SEGURIDAD EN LÍNEA
Amabilidad digital: Qué es y cómo tener más de ella en su vida en línea
Citas y debates, festivales de música y clases de baile, trabajo y educación: una cantidad cada vez mayor de nuestras interacciones sociales ahora se llevan a cabo en línea.
Con este cambio a los lugares virtuales, garantizar la amabilidad y el respeto en las interacciones y encuentros cotidianos es más importante que nunca.
El espacio digital se ha convertido en una parte fundamental de la conversación nacional e internacional, y también, en ocasiones, se ha convertido en un caldo de cultivo para el bullying, el trolling y el discurso de odio.
Existe una clara necesidad de más “amabilidad digital” para garantizar que los encuentros en línea tienen un impacto constructivo en todos los involucrados.
¿Pero qué es la amabilidad digital? ¿Qué significa y cómo podemos adoptarla?
La amabilidad digital puede ayudar a generar y mantener la confianza
En pocas palabras, significa mostrar más amabilidad y respeto en nuestros encuentros cotidianos para garantizar que las interacciones en línea tengan un impacto constructivo en todos los involucrados.
Puede ser vista como lo opuesto al comportamiento dañino que todos presenciamos en línea de vez en cuando.
Una medición del comportamiento en línea es el Índice de Civilidad Digital (ICD) 2020 de Microsoft, publicado de manera reciente, una encuesta completa de más de 16 mil personas en 32 países. En esta, los encuestados compartieron sus puntos de vista sobre el tono y la naturaleza de sus interacciones digitales, para brindar información clave sobre las opiniones de adultos de 18 a 74 años, y adolescentes de 13 a 17.
El alcance geográfico del ICD se ha más que duplicado desde 2016
Fuente: Tabla de resultados del Índice de Civilidad Digital 2020 de Microsoft
Este año marca el hito de cinco años del ICD. Las últimas encuestas se llevaron a cabo en abril y mayo de 2020, cerca del inicio de la disrupción global causada por la pandemia de COVID-19.
Las estadísticas hablan por sí solas cuando se trata de daños causados en línea, como lo demuestran las experiencias negativas y los sentimientos subsecuentes de remordimiento que el ICD ha descubierto.
El bullying y el acoso se han convertido en encuentros rutinarios para demasiadas personas. El ICD encontró que 40% de los adolescentes y 37% de los adultos dijeron haber estado involucrados en tales incidentes. Una de cada cinco personas reportó haber sido objeto de discurso de odio, mientras que casi un tercio dijo haber estado expuesto a engaños, estafas o fraude en línea.
La gran mayoría de las personas expresaron remordimiento por el comportamiento negativo después del evento, con 79% de los encuestados que dijo a los autores del ICD que, después, lamentaron haber instigado o contribuido al bullying.
[CONOZCAN MÁS: Pueden ver el ICD a detalle en la página de Microsoft Digital Civility.]
La buena noticia es que seguir algunas prácticas básicas puede ayudar a contrarrestar estos problemas.
Una forma es adoptar cuatro principios positivos que Microsoft ha identificado como el Desafío de Civilidad Digital.
En el corazón de este desafío hay cuatro ideales que expresan acciones y reacciones con las que todos podemos comprometernos a medida que interactuamos en línea.
El primero de ellos es vivir según la regla dorada de actuar con empatía, compasión y amabilidad en cada interacción. Esta regla anima a las personas a pensar en cómo les gustaría que los traten, y a tratar a los demás con la misma dignidad y respeto que ellos mismos esperarían recibir.
El siguiente ideal habla de la importancia de respetar las diferencias. Ya sea cultural, político o relacionado con aspectos de la identidad de una persona, un desacuerdo reflexivo puede ser saludable, pero recurrir a hostilidades personales no lo es. Si alguien presenta una opinión con la que no están de acuerdo, intenten encontrar una manera de ofrecer una perspectiva alternativa sin descartar la de la otra persona.
El tercer ideal aborda algo que muchos de nosotros hemos visto en línea. Un minuto, dos personas están en desacuerdo con algo, y al siguiente, se intercambian palabras fuertes y la situación se deteriora. Pero no tiene por qué ser así. Cuando la conversación comienza a subir de tono, hacer una pausa antes de responder puede evitar que las cosas se salgan de control.
El cuarto ideal recuerda a las personas la necesidad de actuar si alguien con quien interactúan en línea los hace sentir incómodos o inseguros. Eso a menudo significa contárselo a alguien. Este es un mensaje en particular importante para que los padres, profesores y cuidadores lo ejemplifiquen en sus propias interacciones y lo transmitan a los jóvenes a su cargo.
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El Consejo para el Bien Digital
Centrarse en estas áreas para incrementar la civilidad digital es un importante primer paso. Pero también existe una necesidad más amplia para comprender mejor las actitudes y presiones en línea, y de conocer y considerar enfoques alternativos.
En 2017, Microsoft creó el primer Consejo para el Bien Digital, un programa piloto que reunió a 15 adolescentes de Estados Unidos para trabajar con Microsoft en la mejor forma de fomentar comportamientos constructivos en línea. En particular, esto significó centrarse en cómo comprender, reconocer y reducir los riesgos digitales y, al mismo tiempo, promover interacciones en línea más seguras, saludables y respetuosas.
La ventana de solicitudes para unirse al siguiente consejo se cerraron el 1 de marzo de 2021, después de lo cual, una segunda cohorte de jóvenes de diversos orígenes de todo Estados Unidos participará en un programa de actividades de 18 meses. Culminará en un foro público en el otoño de 2022, si las condiciones de viaje lo permiten.
Durante la reunión inaugural del consejo en 2017, los miembros destacaron algunos de los desafíos que enfrentaron y juntos identificaron algunas preocupaciones, muchas de las cuales son todavía relevantes hoy en día.
Las plataformas sociales están diseñadas para fomentar la mayor participación y compromiso posibles. Eso puede llevar a algunas personas a compartir de manera continua, o en algunos casos a compartir en exceso, información personal. Eso incluso puede resultar en sentimientos similares a la adicción, ya que algunas personas buscan la seguridad y la validación a través de los ‘Me Gusta’ y que compartan su contenido en redes sociales.
Los miembros del consejo también plantearon el hecho de que este mismo deseo de aprobación podría llevar a que las personas creen personajes en línea que no son fieles a sí mismos. Esa falta de autenticidad podría resultar en que las personas no sean capaces de ser honestas y abiertas respecto a sus sentimientos.
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Jacob Sedesse, de Florida, fue parte de ese primer consejo. En la publicación de enero de 2021 que anunció el lanzamiento del segundo consejo, comentó: “Me sentí honrado y agradecido de que mi voz fuera tomada en cuenta y de que mis primeras experiencias en internet, buenas y malas, significaran algo”.
Alentar a las personas a adoptar mejores estándares de comportamiento en línea no es algo que se pueda dejar sólo a legisladores y reguladores. Además del importante papel de las políticas públicas, en especial con relación al discurso de odio, las amenazas y la desinformación, todos deben asumir la responsabilidad de sus acciones y rendir cuentas.
Depende de cada individuo en internet pensar en los tipos de participación que son positivos y beneficiosos para que, juntos, se agregue más amabilidad digital al mundo virtual,
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