¡Rumbo al Foro Global de Educación!
Por Rosalba Mackenzie
Desde muy pequeños, casi sin darnos cuenta, estamos en convivimos con números y operaciones matemáticas. Leibniz, notable matemático alemán que inventó, entre muchas otras cosas, la base de todas las arquitecturas de las computadoras actuales (el sistema binario), decía incluso de la música que ésta “es el placer que experimenta la mente humana al contar sin darse cuenta de que está contando”.
En nuestros primeros años de escuela, aprendemos a formalizar el conocimiento matemático adquirido y, con la asesoría de nuestros profesores, profundizamos en él, empezamos a escuchar de aritmética, geometría, álgebra, ecuaciones… ¿Recuerdan?, ¿comenzaron a sentir ligeras punzadas en las sienes, dolor de cabeza, ganas de salir corriendo? Las matemáticas son complicadas para casi todos, es cierto, pero esto tiene mucho que ver con cómo las aprendemos: hay que ser pacientes y muy persistentes.
En la Escuela Secundaria Villa 14 de Septiembre, ubicada en un pequeño poblado de Cochabamba, Bolivia, Richard Revollo, docente de matemáticas, se planteó la necesidad de enseñar la materia de manera más divertida, ¿y qué puede ser más divertido que crear videojuegos?
Richard escogió trabajar con Kodu, un lenguaje de programación visual, hecho específicamente para crear juegos. Pero pronto se dio cuenta de que el desarrollo de esta estrategia ayudaría a sus alumnos también en otras áreas escolares y hasta en su vida cotidiana, ya que el proceso requiere el planteamiento del juego, la colaboración con un grupo de compañeros para compartir conocimiento y tomar decisiones para mejorar el diseño, poder darle vida y convertir esta experiencia en algo inolvidable.
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February 26, 2014 |
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Sobre su proyecto, Richard comenta que “las matemáticas son un pretexto para que los alumnos imaginen e inventen algo propio, utilizando herramientas como inglés, matemáticas, geografía, algo con lo que le den sentido a lo que están aprendiendo. Ahora ellos pueden crear, tener espacios de colaboración entre ellos, que el maestro ya no diga todo…”.
Al utilizar este tipo de tácticas en forma grupal, los alumnos se sienten más motivados para aprender y preguntar, no sólo al profesor sino también entre ellos, las dudas que vayan surgiendo, para aprender más y mejor. Lo interesante es que al hacer del aprendizaje un ejercicio no repetitivo y no memorístico, los alumnos lo retienen y entienden mejor, entran más animados a su clase y son conscientes de que ese conocimiento les servirá para pasar matemáticas y otras materias.
La Creación de Juegos en Kodu, proyecto que Richard implementó a partir de 2013, estaba diseñado para tres meses, que corrieron paralelamente a las clases tradicionales. Para ponerlo en marcha, fue necesario redactar un pequeño documento para el director de su escuela, en donde justificara el uso de la sala de computación en horas de clase, ya que en Cochabamba no tienen mucho acceso a las computadoras, ni al internet, así que este proyecto también ha acercado a los alumnos a la tecnología.
De hecho, la dificultad más grande ha sido la parte técnica, pues a veces no servían las computadoras o tenían problemas con Kodu. Pero poco a poco, y en equipo, se han podido superar esos obstáculos. Por otro lado, Richard aún trabaja en la tercera fase del proyecto, que consiste en implementar la parte de socialización, es decir, que sus alumnos puedan compartir sus trabajos con compañeros de otros cursos y lugares; así como lograr que sea una alternativa de evaluación en otras materias.
En esta primera experiencia, los alumnos del tercer grado de la secundaria “Villa 14 de Septiembre” diseñaron varios mundos en 3D donde recrearon juegos de carreras de forma fácil, intuitiva y creativa para comprender la historia del álgebra. Como resultado, han potenciado su pensamiento crítico y su habilidad para resolver problemas no sólo matemáticos, sino de la vida cotidiana. Aunque en realidad, si nos detenemos a pensarlo, las dificultades diarias son también un reflejo de todas las innumerables opciones que tenemos gracias a las decisiones que hemos tomado.
