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Transformación digital para organizaciones no lucrativas: El negocio de hacer el bien con los datos

El rápido ritmo de la tecnología ha comenzado a cambiar cómo vivimos, trabajamos y jugamos. Pero, ¿También puede cambiar cómo donamos y ayudamos a los demás?

Justin Spelhaug cree que sí… es su misión. Después de años de trabajar con clientes comerciales en los Estados Unidos y Asia, ahora lidera Technology for Social Impact (TSI): un grupo dentro de Microsoft que ha comenzado a reiniciar cómo las organizaciones no lucrativas, grandes y pequeñas, operan para que puedan prosperar en un mundo digital.

“Me gusta pensar en mí como uno de los jefes defensores de negocios sociales dentro de Microsoft. Trato de encontrar maneras de combinar la tecnología y los modelos comerciales, para que tengan un impacto social”, comentó en una entrevista reciente durante una visita a Singapur. “Mis dos padres trabajaron en organizaciones no lucrativas y en servicios sociales, así que el deber siempre ha estado en mi ADN. No podría estar más feliz. Esto es justo lo que quiero hacer”.

Justin Spelhaug (derecho) y Ng Herk Low, director ejecutivo adjunto de SG Enable, en Enabling Village en Singapur. Foto: Geoff Spencer

El punto de partida de Spelhaug es este: La transformación digital puede impulsar el impacto, desempeño, y viabilidad de cualquier organización, desde grandes corporaciones a empresas pequeñas y medianas, a oficinas de gobierno, e incluso las organizaciones no lucrativas más esbeltas y modestas. Y, mientras que las organizaciones no lucrativas están en el negocio de hacer el bien, comenta, innovar cómo gestionan a los donantes, voluntarios y beneficiarios puede desbloquear un tremendo valor e impacto.

Sin embargo, la realidad es por lo general diferente. Muchas organizaciones no lucrativas sufren para salir adelante. Sus recaudaciones están limitadas y están atadas al papel, a nivel estructural y tecnológico. Con una capacidad limitada para generar datos significativos, carecen de un firme entendimiento de cómo se desempeñan o cuáles son sus costos en realidad. No están seguras qué programas realizan bien y qué podrían hacer mejor. La seguridad alrededor del mantenimiento de registro puede ser irregular y vulnerable. Las arcaicas y laboriosas tareas administrativas, así como la presión de la constante recaudación de fondos, pueden atar a los especialistas y voluntarios, alejándolos de enfocarse en su real misión: ayudar a los demás.

Esto podría significar que los beneficiarios no reciban la asistencia que requieren, mientras que muchos donantes en ocasiones se quedan en el vacío.

“En el mundo comercial, una compañía debe mantener informados a sus inversionistas”, explicó Spelhaug. “En el mundo de las organizaciones no lucrativas, los donantes son los inversionistas clave, y muchos demandan una mayor óptica antes de comprometer fondos a una causa”.

Una significativa parte de la solución radica en la transformación digital que está centrada en los datos. “Tal como la nueva moneda en las empresas privada son los datos, la nueva moneda en la industria de las organizaciones no lucrativas son los datos”.

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Moverse de desorganizadas montañas de papeleo a fuentes de datos coordinadas y seguras, no sólo transforma las labores internas de una organización no lucrativa, puede salvar su reputación con donantes y agencias de gobierno.

Social Innovation Foundation en Tailandia, por ejemplo, ayuda a la gente con discapacidades a encontrar trabajos. Pero por años batalló para cumplir sus metas porque su equipo lidiaba con los retos de recopilar miles de documentos en papel y asegurarse que pilas de formas fueran llenadas de manera precisa. Ahora, con la transformación digital, han avanzado. Con Dynamics 365, buscan escalar en el futuro de completar unos cientos de casos al año a más de 10 mil.

El poder de los datos a través de la transformación digital también puede crear nuevas maneras de hacer las cosas. En una compañía esto significaría lanzar un nuevo servicio o línea de producto. En una organización no lucrativa, podría llevar a maneras en total nuevas de entregar ayuda.

“Los datos son clave para en verdad entender dónde puedes tener un impacto. Te dicen el costo por programa de entregar ese impacto, y cómo puedes escalar ese impacto en nuevas maneras. Con eso, un equipo de liderazgo de una organización no lucrativa puede adoptar un enfoque diferente en cómo pueden innovar y producir nuevos modelos digitales dentro de su misión social”.

Tomen por ejemplo a Medical Teams International, una organización global de ayuda ubicada en Estados Unidos, que en la actualidad trabaja en todo el mundo, incluida Asia, en proyectos como la prolongada crisis de refugiados Rohingya en Myanmar y Bangladesh.

Comenzó como una operación que por mucho tiempo estuvo basada en papel que brindaba servicios médicos básicos para gente desplazada. Pero una vez que comenzó a digitalizar a sus pacientes y otros registros, se dio cuenta que tenía datos en tiempo real que, con analítica avanzada en la nube, podía ayudar a identificar tendencias de enfermedades.

“A partir de los datos pueden ver cuando comienza a aparecer. A partir de esto, pueden actuar y adelantarse al estallido de un brote. Pueden ir a una villa o campo y conversar con la gente acerca de prevención: nebulización, disposición de fuentes de agua estancada, proveer redes contra mosquitos, y más. Utilizan los datos como una herramienta primaria para dirigir su programación y los datos salvan vidas”.

Justin Spelhaug (izquierda) y Ng Herk Low, director ejecutivo adjunto de SG Enable, at the Enabling Village en Singapur. Foto: Geoff Spencer

Mientras, nuevas tecnologías digitales han comenzado a llevar a la creación de soluciones prácticas que de manera potencial pueden cambiar las vidas de personas desprotegidas. Durante su visita a Singapur, Spelhaug recorrió la ciudad-estado de Enabling Village, que, entre muchas otras cosas, explora cómo la tecnología y nuevos dispositivos pueden impulsar a la gente con discapacidades y brindar carreras satisfactorias y estilos de vida más independientes. De manera reciente, los voluntarios de Microsoft ayudaron a “mapear” alrededor de 700 objetos y características en su campus en una plataforma generada por la comunidad, llamada OpenStreetMap. Actúa como una fuente de datos que alimenta aplicaciones como SoundScape, que facilita a la gente con discapacidad visual a moverse de manera independiente a través de pistas auditivas en 3D.

La transformación digital también ha ayudado a Thai Red Cross Society a convertirse en un empleador más inclusivo. Después de mover sus operaciones a la nube con la ayuda de Microsoft, pudo contratar a 100 trabajadores con discapacidades. También en Tailandia, Social Innovation Foundation utiliza tecnología digital para ayudar mejor a encontrar empleo a la gente con discapacidades. Antes enfrentaban un reto masivo de papeleo. Ahora utilizan Microsoft Dynamics 365, el cual esperan incremente de manera importante su tasa de manejo de casos de unos cuantos cientos ala año a más de 10 mil.

Las soluciones digitales en administración significan que Crossroads Hong Kong puede reunir mejor a aquellos en necesidad y a aquellos que quieren ayudar. La tecnología de Microsoft ha permitido a Crossroads reducir los costos operativos en un 50 por ciento y ahorrar tiempo significativo de procesamiento, pero más importante, generar un gran impacto en el mundo.

Con las recompensas obvias de la transformación digital y su prometedor potencial, ¿Por qué tantas organizaciones no lucrativas han tardado en adoptarla?

“En la actualidad hay barreras sistémicas en la industria”, explicó Spelhaug. Los equipos de TI en las organizaciones no lucrativas son la tercera parte del tamaño del equivalente a una organización comercial y batallan con solo llevar la organización. También, podrían estar presionados por los fondos. Y, el número de socios y proveedores de tecnología que quieren involucrarse con ustedes a través de un modelo asequible, que les permita escalar, podría ser muy limitado”.

Estos retos corren en todo el sector, pero las pequeñas organizaciones no lucrativas son las que tienen más dificultades. “Existen 4 millones de organizaciones caritativas alrededor del mundo. Noventa y ocho por ciento de ellas tienen menos de 50 personas en su equipo y la mitad de ellas tienen cero presupuesto de TI o nada”.

El camino por recorrer, comentó Spelhaug, es construir ecosistemas de socios para brindar soluciones sustentables y escalables. “Un buen ejemplo es TechSoup, que soporta a 900 mil organizaciones no lucrativas alrededor del mundo, incluidas muchas aquí en Asia Pacífico. Trabajamos para equipar a los socios como estos para ayudarles a ayudar a las organizaciones no lucrativas”.

En el ecosistema de socios correcto, las organizaciones no lucrativas pueden utilizar tecnología digital para recaudar fondos, mejorar la productividad, y acelerar la innovación que tendrá un mayor impacto en los problemas más apremiantes del mundo. “Mi equipo construye el tipo de ecosistemas robustos que hoy en día funcionan tan bien para los negocios, para ayudar a las organizaciones no lucrativas a moverse a la nube y brindarles el soporte que necesitan”.

Eso sucedió en Filipinas donde la organización Gawad Kalinga (GK) lanzó “Barangay Walang Iwanan” (BWI), una plataforma y ecosistema de organizaciones no lucrativas desarrollada en asociación con Microsoft. Cuando un desastre natural, como un huracán o terremoto, sucede, utiliza datos y comunicaciones para movilizar voluntarios y ayudar de manera directa cuando y donde más se necesite. Además, GK ayuda a las comunidades a recuperarse al relacionarlas con medios de vida sustentable vía BWI.

Adoptar tecnología también ha transformado la misión de Child Protection Unit (CPE), una operación conjunta entre Cambodian Children’s Fund y Cambodia National Police. La información y la colaboración son vitales para su lucha contra el tráfico de personas. Las herramientas basadas en la nube equiparon a sus oficiales para que accedieran a información y pudieran colaborar en movimiento, además de impulsarlos para ayudarles a encontrar a miles de niños que se extravían cada año.

Para el futuro, Spelhaug espera que los gobiernos en Asia Pacífico tomen un rol mayor en la creación de programas y plataformas comunes para ayudar a las organizaciones no lucrativas a ser más eficientes y efectivas, algo que ya ha comenzado a suceder en Singapur, Hong Kong, y Nueva Zelanda.

“Existe una increíble oportunidad para nosotros de asociarnos con gobiernos para construir plataformas tecnológicas de estándares comunes para la colaboración, gestión de donantes, recaudación de fondos, operaciones, recursos humanos, todo con un modelo común de entrega de servicio con una estructura común de precios bajos a la que todas las organizaciones no lucrativas puedan acceder”.

La misión de Spelhaug de llevar la tecnología más reciente y fuertes prácticas de negocios al sector de las organizaciones no lucrativas se refleja en cómo opera TSI. Como una empresa social práctica que genera una ganancia que después reinvierte en programas filantrópicos para hacer más bien social.

Descubran cómo las organizaciones no lucrativas incrementan su impacto con soluciones en la nube en https://www.microsoft.com/en-us/nonprofits

Para conocer más acerca de la labor de Microsoft Filantropías para construir un mejor futuro para todos en Asia, den clic aquí.