Trabajos del futuro: Enseñar empatía a la inteligencia artificial
empatía
/ˈɛmpəθi/
sustantivo
La capacidad de entender y compartir los sentimientos con otra persona.
En un mundo de toques, de desplazamientos a izquierda o derecha, me gusta y compartir, la capacidad de tener empatía con los demás se mantiene como una parte vital de nuestras vidas diarias. Desde consolar a un amigo, a compartir el dolor de un niño enfermo, la empatía es una habilidad vital que desarrollamos durante la infancia.
Ahora, gracias a los avances en la tecnología, estamos en una etapa donde podemos pensar sobre la importancia de la empatía en las máquinas. La Inteligencia Artificial (IA) se ha vuelto una presencia cada vez mayor en nuestras vidas diarias, ya sea la asistente de voz en su teléfono, o los complejos algoritmos utilizados para combatir enfermedades.
La manera en la que diseñamos interacciones con los sistemas de IA y los resultados que estos brindan deberían ser considerados de manera razonada, y en el futuro, la responsabilidad de diseñar empatía artificial podría ser responsabilidad de un empatólogo – un trabajo que todavía no existe.
Pasamos algún tiempo en discutir el impacto e importancia de la empatía en los sistemas de IA y los posibles roles que un empatólogo podría jugar un día con Michael Banissy, profesor y jefe del departamento de psicología en Goldsmiths, Universidad de Londres, y Chris Edgar, investigador de beca de postdoctorado en el Laboratorio Banissy.
Su investigación aborda cómo la gente percibe, interpreta e interactúa con los demás, para ofrecer una perspectiva académica única que va más allá de solo el campo de la tecnología. Esperamos que encuentren valor en la siguiente discusión, y nos encantaría leer sus comentarios en @MSEurope.
La necesidad de la empatía
La empatía es una parte fundamental de nuestras vidas. Contribuye a la colaboración y la colaboración, y trasciende culturas, comportamientos sociales y bienestar. De acuerdo con Banissy, “Los humanos son seres sociales. Si en verdad quieres pensar sobre desarrollar tecnología como IA, creo que es crucial que la empatía esté involucrada en algún grado”.
Un sistema de IA con la capacidad de tener empatía podría brindar interacciones más naturales podría proporcionar interacciones más naturales, al mismo tiempo que toma decisiones que toman en cuenta nuestros estados de ánimo y sentimientos. “Según el tipo de información que quieran que la tecnología transmita, cómo quieren que los individuos reaccionen a ella, o cómo predicen que va a reaccionar, van a necesitar entender su estado actual”, comentó Edgar. “De una manera, su estado emocional les dará alguna pista sobre cómo podría responder”.
Los asistentes de voz son un buen ejemplo. La manera en la que entregan información podría ser modulada para responder de manera apropiada al estado emocional actual de un individuo, lo que resulta en una experiencia más natural. Esto, sin embargo, no es una tarea sencilla. Aunque es posible para el aprendizaje automático diferenciar entre, por ejemplo, sonrisas y fruncimiento de ceños, la realidad es que podemos llorar de felicidad, o sonreír con frustración, según nuestro estado de ánimo y personalidad de cada uno.
“En la actualidad, los algoritmos de aprendizaje automático son bastante buenos en reconocer algunas pistas psicológicas o de comportamiento que están asociados con estados emocionales específicos”, explicó Edgar. “Sin embargo, si revisan las teorías más sofisticadas de emociones, y cómo estas son producidas – hay una gran variedad de ellas, y no hay una que sea la correcta – son mucho más complicadas. No es tan simple como reconocer el tono de voz, postura, o expresión facial de una persona – hay mucho más que eso”.
Como alguien con experiencia académica en empatía, un empatólogo podría entonces utilizar su experiencia para desarrollar la comprensión de diferentes matices emocionales de los sistemas de IA, mientras se trabaja en mejorar los algoritmos para entender mejor las pistas emocionales de los usuarios individuales. En última instancia, ellos podrían ayudar a los sistemas a ir más allá de solo medir el nivel superior de las expresiones.
La importancia de la diversidad
La diversidad es considerada como una de las bases más importantes de cualquier equipo exitoso, con diferentes puntos de vista y experiencias que se reúnen para genera mejores resultados finales. Para reflejar esto, un sistema de IA es tan bueno como el modelo sobre el cual ha sido construido – si es alimentado con un rango limitado de datos, su funcionalidad estará limitada.
Eso por esto que el rol de un empatólogo podría probar ser vital. Los diferentes puntos de vista y conocimiento que brindan ayudarán a asegurar que los sistemas se diseñan con algo más que solo un ángulo tecnológico.
Banissy comenta que “Si piensan sobre esto de manera más amplia, creo que se trata de alguien que puede traer la información de valor de rangos complicados de fuentes, para ayudar a los equipos de desarrollo de IA de la manera más eficiente. Hay todos estos diferentes modelos, todas estas perspectivas diferentes, y es muy fácil confundirse. Sería muy útil traer a alguien con experiencia, que pueda ayudar a entender los diferentes componentes de lo que es más crucial. Es muy agradable trabajar con diferentes perspectivas, porque te hacen pensar en los problemas de manera diferente. Esa es la parte esencial de un equipo con una alta colaboración e innovación”.
Diseñar un sistema con un equipo más diverso y alimentarlo con un rango diverso de datos resultará en algoritmos que podrán predecir o reconocer emociones de manera más precisa, tal como existen en el mundo real, mientras que al mismo tiempo brindan una funcionalidad más significativa como resultado.
Impacto social
En un nivel básico, hay un valor a partir del puro desafío científico y tecnológico de construir un sistema de IA que sea capaz de ser empático con otros de una manera creíble. Sin embargo, más allá de sistemas que brindan información, realizan tareas administrativas o realizan predicciones basadas en datos, un empatólogo también podría ayudar a crear sistemas diseñados para tener un impacto positivo en nuestras emociones.
En palabras de Banissy, “Como investigador de la cognición y la empatía sociales, una de las cosas más grandes en mi campo es que la salud social es una característica crucial en la vida. Por ejemplo, sabemos que la soledad puede tener efectos muy negativos en la salud y en el bienestar, así que desarrollar un sistema que pueda brindar alguna manera de facilitar o brindar beneficios de salud social podría tener beneficios increíbles”.
Aunque el rol de un empatólogo aún no ha sido definido de manera concreta, visualizar el potencial de este rol y el impacto que podría tener en sistemas futuros de IA nos permite pensar sobre nuevas aplicaciones y posibilidades para el rol que jugaría la IA en nuestras vidas. Persona o máquina, es un futuro que vale la pena esperar.