Por: Anthony Salcito, Vicepresidente de Educación Mundial
Por lo general, cuando escucho las palabras “estudiante” y “promesa” utilizadas en el mismo enunciado, me transporto al salón de clases en Brooklyn, Nueva York, donde mis compañeros y yo comenzábamos el día recitando, “Prometo lealtad, a la bandera…”
Hoy sin embargo, quisiera comentarles de una promesa totalmente diferente, una que Microsoft ha tomado para proteger la privacidad de los estudiantes y de la cual estoy orgulloso.
El Foro sobre el Futuro de la Privacidad y la Asociación de la Industria de Software e Información, revelaron la “Promesa de Proveedores de Servicio a Escuelas K-12 para Salvaguardar la Privacidad de los Estudiantes”. Esta Promesa es un paso importante hacia adelante para ayudar a estudiantes, padres y educadores a darse cuenta de la promesa de un aprendizaje personalizado mientras se les brinda paz mental respecto a que las empresas de tecnología seguirán un conjunto común de principios de privacidad para proteger la privacidad de la información de los estudiantes.
Con anterioridad he discutido el fuerte compromiso de Microsoft sobre proteger la privacidad y seguridad de la información de los clientes, y reafirmamos ese compromiso con padres, estudiantes y escuelas al firmar esta Promesa. Los datos de los estudiantes deben ser utilizados para mejorar la educación y ayudar a los chicos a aprender, no para propósitos comerciales, como hacerles llegar publicidad. Estamos orgullosos de estar entre las empresas que han anunciado un compromiso claro y público para proteger la privacidad y seguridad de la información sobre los estudiantes.
En los últimos años, las escuelas han buscado llevar la tecnología a las aulas, y se les reconoce esta tremenda promesa de hacer la educación más eficiente, más efectiva y más capaz de cumplir con las necesidades de cada uno de sus estudiantes. Esto incluye herramientas de productividad, como email en línea y servicios de almacenamiento de documentos, que hacen más fácil, barato y más eficiente, comunicarse con padres y estudiantes y almacenar y acceder a importantes registros educativos y otra información. Los cursos abiertos y masivos en línea han abierto las puertas de nuestras más prestigiadas instituciones educativas, lo que ha hecho al conocimiento que antes estaba disponible sólo para algunos privilegiados, algo accesible para muchos más. Los programas de tutoría en línea y el software de analítica han mejorado nuestra capacidad de determinar dónde los chicos necesitan ayuda y cómo proveer guía a la medida de las aptitudes de cada estudiante y su estilo único de aprendizaje.
Sin embargo, la introducción de tecnología en las escuelas también ha elevado algunas nuevas preocupaciones importantes sobre privacidad y seguridad.
El uso de tecnología en el aula ha dado como resultado la creación y recolección de muchos más datos sobre los estudiantes que antes. Mientras que las generaciones previas se apoyaban en una tarjeta física de reporte para medir el desempeño de los estudiantes, la tecnología actual permite a los padres monitorear el progreso del estudiante sin esfuerzo alguno a través del año escolar. Y mientras que los profesores en el pasado se apoyaban en conferencias presenciales con los padres para discutir asuntos sensibles como discapacidades de aprendizaje o condiciones médicas, los padres y educadores de hoy por lo general discuten estos asuntos a través de email.
Estos ejemplos ilustran las tremendas oportunidades para ayudar a evaluar el progreso de los estudiantes en tiempo real y proveer instrucción a la medida de las fortalezas únicas, debilidades y estilo de aprendizaje de cada estudiante. Sin embargo, es importante que el acceso a esa información esté limitado y se mantenga privado y que el uso de esa información esté circunscrito de manera apropiada.
Es por eso que es muy importante que cuando las empresas de tecnología sean invitadas al aula y se les confíe la información sensible sobre los alumnos, padres, educadores y líderes escolares, estos tengan la confianza que esas mismas empresas actuarán como administradores responsables de esa información.
Durante mucho tiempo hemos tenido claro que para que los clientes nos confíen con su información sensible, ellos necesitan confiar en que haremos lo correcto. Es por eso que desde el principio, hemos considerado la privacidad como un ingrediente clave de nuestros productos y servicios para educación, comprometiéndonos de manera simple y clara a no utilizar los datos de los clientes, así como el contenido de emails y documentos de los estudiantes, para fines publicitarios.
Y para ser claro, salvaguardar la información de los estudiantes no sólo es un problema en Estados Unidos. He conversado con clientes de todo el mundo, he visto este problema resonar a través de decenas de países. Mi esperanza es que la Promesa es una herramienta que padres, profesores y administradores escolares en otras geografías pueden utilizar en sus discusiones sobre cómo proteger de mejor manera la privacidad de los estudiantes.
Estamos honrados de ser de los primeros en firmar esta Promesa. Y estamos agradecidos del liderazgo de los Representantes del Gobierno de Estados Unidos, Jared Polis (Distrito de Columbia) y Luke Messer (Indiana), para reunir un gran grupo de empresas de educación y tecnología a mediados de año e instarlas a que se reunieran para crear esta Promesa. Esperamos trabajar con ellos así como con FPF, SIIA y otras empresas que han firmado el documento para persuadir a todas las grandes empresas proveedoras de tecnología educativa para que adopten esta Promesa para que esta tenga el mayor impacto posible.
Creemos que estudiantes, padres, educadores y líderes escolares deben tener confianza de saber que las empresas que adopten y se comprometan con la Promesa utilizarán los datos de los estudiantes para propósitos sólo de aprendizaje. Creemos que cada estudiante merece una educación de calidad y debe tener acceso a todas las herramientas necesarias para estar preparado para el futuro.
