Asia y el entorno inteligente: Conducir una nueva ola de innovación

Una nueva ola de innovación ha comenzado a surgir y Asia, el motor mundial de la manufactura, se encuentra en la cresta de esa ola.

Los miles de millones de electrodomésticos, dispositivos, maquinaria y vehículos que de manera rutinaria recorren las líneas de producción asiáticas están cada vez más conectados y se vuelven más inteligentes. Al igual que las fábricas que los crean.

Construidos con sensores, dotados con inteligencia artificial (IA) y activados por aprendizaje automático (ML), estos dispositivos empujarán las fronteras del Internet de las Cosas (IoT) durante la próxima década y más allá. Los algoritmos avanzados les ayudarán a ver, escuchar, razonar, predecir y más, sin requerir una conectividad “siempre activa” a la nube.

Este es el entorno inteligente y está basado en el principio de que los datos tienen gravedad. En otras palabras, lo más cerca que movamos el cómputo a un dispositivo, más rápido nos podremos mover de la información de valor a la acción.

El cómputo de entorno es cualquier escenario donde los datos son recolectados y procesados dentro de un dispositivo o máquina, lo que le permite actuar más rápido de lo que lo haría si tuviera que apoyarse en la nube. El equipo en la planta de producción puede utilizar ML y IA para anticipar cuándo una pieza se va a romper o fallará. Un coche autónomo podrá ser capaz de tomar una acción evasiva cuando enfrente una posible colisión. En ambos casos, los milisegundos ahorrados podrían ser la diferencia crítica entre un resultado seguro y un accidente.

En Computex 2018, la feria comercial realizada en Taipéi, vimos cómo el entorno inteligente será una parte clave de un futuro en el que confiamos, en el que el cómputo ubicuo será parte del tejido de la vida.

“Todo en nuestras vidas ha comenzado a estar conectado”, comentó Nick Parker, vicepresidente corporativo de consumo y ventas de dispositivos para Microsoft, en una conferencia dirigida a una audiencia de ventas. “Ya sean los sensores en nuestros aparatos del hogar, o en nuestros autos, ya sea en nuevos mercados para la agricultura de precisión, ya sea el IoT de nuestras vidas, o tal vez en las experiencias que tenemos con la tecnología”.

Con información de valor recogida de estos dispositivos inteligentes conectados, las compañías podrán reimaginar modelos de negocio con nuevas ofertas de producto, nuevas experiencias de clientes y nuevas eficiencias.

El potencial de negocio es enorme, y es probable que la competencia sea feroz. Isaiah Cheung, vicepresidente de consumo y ventas de dispositivos en China Continental para Microsoft, comentó que la carrera está ahora entre los fabricantes y proveedores de servicios asiáticos para entrar al juego del borde inteligente.

“Las compañías nuevas de dispositivos que han comenzado a surgir en nuestra región quieren dotar a sus productos de IA”, comentó. “Y las grandes empresas que ya están establecidas han comenzado a hacer lo mismo. Quieren que la IA esté integrada dentro de la gran maquinaria de millones de dólares en sus fábricas para mejorar la eficiencia. Y, quieren integrar el entorno inteligente en todos los dispositivos, aparatos y servicios para el consumidor que exportan alrededor del mundo.

“Tan solo el otro día, una gran marca me preguntó cómo podrían colocar IA en una nueva línea de vaporeras para arroz. Otra hace lo mismo con su línea blanca. La lista sigue y sigue”.

Para sumar a este progreso, Microsoft ha establecido la Intelligent Edge Partner Community. “Nuestro foco inicial está en fomentar la colaboración entre nuestros socios, brindar entrenamiento y programas de primer usuario”, compartió Roanne Sones, vicepresidenta corporativa de sistema operativo central y entorno inteligente para Microsoft. “Desde una perspectiva de recursos, los miembros reciben acceso a documentación, especificaciones, versiones y detalles de certificación para impulsar su negocio de entorno inteligente”.

Parker ve una nueva ola de oportunidades de negocio y progreso económico que llegará de la mano del entorno inteligente, con Asia como un actor principal.

“Asia siempre ha sido una especie de centro de innovación global, ya sea un laboratorio en Shenzhen o nuestras asociaciones a través de toda la región de China Continental en términos de cadena de suministro o nuestras asociaciones en Taiwán”, acotó Parker en una conferencia de prensa en Computex. “Vemos mucha de nuestra nueva tecnología, en particular referente al entorno inteligente, que comienza aquí y se entrega a todo el mundo”.

Asia también juega un rol principal en el desarrollo de nuevas tecnologías de IA, con los laboratorios de investigación de Microsoft alrededor del mundo (incluidos China e India), que han trabajado en este espacio por décadas. Ellos han conseguido una serie de avances gracias al uso del inmenso poder de cómputo de la nube de Azure.

Con este conocimiento y experiencia, Microsoft ha sido capaz de dotar de IA el núcleo de sus productos y servicios. Ha entregado herramientas y marcos de trabajo de AI, que incluyen API cognitivas, de visión, espaciales y de objeto, y a inicios de 2018 anunció una versión previa limitada de Project Brainwave, una arquitectura para el procesamiento de red neural profunda en el entorno, la cual pueden utilizar por completo sus socios para habilitar aplicaciones y soluciones de AI de siguiente generación que pueden correr en diferentes dispositivos.

Mientras tanto, la inteligencia se esparce a través de mercados masivos conforme las unidades de microcontrolador (MCU, por sus siglas en inglés) se conectan. Estos pequeños chips computacionales sencillos habilitados por AI (ver imagen al inicio de este texto) ahora impulsan a más de 9 mil millones de nuevos dispositivos alrededor del mundo cada año.

“Un MCU es un chip computacional sencillo que no es más grande que la uña del pulgar”, comentó Galen Hunt, ingeniera distinguida y directora general en Microsoft, a la audiencia de Computex. “Son chips muy muy pequeños y de bajo costo y habilitarlos con conectividad significa que pueden convertir cualquier cosa en un dispositivo IoT. Vamos en camino a un mundo donde todo estará conectado”.

A pesar de lo increíbles que son, estos pequeños chips siempre han tenido una gran falla: Nunca fueron diseñados para ser seguros. Cuando un dispositivo ha sido comprometido, puede impactar en su privacidad, sus datos y su infraestructura, e incluso en su seguridad física.

“Si estos dispositivos no son seguros, ¿A quién llevamos a nuestros espacios más personales? ¿A quién llevamos a nuestros hogares, a nuestras escuelas, a nuestros hospitales, oficinas o fábricas? Y ¿Qué está en riesgo? Nuestros datos, nuestra privacidad, nuestra infraestructura, nuestra propiedad, e incluso nuestra seguridad”.

Esto cambió en 2018 cuando Microsoft lanzó Azure Sphere, una solución de principio a fin para crear dispositivos con una alta seguridad, impulsados por MCU.

Galen Hunt, ingeniera distinguida y directora general en Microsoft

En un texto reciente, Hunt describió la conectividad a internet de los MCU como una “vía de dos sentidos”. “Estos dispositivos, al convertirse en la puerta de entrada a nuestros hogares, lugares de trabajo, y datos sensibles, también se convierten en blancos de ataques. Observen un hogar típico y consideren lo que podría pasar cuando incluso la seguridad de los dispositivos más mundanos está comprometida: una estufa convertida en un arma, monitores de bebés que espían, el contenido de su refrigerador tomado como rehén.

“También debemos considerar que cuando la seguridad de un dispositivo ha sido comprometida, no sólo es un problema para el dueño de este, también se convierte en un problema para la sociedad. Un dispositivo puede perturbar o generar daño a gran escala”.

Esto fue lo que sucedió con el ataque del botnet Mirai en 2016 cuando alrededor de 100 mil dispositivos IoT fueron comprometidos y readaptados por hackers en un botnet que sacó de internet a la costa este de los Estados Unidos por un día.

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Con MCU conectados integrados a miles de millones de nuevos dispositivos cada año, es de “gran importancia” que la seguridad mantenga el paso de un paisaje de amenazas que está en constante cambio.

Hunt sugiere que conforme miremos hacia el futuro, donde cada dispositivo será inteligente, necesitamos redefinir lo que queremos decir con “inteligente”. Sí, los dispositivos inteligentes son intuitivos, perspicaces, y fáciles de utilizar. Pero necesitamos agregar una característica adicional: los dispositivos inteligentes deben ser seguros, si un dispositivo no es seguro no es inteligente.

Esto hace que la seguridad sea esencial para los fabricantes en Asia y alrededor del mundo. “Vemos un ecosistema que está ansioso por entregar los productos que los clientes necesitan, y los clientes necesitan productos seguros”, comentó y agregó que Azure Sphere facilita a los fabricantes la creación de productos inteligentes que son seguros de manera innata.

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