La transformación digital genera ha multiplicado las oportunidades, pero conlleva retos para las empresas y sus colaboradores, entre ellos el de la actualización constante y agilizada y la creación de nuevas habilidades.
La transformación digital ha cambiado como vivimos, estudiamos, nos comunicamos, compramos y trabajamos. La epidemia de salud púbica aceleró estos procesos y cambió en unos meses lo que hubiera tardado años en otras circunstancias. El mundo del trabajo no ha sido ajeno a estos cambios: mientras el mundo lucha para reducir el desempleo, el Foro Económico mundial estima que el mercado laboral global puede absorber aproximadamente 150 millones de nuevos empleos tecnológicos en los próximos cinco años, y que para 2030, el 77% de los trabajos requerirán habilidades digitales.
Esta nueva realidad requiere un cambio de paradigma para todos los actores: las empresas que buscan talento están enfrentando dificultades para encontrarlo. Se estima que solamente el 33% de la demanda de talento en tecnología está encontrando el personal adecuado y las empresas están cambiando las maneras en que contratan: tienen la opción de buscarlo en el mercado global (las ofertas de trabajo remoto se han multiplicado por 7 en la plataforma LinkedIn), o deciden contratar talento puntualmente, para apoyar proyectos específicos.
Para quienes buscan empleo, esta demanda creciente de habilidades digitales requiere de aprendizaje permanente para mantenerse competitivos, pero también una gran oportunidad de reinventarse y encontrar nuevos empleos de calidad. Para los gobiernos, el desafío es cómo acompasar su oferta educativa con las necesidades de habilidades tecnológicas e integrarlas a sus currículos, desde la educación básica hasta la superior. Finalmente, a las mismas empresas les corresponde desarrollar las capacidades de entrenamiento para garantizar que sus colaboradores desarrollen las nuevas habilidades que requieren sus operaciones en una economía cada vez más digital.
El papel de la empresa privada puede ser determinante para cerrar estas brechas. Para enfrentar estos desafíos, Microsoft decidió actuar en los tres frentes: apoyando a quienes buscan empleo, aliándose quienes forman el talento y ofreciendo a sus propios colaboradores los recursos para que su aprendizaje y su crecimiento sea constante.
Para quienes buscan empleo, Microsoft ha puesto a disposición del público sus plataformas de aprendizaje Microsoft Learn, LinkedIn Learning y GitHub Lab. Las tres plataformas ofrecen formación gratuita en las habilidades más requeridas por el mercado -como lenguajes de programación, desarrollo web, gestión de proyectos, hasta tecnologías avanzadas como Big Data o Inteligencia Artificial-, o en habilidades blandas. Los cursos técnicos pueden culminar con una certificación reconocida por la industria. Más de 70 mil centroamericanos y 62,731 costarricenses han podido aprovechar estas rutas de aprendizaje, y en el mundo ya han sido más de 30 millones los beneficiados con esta iniciativa.
En el frente de los sistemas educativos y los gobiernos, para acompasar la oferta y la demanda laborales y ayudar a luchar contra el desempleo, Microsoft se ha aliado con gobiernos, escuelas y universidades para desarrollar programas conjuntos de entrenamiento en las habilidades de mayor demanda en el mercado. En Costa Rica, algunos ejemplos ilustran esta iniciativa: desde la formación de los maestros del Ministerio de Educación en tecnología para la educación híbrida, hasta la reciente alianza con el INA para la formación y certificación conjunta en tecnologías de punta, que busca generar el talento digital necesario para asegurar la transformación y competitividad de Costa Rica. En el mismo sentido va el diplomado conjunto en Transformación Digital que Microsoft Y Universidad Latina han creado, que busca preparar a los profesionales para que puedan aprovechar las oportunidades de la Cuarta Revolución Industrial.
Finalmente, para atender sus propias necesidades de actualización y reentrenamiento, Microsoft no sólo ofrece, sino que requiere de sus colaboradores una mentalidad de aprendizaje constante. Los colaboradores usan la misma plataforma Microsoft Learn que está abierta al público y allí deben completar mensualmente los programas de formación y certificación que han sido diseñados de acuerdo con sus roles, y que van desde ética, seguridad y privacidad hasta entrenamientos avanzados en computación en la nube o inteligencia artificial. Estas capacitaciones permanentes permiten que los empleados tengan un crecimiento constante y un desarrollo óptimo de su carrera, y garantizan que se mantengan al día en el siempre cambiante mundo de la tecnología y la innovación. Después de todo, el buen ejemplo debe comenzar por casa.