Por: Kevin Scott, vicepresidente ejecutivo y jefe de tecnología en Microsoft.
Tengo la edad suficiente para haber experimentado varias y diferentes olas de transformación traídas por la tecnología digital. Cuando era niño, la revolución del cómputo personal capturó mi imaginación y energía con los videojuegos y la programación y con nuevas maneras de crear y trabajar. Como adulto joven, las computadoras personales estaban en todos lados y el internet y la World Wide Web las conectaban, y lo más importante, la gente las utilizaba en maneras que permitían que la comunicación y la información fluyeran de manera libre, y para que trabajar, realizar actividades comerciales, para la creatividad y el esparcimiento se llevarán a cabo en diferentes y radicales maneras. En mis 30, el smartphone y un increíble ecosistema de aplicaciones y servicios extendió el internet a nuestros bolsillos para hacer más ubicuas nuestras conexiones a la información y entre los demás, para ayudarnos a navegar a través del mundo físico, para permitirnos comprar casi cualquier bien o servicio que pudiéramos pensar, para entretenernos en increíbles nuevas maneras, y para hacer más poderosa que nunca la colaboración para hacer nuestro trabajo.
Aunque es una gran cantidad de transformación en un corto periodo de tiempo, y la tecnología nunca había estado más presente en nuestras vidas, siento que apenas hemos comenzado. La siguiente ola – una que ya ha comenzado a suceder – viene cuando dispositivos conectados de bajo costo con poderosos sensores se vuelven en verdad ubicuos en todos nuestros ambientes físicos, y cuando esos dispositivos adquieren el poder suficiente para utilizar las técnicas de la inteligencia artificial (IA) para interactuar con sus alrededores y con la gente en ellos. A esta combinación de dispositivos conectados con poderosos sensores e IA la llamamos Entorno Inteligente. En 2018, compartí mis ideas de que el Entorno Inteligente se desarrollaría como una plataforma en los próximos años en maneras que nos sorprenderían por su amplitud y diversidad. Y ya lo ha comenzado a hacer.
El Entorno Inteligente ha probado ser la última milla en la convergencia de los mundos digital y físico – ya sea un dispositivo de realidad mixta como HoloLens que brinda a un técnica una superposición digital de analítica, diagnóstico y documentación para una pieza de equipo a la que dan servicio, o dispositivos inteligentes que hacen más responsivos e interactivos, más seguros y más eficientes los lugares donde vivimos, trabajamos y compramos. Las tecnologías del Entorno Inteligente ya han comenzado a hacer nuestros hogares más inteligentes, mejoran los cultivos de nuestras granjas, monitorean el ambiente, nos ayudan a navegar por nuestro trabajo de manera más efectiva, y mejoran nuestra salud y seguridad.
Estamos a la mitad de una revolución que es más que sólo altavoces inteligentes, cámaras de seguridad y termostatos inteligentes. Justo ahora, tenemos un exceso de 12 mil millones de dispositivos conectados a internet. Se prevé que para el fin de este año calendario, ese número se eleve a 20 mil millones. Anticipamos que miles de millones más de estos dispositivos se van a conectar a internet en los próximos años. Es un pensamiento abrumador. Este Internet de las Cosas (IoT) ya es muchas veces más grande que el universo de computadoras personales y smartphones combinados, y los dispositivos en él se vuelven más poderosos y más inteligentes cada día. Con la llegada de 5F, con su rendimiento más alto, menor latencia hacia la nube, y una densidad más alta de dispositivos en el entorno, es probable que veamos que el crecimiento del Entorno Inteligente se acelere aún más.
Tal vez no sea sorpresa que haya sido avivado por cada una de las grandes olas de plataformas tecnológicas que he experimentado de manera personal, desde PC, a internet, a smartphones. El Entorno Inteligente no es diferente. No puedo dejar de jugar con esas tecnologías, y me avergüenza un poco admitir que utilizo algunas partes de la plataforma del Entorno Inteligente para construir, de entre todas las cosas, una cafetera de aspiración con sifón. En lugar de pantallas y botones, mi máquina tiene una cámara, un micrófono, un altavoz, un pequeño cerebro digital y una conexión a la nube. Cuando enfocas tu atención en ella, lo nota, y preguntará “¿Quieres una taza de café?” Cuando respondes “Sí”, te guía a través del proceso de preparación con un diálogo corto. Y si lo quieres, te recordará a ti y tus preferencias para que puedas tener más rápido tu siguiente taza de café.
Mi máquina de café tal vez no sea viable a nivel comercial, y no deben confundir mi trabajo de fin de semana con un producto que tal vez un día aparezca en la tienda Microsoft. Pero algo que se ha vuelto muy claro para mí mientras construyo esta máquina es la siguiente: Las partes del Entorno Inteligente del dispositivo no son ni complicadas ni caras. ¡Me cuesta más diseñar una caldera de vapor segura que diseñar con IA! El hardware que utilizo para correr algo de la IA local es barato y disponible de manera fácil, y las técnicas de software que utilizo para dividir los cálculos de IA entre el entorno y la nube son bastante sencillos. Las plataformas de Entorno Inteligente y la Nube Inteligente que ya están ahí afuera para que todos las usen son ya bastante capaces. Y aunque para algunos, mi cafetera suene como un loco proyecto de ciencia ficción, hacerla realidad no se siente tan desafiante como se sintió escribir mi primer programa para PC, servicio de internet o aplicación móvil en los primeros días de esas plataformas.
Lo que más me emociona del Entorno Inteligente no es lo que ya hemos hecho, ni tampoco lo que imagino que podría hacerse con esta nueva plataforma, es más bien, lo que otros imaginarán y crearán mientras miles de millones de desarrolladores, emprendedores e innovadores comiencen a construir nuevos productos y negocios con esta tecnología. Dada la magnitud del crecimiento frente a nosotros, y el hecho de que la plataforma se vuelve más poderosa cada día, las oportunidades para creadores, emprendedores y negocios son enormes. Y como con cualquier plataforma exitosa, la medida real del éxito del Entorno Inteligente estará en la amplitud y diversidad de las cosas que se construyan sobre ella. Ahí, tengo una fe infinita en la visión y ambición de los demás.
El Reporte IoT Signals (una encuesta de investigación anual publicada por Microsoft) identifica tendencias clave en IoT que son relevantes para la industria. La encuesta, conducida por entrevistas individuales con más de 3 mil profesionales de IoT ubicados en Europa, Asia y Norteamérica, encontró que IoT es considerada como algo popular. Los negocios ven un tremendo valor y oportunidad en su capacidad de mejorar sus resultados finales a través de la adopción de IoT. Justo ahora, vemos avances significativos en lo que llamo un nuevo orden mundial con la desaparición de la Ley de Moore1 y el colapso de la escala de Dennard2. Esto significa que la computación ya no se ha vuelto barata al mismo tiempo de que el aprendizaje automático se vuelve un consumidor insaciable de poder computacional. Pero mientras este cambio impacta a las PC, todavía veremos algunos años donde el poder y las capacidades de cómputo de los dispositivos del Entorno Inteligente continuarán mejorando de manera exponencial sin mucho incremento en el costo.
Los dispositivos IoT que son parte del Entorno Inteligente brindan a los negocios información de valor sobre cómo transformar procesos para obtener eficiencias operativas, como mejorar el mantenimiento de equipo vital antes de una suspensión costosa de servicio y acelerar la innovación a la vez que mejoran de manera simultánea la seguridad, por citar un ejemplo. Conforme el panorama de IoT continúa su expansión, podemos contar con avances críticos en áreas que benefician a la humanidad, como atención médica, conservación sustentabilidad, accesibilidad y recuperación en caso de desastre.
