Aparten los dispositivos y levanten los pinceles: En este negocio la tecnología se mezcla en el fondo

No necesitan ser sommeliers para respaldar maridar vino con arte, el éxito de la industria de la pintura y el trago es suficiente confirmación. Pero mientras que el concepto de sostener un pincel en una mano y una bebida en la otra pareciera algo obvio hoy en día, era algo poco escuchado en 2007, cuando Cathy Deano y Renee Maloney, cofundadores de Painting with a Twist, realizaron su primer evento de pintura y tragos.

La que ahora es la más grande franquicia con el crecimiento más rápido de pintura y tragos en los Estados Unidos, Painting with a Twist, tuvo un inicio humilde. “Pensamos que abriríamos un pequeño estudio en Mandeville, Lousiana”, comentó Deano. Diez millones de pinturas y 340 franquicias después, Painting with a Twist se ha extendido más allá de sus raíces de un pequeño pueblo sureño.

Cuarenta minutos al norte de su famoso vecino Nueva Orleans, Mandeville es el cuartel general de Painting with a Twist, además de ser la pequeña ciudad que Deano y Maloney llaman hogar. Las dos mujeres, nativas de Luisiana, se conocieron ahí hace más de una década mientras realizaban labores de voluntariado en la clase de kindergarten de sus niños, y desde entonces han sido amigas.

En 2007, su ciudad batallaba con la devastación que el Huracán Katrina había causado dos años antes, y Deano y Maloney sintieron la necesidad de hacer algo para ayudar a llevar esperanza a su comunidad.

Cuando un amigo les sugirió que organizaran clases de arte para elevar los espíritus de las personas, decidieron hacerlo. Después de todo, Deano ya era presidente de la asociación local de arte y comenta que siempre ha sido una persona creativa, y Maloney podía ofrecer experiencia práctica en negocios después de ayudar a llevar la práctica de ortodoncia de su familia.

Deano y Maloney no eran artistas, así que reclutaron a un amigo profesor de arte que liderara la clase, luego eligieron algunos suministros para crear una tienda y dieron un salto de fe. Después de la primera clase, “Preguntamos a todos, ‘¿Regresarían?’ y dijeron que sí. Y luego dijimos, ‘¿Pagarían por la clase?’ y contestaron ‘sí’”, recuerda Deano. Había nacido la idea para un pequeño negocio.

En ese momento, Deano sentía que ‘no era algo importante”, pero en su primer año se dieron cuenta que estaban en algo. El momento que ‘abrió sus ojos’ llegó una noche calurosa cuando la energía falló a mitad de la clase. Deano y Maloney comentaron a sus estudiantes que podían dejar sus pinturas a un lado y regresar otra noche para terminar en una clase gratuita. Pero los estudiantes querían seguir.

“Ni Renee ni yo somos artistas, así que pensamos, ‘Dios, algo mucho más grande sucede aquí’”, comentó Deano.

Dos de los participantes estacionaron sus autos frente a las ventanas del estudio y la clase terminó sus pinturas bajo el brillo de los faros. “Les preguntamos, ‘¿Por qué hacen esto?’”, comentó Deano, “y dijeron, ‘ustedes no entienden. Cuando estamos aquí, no pensamos en nuestros esposos, nuestros niños, la tormenta, o nuestros trabajos. En todo lo que pensamos es en nuestra pintura y en terminarla”.

Esa noche fue su epifanía sobre que el negocio de pintar y beber no sólo se trataba de eso, era un escape del ajetreo y bullicio de la vida diaria.

Ese ajetreo por lo general incluye una avalancha de emails, textos y notificaciones, comenta Deano, que durante las clases, brillan por su ausencia. “Creo que eso es parte de nuestro atractivo, la gente está forzada a una desintoxicación digital. Cuando pintas con nosotros, tienes tu pincel en una mano, tu copa de vino en la otra, y el único momento en que tomas tu teléfono es para tomar una foto y publicarlo, si es que quieres hacerlo”.

Mientras que los clientes de Painting with a Twist dejan sus dispositivos a un lado para tomar el pincel y la copa de vino, la tecnología se encuentra detrás de escena.

“La gente piensa que pintar y tomar un trago es una cosa del tipo ‘hágalo usted mismo’, algo artesanal”, comenta Trey Manthey, director de tecnología de Painting with a Twist, “pero la aventura del cliente, de conocernos a hacer una reservación hasta asistir a una clase, en realidad se apoya en la tecnología”.

En específico, se apoya en tecnología Microsoft. Painting with a Twist basa todo, desde su sitio web a su sistema de reservación de clases de cada franquicia, en Visual Studio Professional, luego lo hospeda en Windows Server 2012 IIS. SQL Server permite a los usuarios almacenar y analizar datos, lo que ayuda a la compañía a dar seguimiento de qué clases o pinturas son las más populares, para después poder ofrecer más de lo que les gusta a sus clientes.

Ya que cerca del 90 por ciento de las ganancias de Painting with a Twist es procesado a través de su sitio web, es crucial que se puedan adaptar de manera rápida en línea. “Tener todo nuestro ecommerce y punto de venta hospedados en la nube nos ha permitido ser muy ágiles y hacer cambios para cumplir con las necesidades del mercado”, comentó Manthey.

Aunque ahora florece en 39 estados, Painting with a Twist nunca ha olvidado sus inicios de llevar esperanza a su comunidad. La compañía organiza clases para recaudar fondos a través de todo su sistema tres veces al año, con franquicias a través del país que donan producto a comunidades golpeadas por desastres naturales.

Además de las recaudaciones de fondo de toda la compañía, cada franquicia de Painting with a Twist también organiza eventos mensuales de caridad para apoyar a sus propias comunidades. Hasta ahora, los estudios de Painting with a Twist han recaudado 4 millones de dólares para organizaciones no lucrativas locales, desde March of Dimes a reservas naturales.

Cuando Deano reflexiona sobre la última década de funcionamiento de Painting with a Twist, esos esfuerzos filantrópicos y la oportunidad de hacer el arte accesible han sido dos de sus partes favoritos de llevar el negocio. La compañía introduce al arte a niños de escuelas primarias a través de campamentos de verano, invita a amantes de los animales para inmortalizar a sus queridos perros o gatos, y ayuda a parejas a pintar a aquellos que los hacen sentir bien.

“El arte no sólo es para los que tienen múltiples talentos, no sólo es para los ricos”, comentó Deano. “En realidad es para todos, y todos deberían sentirse cómodos con el arte”.

Todas las fotos cortesía de Painting with a Twist.