La escuela pública 2.0, que ha surgido ahora en el estado más poblado de Brasil, es un lugar lleno de curiosidad, conectado con los padres, eficiente a nivel financiero que, a la larga, revive la alegría en el aula tanto para estudiantes como para profesores.
El combustible para esta transformación académica es una profunda convicción en la tecnología, y en una filosofía referente a que las escuelas “inteligentes” ofrecen un poderoso camino hacia un renacimiento educacional.
El Departamento de Educación del Estado de Sao Paulo ha equipado a los 4 millones de estudiantes de la región y a 230 mil profesores con herramientas Microsoft Office 365, para permitir comunicación y colaboración desde cualquier ubicación en cualquier dispositivo.
Los datos y servicios de las 5,400 escuelas del estado fueron movidas a Microsoft Azure para cortar gastos y hacer disponible la información a través de la organización.
Y las autoridades educativas construyen un centro de servicios compartidos en Microsoft Dynamics 365, para simplificar y centralizar procesos a través de todas las escuelas, comenta João Cury, secretario de educación del Estado de Sao Paulo.
“Con la tecnología, hay más cercanía entre escuelas, estudiantes, profesores y familias”, comentó Cury. “Cuando los estudiantes se van a casa, los profesores y los padres se pueden comunicar con sus estudiantes y dar seguimiento a su progreso en sus trabajos. Y los padres podrían monitorear el progreso del aprendizaje de sus hijos”.
Las herramientas también ayudan a descifrar problemas tradicionales, desde desperdicios ambientales a tasas de abandono escolar.
Por ejemplo, las escuelas de Sao Paulo han lanzado libros digitales para disminuir el uso de papel y permitir a los estudiantes aprender de una manera más visual y lúdica, comentó Rosana Guerreiro Andrade, directora educativa en el distrito.
Mientras tanto, las autoridades educativas han implementado una solución de inteligencia artificial que utiliza un modelo predictivo para identificar estudiantes en riesgo y mantenerlos en la escuela.
“El reto para la educación en Brasil es permitir a los jóvenes encontrar placer, satisfacción (y) alegría dentro del aula”, mencionó Cury. “La tecnología es un aliado. Es un amigo de la educación brasileña”.