colaborado con legisladores. No es de ninguna manera perfecto. Ya hemos colaborado con varias organizaciones para mejorar este trabajo y obtener datos adicionales. Esperamos que, al publicar este trabajo, podamos invitar a otros a que contribuyan y lo aprovechen para que podamos aportar más perspectivas para sobrellevar uno de los más grandes desafíos de nuestras vidas.