Gracias a Power Automate Desktop, el Programa de Atención Domiciliaria consiguió atender a casi 5 veces la cantidad de los pacientes con COVID-19 proyectados, haciendo un aporte esencial para la lucha contra la pandemia en Panamá.
Panamá – La Fundación Unidos por Panamá, conformada por Seguros SURA y que contó en su inicio con el apoyo de Banistmo, Celsia, Alimentos Cárnicos, Argos Cementos y Pozuelo, surgió como una necesidad ante la pandemia para diseñar el Programa de Atención Domiciliaria en Panamá con el fin de brindar atención oportuna y seguimiento a pacientes COVID-19 positivos de forma virtual y domiciliar.
El proyecto se centró en la disminución de tres indicadores fundamentales: la hospitalización de pacientes positivos, el ingreso a unidades de cuidados intensivos y la mortalidad, sin descuidar el objetivo fundamental: la reactivación económica del país gracias al control de la pandemia. El objetivo era crear un programa de oxigenoterapia que emplea un esquema médico apoyado por la telemedicina, y que usó como referencia el Programa “Salud en Casa”, implementado por Seguros SURA Colombia en Antioquia y otros departamentos de Colombia.
En agosto del 2020, con la aprobación del Gobierno Nacional de Panamá y el apoyo y coordinación del Ministerio de Salud de Panamá, la fundación inició las operaciones del Programa de Atención Domiciliaria en 2 corregimientos de la Ciudad de Panamá que contaban con un alto porcentaje de casos positivos.
Luego, a partir de la alianza con el Movimiento Todo Panamá -organización que agrupa al sector privado y que aportó más de $2.4 millones al Programa recaudados a partir del aporte de empresas aliadas al movimiento-, se logró la ampliar la cobertura en dos ocasiones: la primera en el mes de septiembre, en donde se extendió la atención de pacientes COVID-19 positivos en 3 corregimientos más, y en diciembre, cuando alcanzó 5 corregimientos adicionales dentro de la región metropolitana. Así, el Programa de Atención Domiciliaria alcanzó una cobertura total de 10 corregimientos y a una población de más de 500 mil personas. Durante los 8 meses en que operó el programa, agosto 2020 a marzo 2021, atendió a 17,000 pacientes, permitiendo que solo el 3.55% requiriera hospitalización, lo cual contribuyó a la liberación de camas en los hospitales.
Ante el constante aumento del número de pacientes afectados por Coronavirus, y con la mirada puesta en una segunda ola que se avecinaba para finales del 2020, se necesitó de la tecnología para poder capturar, estructurar y procesar toda la información proveniente de diferentes Centros de Salud, con la finalidad de brindar un mejor servicio a quienes se contagiaran y llegar a quienes más lo necesitaban. Cada paciente implicaba procesar entre 400 y 500 datos, y en materia de tratamiento de COVID, el tiempo es el factor decisivo.
Un procesamiento que demandaba 16 horas por día
Hasta mediados de diciembre del 2020, el procesamiento de datos se realizaba manualmente en distintas instancias y horas del día. La información de los pacientes provenía de distintos medios, ya sea adjunta en correos electrónicos, en el cuerpo del mensaje, como planilla de Excel o incluso en archivo de texto. A su vez, el formato y el contenido no estaba estandarizado, por lo que las plantillas utilizadas variaban constantemente, dificultando la tarea de los analistas de información.
Estos informes que se debían presentar a los centros de salud para hacer un seguimiento de las personas con coronavirus consistían en diez correos por día, con cinco documentos adjuntos: el estado del paciente, si este continuaba en el programa o si había sido hospitalizado, las comorbilidades que presentaba, los pacientes que ya formaban parte del programa y un último documento con los nombres de con quienes aún no se habían podido comunicar. Asimismo, también se debía reportar todas las terapias de oxígeno, recetas y medicamentos para que las instituciones pudieran llevar la contabilidad de lo que requería cada paciente.
Todo este proceso demoraba entre 13 y 16 horas diariamente.
La tecnología como habilitadora frente a la pandemia
Jair Che Enseñat, Director del Programa de Atención Domiciliaria relata que “el proyecto piloto estaba previsto para tener una duración de 3 meses, atendiendo a 4 mil pacientes aproximadamente. Sin embargo, debido al aumento de casos, se decidió continuarlo por cinco meses más para seguir enfrentando al virus”. Ante la segunda ola, el Movimiento Todo Panamá aportó los recursos económicos e insumos médicos necesarios, para sumar 8 corregimientos más a los 2 en los que ya estaba presente el Programa, atendiendo así a un 35% de los corregimientos de la ciudad. Con esto, se pasó de tener de 30 a 70 médicos, lo que significó una mayor cantidad de datos a procesar. “Sabíamos que nos sería muy difícil obtener la información como la requeríamos para atender a la mayor cantidad de pacientes diariamente”, agrega el director.
En este contexto y con esta necesidad evidente, el Programa de Atención Domiciliaria obtiene el apoyo económico del Movimiento Todo Panamá para encontrar una solución tecnológica que permitiera reducir el tiempo de procesamiento de datos y así no incrementar el costo de la operación. De esta manera, se solicitó el apoyo de Data Intelligenz, partner de Microsoft. Abdiel Ramírez, Director de Data Intelligenz explica que se decidió abordar este desafío mediante el uso de robots, con un motor de reglas dentro de su estructura para la gestión de datos, incluyendo gestión de funciones complejas en Excel. “La idea era que la línea de mensajería cruzada se diera por una sola vía, que el robot obtuviera la información en sus distintos formatos, lo canalizara y procesara en orden”, explica.
Automatización de procesos robóticos
Mediante Microsoft Power Automate Desktop, el servicio que amplía las capacidades de automatización de procesos robóticos existentes en Power Automate y permite automatizar todos los procesos repetitivos del escritorio, el Programa de Atención Domiciliaria y Data Intelligenz crearon nueve robots que interoperaban con distintas tecnologías.
Estos robots estaban concatenados entre sí, lo que permitía que estructuraran la data para su procesamiento, identificaran los formatos y los corrigieran, crearan tablas y vectores paralelos para realizar las actividades de pareo de datos, y limpiaran y depuraran la data a enviar a las bases de datos para la generación de informes. También podían realizar reportes individuales para poder responder a los ajustes y desalineaciones de tiempos en procesamiento de información por parte de los gestores.
“La automatización fue una maravilla. No tuvimos que contratar más analistas, la información llegaba, se extraía, ordenaba y enviaba a las personas que la requerían, todo de manera automática”, cuenta Che Enseñat, y añade que de cada paciente se requerían entre 400 y 500 datos. “El proyecto finalizó con 17 mil pacientes atendidos y alrededor de 8 millones de datos procesados. Sin la tecnología, hubiera sido muy difícil”.
Una mejor atención en salud
En la operación del Programa de Atención Domiciliaria, la implementación de la tecnología para el procesamiento de datos fue fundamental. Gracias a ello, pudieron generar y compartir oportunamente la información a las Autoridades de Salud y coordinar mejor tanto los equipos internos del Programa como los aliados de la red medica domiciliaria. “Antes debíamos esperar los reportes diarios para saber a dónde debíamos ir”, relata Jair Che, Director del Programa de Atención Domiciliaria. “Gracias a los robots fue posible comenzar a trabajar desde el horario estipulado sin demorarnos por los informes y así llegar a más pacientes”, agrega.
Mediante el uso de los robots se redujo un 80% el tiempo de proceso diario. “Lo que antes demoraba entre 13 y 16 horas diariamente, ahora se hace en un máximo de 3 horas de manera automática”, enfatiza Che.
“La tecnología fue un apalancador que ayudó a poder llevar a cabo el proyecto, y contribuyó sin dudas al éxito del programa. Al final del día, este programa tuvo un reconocimiento por parte del Ministerio de Salud de Panamá por todo lo que se aportó al país”