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Brian Eno y Peter Chilvers crean un “mágico” jardín floral de sonido en Ámsterdam con ‘Bloom: Open Space’

Brian Eno ha pasado su vida entera en espera de que la tecnología alcance a las visiones creativas en su cabeza

El inglés, que se llama a sí mismo “no-músico”, ha compuesto y producido más de dos docenas de sus propios álbumes, sin mencionar las docenas de colaboraciones con artistas tan diversos como Devo y David Bowie. No es un tecnólogo, pero la tecnología ha sido integral para su creatividad desde la década de los sesenta, cuando desarrolló un sistema de retardo de cinta que inspiró a todo un nuevo género musical.

Ahora, se encuentra en otra iteración tecnológica: Él y su colaborador por largo tiempo, Peter Chilvers invitan al público a deambular con ellos a través de un jardín holográfico de coloridas y florecientes burbujas de sonido, en una experiencia que difumina la línea entre la audiencia y el artista. “Bloom: Open Space” se inauguró recién en la ciudad de Ámsterdam, para llevar a la popular aplicación del dúo, conocida como “Bloom”, al mundo 3D con la ayuda de dispositivos Microsoft HoloLens que permiten a los visitantes convertirse en oyentes, espectadores, compositores y creadores, todo al mismo tiempo, en una experiencia comunal primera en su tipo.

Eno comenta que siempre ha estado interesado en las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, y en particular “en cosas que nadie había pensado hacer antes”. Al expandir la plataforma HoloLens hacia el mundo de la música y el arte, él ayuda a liberar la creatividad de las limitaciones de la realidad y permite a la gente unirse en la creación de música visual, sin importar su entrenamiento musical o artístico.

Dentro de la aplicación Bloom, los usuarios tocan la pantalla para crear coloridas esferas que también son notas sonoras. Tanto el círculo como el sonido se expanden – o florecen – hasta que desaparecen, y se unen de manera aleatoria con otros brotes generados tanto por el usuario como el software para crear música ambiental del tipo de campanas de viento sobre un fondo de hermosas burbujas.

“Bloom: Open Space” convierte esa experiencia en algo que es físico, sensorial e integral.

De diez a 15 participantes al mismo tiempo pueden colocarse las diademas HoloLens que están dentro de una misma red para compartir su visión y los sonidos. Luego entran a un círculo central, donde usan su pulgar e índice para pinchar burbujas 3D y darles vida, en cualquier lugar y cuantas quieran. Cada uno recibe un color y tono diferentes para sus burbujas, lo que produce un jardín sonoro de burbujas y notas que flotan mientras se expanden. Docenas de visitantes adicionales se pueden reunir en un anillo alrededor de ellas, para absorber la misma experiencia en 2D a través de pantallas y altavoces que van del techo al piso.

Tal como en la música generada en la aplicación, cuyos compases nunca se repiten, la música visual creada en “Bloom: Open Space” debe experimentarse en persona. Las piezas no serán grabadas y no pueden ser replicadas nunca.

Es la primera ocasión que Eno ha creado una instalación donde la audiencia participa de manera directa y se vuelve parte de la experiencia, en lugar de sólo escuchar o ver. Él espera que esto motive a los visitantes a tomarse su tiempo y relajarse.

La gente que utiliza la aplicación Bloom por primera vez, por lo general comienza a tocar como si tuviera un teclado enfrente, comentan Eno y Chilvers. Puede tomarles entre cinco y 10 minutos darse cuenta de que la pieza responde de manera activa a lo que hacen, entonces retroceden un poco, bajan la velocidad y comienzan a escuchar en verdad y descubrir el placer de dejar que la pieza evolucione con menos toques.

Con el elemento 3D de HoloLens, “en realidad no escuchas la pieza, caminas a través de ella”, menciona Chilvers. “Es una manera de convertir una pieza musical en un ambiente, que es una manera muy diferente de entenderla. Accede al cerebro en una manera diferente a como lo hace cuando te colocas unos audífonos”.

Es el tipo de relación que tendremos cada vez más en el futuro, conforme los sistemas se vuelvan más inteligentes y responsivos, agrega Eno.

El proyecto muestra “la intersección de música y tecnología con un artista que ha sido un líder de opinión durante toda su carrera”, comenta Amy Sorokas, directora de asociaciones de marca para Microsoft. “Que Brian y Peter colaboren con nosotros para utilizar HoloLens y empujar los conceptos que ellos exploran hacia la realidad combinada es un gran momento para nuestro programa Music x Technology”.

«Es una manera de convertir una pieza musical en un ambiente, que es una manera muy diferente de entenderla. Accede al cerebro en una manera diferente a como lo hace cuando te colocas unos audífonos.»

Eno y Chilvers llegaron al nombre “Bloom” a través de mensajes de texto hace una década, mientras Eno viajaba en tren a través de Europa y Chilvers se encontraba en su hogar en Inglaterra. “Tratábamos de sumarizar lo que la aplicación significaba para nosotros”, comenta Chilvers, “y sentíamos que el perfume tenía algún tipo de conexión, porque la música ambiental se sostiene en el aire como una escena. Y eso llevó a las flores y a florecer, que es lo que hacen las esferas mientras se expanden”.

Bloom se consumía en forma de tablet hasta que los smartphones con pantallas táctiles fueron desarrollados y la pareja pudo convertirla en una aplicación para iPhone. Luego comenzó a ser atractiva para “todo tipo de gente”, menciona Chilvers. “Padres de familia escribían para comentar que la utilizaban para ayudar a dormir a sus niños. La gente que le tenía miedo a volar se apoyaba en ella para calmar la ansiedad. Nos llegaban emails de gente que cuidaba niños con autismo y personas con demencia que nos comentaban que les ayudaba a calmarse e incluso a comunicarse”.

Nunca ha estado limitado con tecnología establecida – “Tengo todo tipo de dispositivos y aparatos en casa y siempre experimento con ellos”, comenta Chilvers – el dúo creativo comenzó a jugar con la realidad virtual (RV) en el momento en que estuvo disponible. Pero debido a que las diademas de RV tenían que ser conectadas en equipos elaborados y ser utilizadas en espacios específicos, ellos se encontraron de pronto confinados y aislados. La opción de la realidad aumentada (AR) disponible con HoloLens ofreció una experiencia compartida que, de acuerdo con ellos, era lo que querían para llevar a Bloom al mundo 3D.

Visitantes de la instalación “Bloom: Open Space” en Ámsterdam usan diademas HoloLens y “pinchan” burbujas 3D para darles vida. (Foto por Maarten Delobel)

“Hay algo de mágico en utilizar Bloom con HoloLens, y tocar el aire y experimentar estas mágicas formas y sonidos que aparecen a tu alrededor”, menciona Chilvers. “Es como caminar a través de un jardín floral. Se ven muy sólidas. Tienes que recordarte en cada momento que en realidad no están ahí”.

Ambos pasaron cerca de seis meses en el desarrollo de su idea para “Bloom: Open Space” antes de ponerla a prueba en una bodega en Nueva York, en noviembre de 2017, con varios colegas, amigos y familia. Descubrieron que la gente interactuaba y expresaba sus personalidades en maneras que no se habían imaginado.

Algunos se pusieron en cuclillas en una esquina, y colocaban burbujas de manera contemplativa mientras se maravillaban conforme los orbes y los sonidos flotaban alrededor de ellos. Otros colaboraban, diseñaban ramos con los colores y notas de otros en diferentes paletas y patrones. Y algunos más corrían alrededor de la bodega como niños en una dulcería, mientras salpicaban burbujas a discreción.

Un fotógrafo que fue contratado para capturar imágenes de la prueba se adentró tanto, que terminó creando campos de burbujas y caminaba a través de ellas.

“Será interesante ver cómo se comportan entre ellos completos extraños en Ámsterdam”, comentó Chilvers antes de que abriera la instalación. “Para ser honesto, puedo imaginar que algunas relaciones comiencen de este modo”.

Los dispositivos que aumentan la realidad comenzaron como aplicaciones para videojuegos, pero muy rápido, cambiaron a ser útiles herramientas para situaciones como entrenamiento médico, inspección de elevadores y motores de avión e incluso para rediseñar campos de golf.

HoloLens ofrece una experiencia interactiva, “no a través de una pantalla sino, literal, en algo que te rodea”, esto es espacial, físico, sensorial y comunicativo, comenta Nick Kamuda, director creativo del equipo HoloLens. Es una poderosa manera de llevar la imaginación de una persona al mundo real, donde los demás pueden experimentarla, menciona Kamuda, que tiene antecedentes en la música y las bellas artes.

“Cualquier plataforma nueva sugiere nuevas posibilidades – por lo general no aquellas para las que la plataforma fue hecha en específico”, comenta Eno. “Esas son, para mí, las interesantes posibilidades, las ideas que no hubieran aparecido de no haber sido por la plataforma”.

Para Chilvers, cuya madrea era programadora y pianista, la música y la tecnología siempre fueron de la mano. De manera oficial, él comenzó a combinar ambas cosas en los noventa, al componer música para juegos de computadora. así fue como conoció a Eno – ambos crearon música generada por computadora para “Spore”, el juego de Will Wright, en donde la música cambiaba según lo que sucedía entre el jugador y el juego.

Chilvers comenta que el “se golpeaba la cabeza contra la pared por meses” mientras aprendía cómo diferentes nuevas tecnologías funcionaban y pensaba cómo se podían asociar con la música. Pero con HoloLens, el motor de juego Unity 3D entre plataformas realiza todo el trabajo pesado, así que “ahora tengo que ser mucho más creativo y menos técnico, lo que me encanta”.

Patrick Sebring, quien maneja el equipo de diseño de prototipos para Windows Mixed Reality, comenta que sólo tomó media hora implementar el plan de Eno y Chilvers en un dispositivo HoloLens. “Fueron capaces de tomar nuestros ejemplos de código abierto y crear una experiencia inmersiva increíble”, menciona Sebring. “Lo genial de este proyecto es su naturaleza colaborativa y su belleza tan simple. Toda la experiencia es un gran uso de la tecnología”.

Los dispositivos de RA como HoloLens son sobre tecnología y computadoras que se adentran al mundo de las personas, en lugar de forzar a la gente a que se adentre al mundo de las computadoras, comenta Chilvers.

“No tiene cables y es único, y crea un nuevo canal para imaginar el arte”, menciona. “Hay todo tipo de experiencias que antes no habíamos imaginado. Apenas hemos comenzado a rascar la superficie de posibilidades alrededor de la música y la tecnología”.

Foto principal: Visitantes de “Bloom: Open Space” usan diademas HoloLens y “pinchan” burbujas 3D para darles vida y crear un colorido jardín sonoro de burbujas y tonos. (Foto por Drew Reynolds)

GIF cortesía de la aplicación “Bloom” de Brian Eno y Peter Chilvers, disponible para iPhone.