El CIO Alemán del Año: Con Office 365 “no somos seguidores, somos líderes”
Wiebe van der Horst es el Vicepresidente Ejecutivo de Procesos Globales y Arquitectura Empresarial en BASF, la compañía química líder a nivel mundial. Pero debido a su filosofía, sus colegas también suelen llamarlo “capitán” o “entrenador”. Van der Horst dirige el departamento de TI de BASF en una manera optimista, colaborativa y “todos a bordo”, por lo cual seguramente fue nombrado el CIO Alemán del Año 2014.
El jurado del premio CIO Alemán, otorgado por Computerwoche y la revista CIO, reconoció el liderazgo de Van der Horst en la creación de una “infraestructura de oficina uniforme y global que cuenta con las tecnologías más recientes”, tales como redes sociales, colaboración e intercambio de documentos en línea y conferencias web.
Van der Horst recientemente conversó con Microsoft sobre el tema del liderazgo, la importancia del cambio centrado en las personas y de la tecnología centrada en los negocios, la migración de su compañía a Microsoft Office 365 y el poder de una visión positiva en la TI moderna.
¿Cómo era el ambiente de la TI en BASF cuando decidió apostar por Office 365?
No considero que haya sido una apuesta en lo absoluto. Antes de tomar la decisión, llevamos a cabo un análisis minucioso de los pros y los contras de varios proveedores. En términos generales, la tradición en la compañía es ir sobre lo seguro. Creo que en cierta manera nos sorprendieron algunos cuantos desarrollos en el mercado. Habíamos estando pensando en una nueva estrategia de colaboración durante mucho tiempo. Con nuestra plataforma connect BASF establecida, contábamos con una red empresarial muy eficaz para el intercambio interno. No obstante, necesitábamos ampliar nuestro alcance. Sabíamos que queríamos mejorar la participación de las personas en nuestras investigaciones internas, pero también ser mejores socios de nuestros proveedores y de nuestros clientes; sin embargo, no encontrábamos el momento justo para hacerlo. Básicamente, era elegir la tecnología adecuada por un lado, y enfrentar la presión de hacer algo por el otro.
Afirma que el proceso de TI de la compañía consistió en dejar de ser un seguidor para convertirse en un líder. ¿Cómo lo lograron?
Tenemos un historial de 150 años, y eso sólo se logra al adoptar cambios. Desde luego, adoptar Office 365 es un cambio de paradigma en la tecnología y en la manera en que trabajamos. Siento que uno de los elementos más abrumadores ha sido convencer a las personas de que una solución en la nube es segura. Pienso que el punto más importante en ese sentido es involucrar a todas las personas y asegurarnos de que entiendan los tipos de seguridad que se integran en los productos de Microsoft, así como comunicarles que los centros de datos de Microsoft incorporan seguridad de primera clase.
¿Ha notado algún cambio drástico desde la adopción?
Es demasiado pronto para decir que la implementación fue exitosa, pero hemos tenido una gran respuesta de la gente. Eso lo atribuimos en parte a las personas que han participado en los pilotos de Office 365 y en la implementación de las videoconferencias. Es muy importante ejecutar los cambios a fondo. Puedes tener herramientas modernas, pero de nada sirven si la gente no cambia la manera en que trabaja. Cuando muestras lo que Outlook, SharePoint y otras herramientas nuevas pueden hacer, las personas entienden cómo está cambiando nuestra forma de trabajar. Hay muchas personas que dicen: “¿Sabes qué? Esto tiene sentido; realmente me hace la vida más fácil. Esto está marcando la diferencia en nuestra manera de trabajar”.
¿Cómo describe su estilo de liderazgo?
Considero que poseo un estilo muy colaborativo y permisivo. Intento darle a la gente la libertad que necesita para poder transformar y mover las cosas. ¿Soy el mejor arquitecto empresarial de la compañía? Definitivamente no. Pero suelo hacer las preguntas correctas y entiendo aquello que es importante: la manera en que la tecnología se adapta a los procesos y a la empresa y cómo reducir la complejidad.
Me veo a mí mismo como un entrenador que anima a las personas a hacer su mejor esfuerzo.
¿Hay algún consejo específico que generalmente ofrezca a las divisiones y los colegas en TI?
El consejo que generalmente ofrezco a otros es que la TI no tiene nada que ver con la tecnología, sino con generar valor para el negocio. No somos como la compañía de electricidad invisible que proporciona luz y de la cual todos dependen —eso es necesario e importante—. La conversación se necesita centrar en cómo puedes mejorar la empresa con lo que estás haciendo y cómo puede la TI ayudarte a marcar la diferencia dentro de tu compañía.
¿Tiene alguna filosofía o lema personal?
Me gusta pasarla bien cuando trabajo, y quiero disfrutar mi vida. Definitivamente soy una persona que siempre intenta ver el lado positivo de las cosas y luego hacerme cargo de las cosas que no marchan bien. Siento que esa es una actitud muy norteamericana. ¿Cómo lo describirías? “El vaso medio lleno”, “Resuélvelo de una vez por todas” y “Supéralo y sigue adelante”. En la escuela, a muchos nos preparan para detectar de inmediato un error o una inconsistencia, pero en ese proceso nos olvidamos del 95% de las cosas que van bien y nos enfocamos en el 5% de las que van mal. Esto produce automóviles muy, muy buenos, pero puede no ser lo mejor en una industria como la TI, donde los ciclos de vida son tan cortos.
¿Cuáles son los aspectos que más le agradan de su trabajo?
La mayoría de las personas en un puesto como el mío tienen ocho juntas al día y se van a casa pensando: “¿Qué hice hoy? ¿Qué logré hoy?”. Y es difícil determinarlo con precisión. No obstante, si observas las cosas a cierta distancia y ves cómo han evolucionado, puedes darte cuenta de que el cambio que propusiste se aplicó y cómo ha beneficiado a BASF y a su gente. Eso me llena de orgullo. En el caso específico del premio CIO, es muy motivador para mí, pero también para que nuestros empleados vean y piensen: “Vamos por buen camino, estamos haciendo algo que no todas las personas han hecho. No somos seguidores, somos líderes”.
