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Global Garden: La historia de cómo la visión de un hombre para alimentar a su familia floreció en un esfuerzo internacional

Hace nueve años, Dennis McClung tenía una deteriorada piscina y una ambiciosa meta: plantar un jardín que pudiera brindar un sistema de alimento auto sustentable para su familia.

McClung y su esposa transformaron el pozo vacío de cemento detrás de su hogar en Mesa, Arizona, en un ecosistema de circuito cerrado lleno de vida, con vegetales y gallinas, e incluso un estanque con tilapias. La innovadora granja urbana pronto comenzó a producir suficiente comida para alimentar a la pareja y a sus tres pequeños niños, lo que redujo sus cuentas mensuales de despensa casi a la mitad.

Pero lo que McClung consiguió después es aún más notable.

Sin entrenamiento formal, sólo mucha creatividad, trabajo duro e inventiva, McClung ahora ayuda a gente de todo el mundo a construir sistemas de alimentos resistentes al clima y con una alta productividad. Desde que lanzó su organización no lucrativa, Garden Pool, en 2012, el experimento en el patio trasero de McClung ha florecido en una operación multifacética que colabora con gobiernos extranjeros sobre sustentabilidad alimenticia, opera programas públicos de librerías de semillas, ofrece clases y talleres, desarrolla un sistema de purificación de agua a través de energía solar y de manera más reciente, trabaja en una aplicación de HoloLens diseñada para ayudar a los usuarios a construir sistemas alimenticios personalizados.

Garden Pool brinda al público semillas gratuitas de jardín en sus cuatro librerías de semillas en Arizona.

La organización, que inauguró un escaparate en Mesa en julio de 2018, el cual vende comida fresca directo de la granja y materiales de jardinería, tiene un equipo central de alrededor de 20 empleados, además de más de 1,600 voluntarios a nivel mundial, y trabaja en proyectos en alrededor de 40 países.

“Ahora ya no se trata de mi familia”, comentó McClung, de 38 años. “Se trata de ayudar a tanta gente como sea posible”.

Aunque los métodos de agricultura de McClung sean de baja tecnología, la que utiliza para impulsar su organización no lo es. Utiliza Windows 10, Office 365 y un dispositivo Surface para diseño gráfico, investigación, propuestas y mercadotecnia; colabora con empleados y voluntarios de manera remota a través de Microsoft Teams; y utiliza Skype para enseñar un curso de modelado en 3D a los pasantes.

El foco de McClung en ayuda internacional comenzó después de que dio un recorrido de la operación en su patio trasero a un grupo de doctores de Naturopaths Without Borders, que tienen su base en Mesa. Los doctores preguntaron si McClung podía ayudar con los esfuerzos para la reconstrucción en Haití después del devastador terremoto de 2010, así que reunió a un grupo de voluntarios y viajaron al país caribeño en 2014, donde enseñaron métodos de agricultura a los locales y ayudaron a establecer un sistema de recolección de agua de lluvia y un jardín en la azotea con un estanque con peces, un corral de cabras, un gallinero y un horno solar. Regresó a Haití dos años después, para construir duchas y baños en un campo de refugiados y para establecer un jardín y un gallinero.

Haití fue la primera experiencia de trabajo para McClung fuera de los Estados Unidos. “Desde entonces”, comenta, “he estado enganchado”.

La organización abrió un nuevo escaparate en julio que vende alimentos frescos de la granja y materiales de jardinería.

Pronto, siguieron otros proyectos. En la prisión Golden Grove en Trinidad, donde los reclusos cuidan un jardín cerrado en un campo al que llevan regaderas de ida y vuelta en un calor abrazador, McClung estableció un sistema de recolección de agua para irrigación y un estanque de peces y agrego agricultura vertical (donde se cultivan plantas en capas apiladas en lugar de hacerlo en el piso) para impulsar la producción del jardín. Los administradores de la prisión estaban tan entusiasmados por los cambios que solicitaron su propia sesión de entrenamiento.

“Dijeron que el proyecto sirvió como modelo para ellos para hacer lo mismo en sus propias granjas”, comentó Chaney St. Martin, especialista internacional en gestión de agua y suelo para el Instituto Interamericano para la Cooperación en Agricultura (IICA, por sus siglas en inglés), que se asoció con Garden Pool en el proyecto de Trinidad y algunos otros en el Caribe.

Voluntarios de Garden Pool y residentes locales trabajan en un proyecto en un campo de refugiados en Haití.

St. Martin, que vive en Trinidad, conoció a McClung en una conferencia hace unos años. Los dos comenzaron a platicar y decidieron trabajar juntos en el Caribe. Cuando el Huracán Irma atravesó la región en septiembre de 2017, y devastó varias islas, ellos vieron la oportunidad de ayudar. McClung, sin las trabas de la burocracia de una organización de gran tamaño, movilizó recursos de manera rápida y llegó al lugar para trabajar con IICA, comentó St. Martin.

“Era un esfuerzo tremendo. Si entiendes el contexto del Caribe, la gente tiende a sospechar cuando llega una organización externa”, comentó. “Pero Dennis pudo llegar y mezclarse de manera sencilla con la cultura. La gente amó el trabajo que hizo”.

‘La mejor opción’

La pequeña isla de Barbuda sufrió los peores daños durante el Huracán Irma, con un estimado de 90 por ciento de estructuras destruidas. La única escuela secundaria de la isla, Sir McChesney George Secondary, estaba aún de pie, pero su operación agrícola, que incluía una granja de gallinas que brindaba la mayoría de los huevos consumidos en la isla, estaba destruida en su mayor parte.

McClung se asoció con IICA y la Organización de Estados Americanos para reconstruir la operación agrícola en la escuela y hacerla resistente a tormentas futuras. Él instaló paneles solares para que la granja no tuviera que apoyarse en la red eléctrica para dar energía a sus bombas, e introdujo cubetas de clonación para cultivar plantas desde virutas, un método más rápido y confiable que cultivar con semillas.

También implementó un sistema granja vertical con canaletas plásticas de lluvia que pueden ser desmanteladas de manera sencilla y se pueden mover a interiores en caso de que se aproxime una tormenta, para luego volver a colocarse. Estas canaletas son apiladas una sobre otra para que el agua corra para alimentar a las plantas debajo, y las plantas crecen dentro de cocos, que son estériles y mantienen la humedad.

Ahora no se trata de mi familia. Se trata de ayudar a cuanta gente sea posible.

Los cambios, comentó el director John Mussington, ayudarán a mejorar la seguridad de los alimentos para la isla, la cual al apoyarse en los productos importados la vuelve vulnerable.

“Al enfrentar la devastación del huracán, era un momento ideal para repensar todo el sistema”, comentó. “Lo que Garden Pool e IICA ofrecieron fue la mejor opción en términos de soluciones para avanzar, con el conocimiento de que recibiremos más tormentas”.

Garden Pool también donó una impresora 3D y enseñó a los estudiantes y staff a utilizarla. La escuela reabrió en febrero de 2018, y Mussington comenta que la asistencia de McClung ha mejorado de manera increíble sus operaciones en agricultura. En lugar de importar costosas semillas, la escuela ahora clona sus propias plantas. En lugar de esperar semanas para instalar o que otra parte sea ordenada o entregada, la escuela puede utilizar su impresora 3D para fabricarla.

“Garden Pool hizo progresar el programa de manera importante en términos del enfoque que utilizamos”, mencionó Mussington. “Ellos ayudaron mucho en términos de esa transferencia tecnológica: hacer las cosas de manera más eficiente y generar una mejor producción”.

Ese enfoque más simple significa trabajar con cualquier material disponible, ser ingeniosos y adaptarnos conforme se requiera. Casi no había presupuesto para el proyecto de la prisión en Trinidad, comenta McClung, así que en lugar de utilizar un revestimiento prefabricado para el estanque de peces, él fabricó uno con la mezcla de cemento y arena. Construyó las bombas del estanque con tuberías de respuesta y utilizó unos bloques viejos de cemento para crear tarimas elevadas para el jardín.

El sistema de Garden Pool utiliza cultivo vertical, en donde se colocan plantas en capas apiladas para maximizar el espacio y la producción.

“Tuvimos que ser muy creativos con esto, porque la prisión no tenía presupuesto”, comentó sonriente McClung. “Sólo vimos lo que teníamos, y nos pusimos creativos”.

‘Una persona en verdad genuina’

McClung es en su mayoría autodidacta, ha aprendido a través de la investigación y de algunos entrenadores y mentores que ha conocido a lo largo del camino. Sus antecedentes, comenta St. Martin, hacen de McClung un embajador y profesor bastante efectivo.

“Creo que porque Dennis ha trabajado en áreas tan diferentes y ha progresado casi por su cuenta, debido a su curiosidad e interés, le ayudan a transmitir mejor su trabajo”, comentó. “Su emoción es contagiosa, y tiene la capacidad de relacionarse con la gente a cualquier nivel. Es una persona bastante genuina que pone la preocupación por la gente al centro de cualquier cosa que hace”.

McClung es en su mayoría autodidacta, ha aprendido a través de investigación y mentores.

McClung ha volteado hacia la recolección de datos para validar y cuantificar sus modelos para la agricultura sustentable. Trabaja con gobiernos en países donde Garden Pool ha realizado proyectos para recolectar datos en campos agrícolas, productividad y costos, y se ha asociado con Joel Cuello, profesor de ingeniería agrícola y biosistemas en la Universidad de Arizona y un experto en agricultura vertical, para el proyecto con HoloLens.

A través de conjuntos de datos de su trabajo, McClung y Cuello planean desarrollar una aplicación para HoloLens que permitirá a los usuarios seleccionar un modelo de sistema alimenticio y escalarlo en un espacio en particular. La aplicación les dirá cuánto costará el proyecto, qué materiales se necesitan y cuánto producirá. La meta es tener un prototipo para finales de 2019, comentó Cuello.

“Esto va a ser una poderosa herramienta para la educación”, comentó. “Y para el sector privado, será también poderoso, porque podrán visualizar todo. Les permitirá identificar problemas y retos potenciales”.

Un equipo de voluntarios construyó un sistema Garden Pool de tamaño comercial para una misión en República Dominicana.

En estos días, McClung se ha enfocado cada vez más en el desarrollo de capacidad internacional. La primera oficina internacional de Garden Pool abrió en IICA en Trinidad a inicios de octubre de 2018 y McClung trabaja en una propuesta de asociación para Egipto. A finales de 2017, Garden Pool se asoció con IICA y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) para construir granjas acuapónicas (que combinan la crianza de peces con el cultivo de plantas sin tierra) en una base experimental dirigida por el Ministerio de Agricultura en Neves, que también fue golpeada con fuerza por el Huracán Irma. La iniciativa, que busca mejorar la seguridad de los alimentos y reducir la dependencia de alimentos importados, será utilizada para demostraciones y entrenamientos.

McClung y su equipo también trabajan en planes para una granja en interiores y un centro comunitario en Puerto Rico que producirá energía, electricidad, agua y alimentos. Ellos buscan hacer el diseño del centro de código abierto para que pueda ser replicado en otros lugares. McClung ha creado diferentes inventos en código abierto, incluido sus sistema de purificación de agua y las cubetas de clonación aeropónica que diseñó. Él ve compartir información como algo crítico para la meta definitiva de Garden Pool de promover la seguridad alimentaria global.

“Nadie en el planeta debería pasar hambre con la tecnología que tenemos a disposición ahora”, comentó. “Es sólo cuestión de utilizarla de manera eficiente y propagarla para aquellos que la necesitan”.

“El hecho de que cambiemos al mundo es más importante para mí que ser rico o llevarme la fama y la gloria por este hecho”, comentó McClung. “Prefiero compartir el conocimiento para que otros lo puedan hacer por su cuenta”.

Foto principal: Dennis McClung, fundador y CEO de Garden Pool. Foto por Justin Bastien. Todas las imágenes cortesía de Garden Pool.