Por lo general cuando se habla de tecnología uno piensa en nuevos modelos de computadoras, smartphones, tabletas. En formas más rápidas y eficientes de trabajar, de comunicarnos, incluso de jugar. Pero en ocasiones no tomamos en cuenta que la tecnología nos puede ayudar a mejorar nuestras vidas e incluso nos puede ayudar a salvar algunas.
Hace unos días Chile sufrió un terremoto de gran magnitud, que incluso generó una alerta de tsunami a lo largo del Pacífico y provocó muertos y heridos, edificios destruidos y la evacuación de una gran cantidad de personas. Este tipo de situaciones generan movilizaciones de todo tipo: ayuda humanitaria, los servicios de emergencia que trabajan a marchas forzadas, y los gobiernos enfocan recursos para reestablecer servicios y dar atención médica a la gente que lo necesita.
Aquí es donde entra la tecnología. A través de diferentes plataformas y servicios, la tecnología puede ser un gran vehículo para ofrecer ayuda en caso de algún desastre natural. Desde ubicación de personas, mejor atención médica, repartición de ayuda y otras formas de apoyo que ayudan de alguna manera a que el impacto del desastre sea menor.
En el caso del terremoto de Chile, Facebook habilitó un servicio que permitía a los usuarios en la zona del desastre enviar una actualización de estado en forma de alerta para indicar que se encontraban bien. Esta alerta llegaba a los contactos de los usuarios y gracias a esto, fue más sencillo saber qué personas se encontraban después del terremoto.
Cuando se presenta un desastre natural, las líneas de comunicación se saturan o sea caen y es casi imposible comunicarse con nuestros seres queridos para saber cómo están y para avisar que nosotros estamos bien. En mi caso, pude saber casi de manera inmediata que algunos conocidos en aquel país se encontraban bien. Ahora imaginen que esa alerta les llegó también a familiares y amigos cercanos de esas personas.
También hace unos meses un fuerte terremoto se presentó en Nepal y causó gran destrucción. Microsoft ofreció llamadas gratuitas a móvil y fijo a Nepal y desde Nepal, además de donar efectivo, tecnología y servicios para asistir a los damnificados de aquel país. Al ser Skype una de las plataformas de comunicación más utilizadas en el mundo, este fue un gran esfuerzo para ayudar a las personas afectadas.
Estos son sólo dos ejemplos de las diferentes maneras en que la tecnología también puede ser utilizada para salvar vidas o para ayudar a personas en situaciones de emergencia. Incluso hay casos en Latinoamérica de desarrolladores que han construido aplicaciones que permiten mantener a la gente segura y que ya hemos compartido en el News Center de Microsoft Latinoamérica.
Como ven, la tecnología no sólo sirve para ser más productivos o para divertirnos, también puede ser un gran vehículo para ayudar a la gente a estar en contacto con sus seres queridos en caso de emergencia o desastre natural y para saber que ellos están bien.