Mientras utilizaba la versión beta para desarrolladores de Cortana en Atlanta para que me recomendara algún buen lugar para comer, me vino a la mente mi época de estudiante en la que tenía que teclear comandos en la computadora para que hiciera lo que le pedía.
Eran otros tiempos y la tecnología ha avanzado mucho, lo que antes solicitábamos a través de comandos escritos, ahora lo anticipan nuestros dispositivos, aplicaciones y servicios. Esto es conocido como aprendizaje de máquinas (Machine Learning) y es una especie de inteligencia artificial que permite a los dispositivos aprender sin tener que ser programados de manera explícita.
Pero ¿Cómo puede una máquina aprender? No se trata de un aprendizaje como el que nosotros somos capaces de recibir, al final tiene que ver con los datos que ‘ingresamos’ a los sistemas computacionales, aunque no sea de manera directa.
Piensen en las recomendaciones que reciben para ver películas en un servicio como Netflix. Cuando ustedes ven y califican una película, Netflix ‘aprende’ de esos datos y en su siguiente inicio de sesión les recomienda ver películas similares a la que vieron. Ustedes no lo notan, pero Netflix obtiene esa información de preferencias a través de su actividad en el servicio y comienza a conocer sus gustos.
En el caso de Cortana, la asistente digital personal de Microsoft, la información que uno ingresa al momento de comenzar a utilizarla le permite conocer un poco más de nosotros, y conforme utilicemos nuestro teléfono, ella aprende del tipo de restaurantes que nos gusta visitar, las películas que vemos, el contenido que leemos; esto le permite conocer nuestros gustos y preferencias y realizar sugerencias de acuerdo a nuestra ubicación o actividades próximas.
Pero el aprendizaje de máquinas también se encuentra en Kinect o en la traducción automática de Skype, además de dispositivos como los GPS que predicen la mejor ruta para dirigirnos hacia un lugar. Se trata de algo predictivo, que nos permite adaptarnos a las circunstancias y de algún modo interpretar el futuro para tomar una acción en el presente.
No sólo tiene aplicaciones comerciales, el aprendizaje de máquinas también se aplica en diferentes industrias como salud, manufactura, además de escuelas, deportes e incluso para predecir fenómenos meteorológicos. Dentro de la industria de la salud, hay muchos casos en los que utilizan aprendizaje de máquina para prevenir enfermedades a nivel individual y a nivel de la población, como se muestra en este texto que publicamos en el News Center de Microsoft Latinoamérica.
La tecnología ha avanzado mucho y de pasar a teclear comandos para que la computadora escriba una palabra ahora nuestros dispositivos nos sugieren la ruta más rápida para llegar a tiempo el aeropuerto o el restaurante con mejores reseñas cerca de nuestra ubicación; en casos más específicos incluso puedes ‘platicar’ con tu asistente personal digital.
El aprendizaje de máquinas es ya una realidad y avanza a pasos agigantados y creo que veremos cosas mucho más sorprendentes en los próximos años. Por lo pronto, que Cortana nos diga cuál es su canción favorita…