Cómo la IA cambia las artes y la cultura
Si le preguntaran a la gente cómo la IA podría cambiar sus vidas, de inmediato pensarían en carros autónomos y chatbots. En un contexto de negocios, el incremento de eficiencias y la analítica avanzada de datos estarían entre las respuestas más probables.
Pero la IA también cambia las artes, para enriquecer las experiencias diarias de las personas, preservar la cultura y hacer más accesible el arte para aquellos que no pueden visitar una galería o sitio histórico por su cuenta.
En julio 2019, Microsoft anunció un nuevo y cuarto pilar para su portafolio de AI for Good, el compromiso de $125 millones a cinco años para utilizar la inteligencia artificial para enfrentar algunos de los desafíos más grandes de la sociedad. Este nuevo pilar se enfocará en AI for Cultural Heritage, y utilizará IA para trabajar con organizaciones no lucrativas, universidades y gobiernos para ayudar a preservar los idiomas que hablamos, los lugares en los que vivimos, los artefactos que atesoramos y reconocer a la gente que ha generado un impacto.
El programa se basará en esfuerzos previos incluidos aquellos en Nueva York, con el Museo Metropolitano de Arte y el MIT; y en París con el Musée des Plans-Reliefs; y en el suroeste de México, donde Microsoft se ha involucrado como parte de los esfuerzos continuos por preservar idiomas.
La IA también es una fuerza creativa capaz de componer música, escribir novelas y pintar cuadros. A continuación, les compartimos siete ejemplos sobre cómo IA enriquece nuestra vida cultural.
Visitas virtuales
Los grandes edificios y los sitios históricos del mundo pueden atraer a millones de turistas al año, pero mucha más gente sólo ha visto fotografías. Esto ha comenzado a cambiar.
Microsoft AI es utilizado para ayudar a preservar registros de sitios históricos y acercar a la gente a algunas de las maravillas del mundo. Equipos de la compañía francesa Iconem han utilizado cámaras y drones para crear modelos digitales 3D de sitios de interés desde Camboya a Siria.
En París, en el Musée des Plans-Reliefs, Microsoft se asoció con Iconem y HoloForge Interactive para crear una experiencia inmersiva que utiliza realidad mixta e IA que rinde homenaje al ícono cultural francés Mont-Saint-Michel, en la costa de Normandía.
Los visitantes pueden interactuar con las exhibiciones y descubrir información e historias sobre el sitio.
Acceso abierto
El Museo Metropolitano de Arte lanzó su iniciativa Open Access en 2017, en la que pone disponibles en línea para todas las personas, todas las imágenes y datos relacionados con obras de arte de dominio público en su vasta colección. De manera reciente, el Met colaboró con Microsoft y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para ayudar a llevar esta iniciativa al siguiente nivel, y utiliza inteligencia artificial para explorar nuevas maneras para que las audiencias globales descubran, aprendan y creen con una de las colecciones de arte más importantes del mundo.
Preservación del idioma
En el mundo hay más de 7 mil idiomas, un tercio de los cuales todavía son hablados por menos de mil personas. En el suroeste de México, Microsoft está involucrado como uno de los socios de comunidad en los esfuerzos por preservar los idiomas hablados en la región, en específico el Maya de Yucatán y el Otomí de Querétaro. A través de IA, Microsoft ha ayudado a proteger a los idiomas en peligro.
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Interpretar expresiones
Expresiones enigmáticas como las de la “Mona Lisa” o la mirada de las caras de incontables estatuas de Buda, invitan al espectador a especular sobre qué pensaban o sentían esos sujetos.
Pero los investigadores en Japón han comenzado a revolucionar la manera en que pensamos sobre este fenómeno, a través de software de reconocimiento facial. Utilizaron la API de Azure Cognitive Services Face para analizar 200 estatuas de Buda, incluidas las misteriosas expresiones del Buda Ashura en el Templo Kofukuji en Nara.
De manera tradicional, las estatuas de Buda habían mostrado rostros carentes de emoción. Pero en su creación, los rostros de las estatuas Kofukuji podrán haber estado influenciadas por el estado de ánimo de su escultor y podría llevar rastros detectables de emoción, que es lo que busca investigar el proyecto. La meta del proyecto era “brindar a la gente los medios para reafirmar la belleza del budismo”, de acuerdo con el profesor Syun’ichi Sekine.
Más allá de los esfuerzos de Microsoft, estas son sólo algunas de las maneras en que IA ya ha comenzado a cambiar las artes:
Escritores robóticos
En 2019, OpenAI anunció que había creado un algoritmo de lenguaje que podía escribir texto que no se podía distinguir del que había sido escrito por un humano. El programa GPT-2 no ha sido lanzado como una versión entrenada por completo, pues sus creadores comentan que están preocupados por las potenciales “aplicaciones maliciosas de esta tecnología”.
Ya sea que la preocupación esté justificada o no, la IA ya ha escrito tanto noticias como ficción. En 2014, el Los Angeles Times reportó sobre un terremoto que había sufrido la ciudad, con un artículo generado de manera automática por su algoritmo Quakebot. Y el Guardian Australia ha realizado un experimento para publicar un artículo escrito por un programa llamado ReporterMate. Tales desarrollos tienen la intención de producir notas directas con la menor intervención humana posible, lo que deja al equipo editorial y a los reporteros libres para enfocar sus esfuerzos en actividades más complejas o matizadas, como investigaciones o piezas de opinión.
La IA también ha sido acreditada en la escritura de su primera novela, “1 the Road”, el recuento de un viaje por carretera escrito por una computadora conectada a un GPS, micrófono y cámara.
Pintar a través de números
En octubre de 2018, la venta de la pintura “Portrait of Edmond de Belamy” en $432, 500 dólares sorprendió al mundo del arte. El “artista” fue un algoritmo utilizado por el colectivo Obvious, ubicado en París. Los miembros del colectivo alimentaron miles de imágenes en una computadora, la cual luego utilizó lo que había aprendido para crear una imagen original.
La venta avivó debates sobre lo que constituía el arte y si los artistas humanos serían reemplazados por máquinas de manera eventual. Pero las personas detrás de Obvious están lejos de ser los únicos que utilizan IA para crear piezas de arte. La Galería HG Contemporary en Nueva York ha organizado una exhibición llamada “Faceless Portraits Transcending Time”, que presenta obras producidas por un programa de IA llamado AICAN.
Componer melodías y letras
La IA ha sido utilizada en la música por décadas. En 1956, Lejaren Hiller utilizó una computadora para que le ayudara a componer “Illiac Suite for String Quartet”. Y el influyente productor Brian Eno ayudó a crear un género llamado música generativa.
Hoy en día, la IA es utilizada para escribir la llamada música funcional para clientes comerciales como la industria de los videojuegos, con el tiempo y el ambiente configurados para seguir el paso de los cambios durante el juego.
Otro impacto que la IA ha tenido en la música es en el uso de algoritmos que crean listas de reproducción en servicios de transmisión en línea. Estos no solo eligen lo que millones de suscriptores escuchan, también han comenzado a introducir en esas listas música escrita por IA.
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