Microsoft hizo su entrada en la computación en la nube con Windows Azure, una versión de Windows basada en internet que funcionaba desde los propios centros de datos de la compañía. Diseñado en un inicio para que los desarrolladores desplegaran aplicaciones en la nube, Azure se convirtió en un servicio central de Microsoft que creció hasta incluir cientos de aplicaciones. Bajo el liderazgo del CEO Satya Nadella, quien hizo de la nube una prioridad, Azure estableció a Microsoft como un líder en la computación en la nube y alcanzó una tasa de ejecución anual de $20 mil millones en 2018, superando los objetivos de la compañía.