Por: John Kahan, vicepresidente y director de analítica de datos.
En enero de 2020, lanzamos nuestro programa AI for Health para utilizar inteligencia artificial (IA) y datos, para ayudar a mejorar la salud de las personas y comunidades en todo el mundo. Poco después, COVID-19 apareció de golpe y se convirtió en una pandemia de salud global que cambió las vidas de las personas, comunidades y economías alrededor del mundo. Al reconocer el impacto mundial de esta enfermedad, movilizamos AI for Health en abril, para enfocarnos en ayudar a aquellos que están en la primera línea de la investigación de COVID-19.
Al principio, no teníamos idea de la tenacidad y duración de la enfermedad. Pero, al momento de escribir este texto, ha habido más de 50 millones de casos confirmados de COVID-19, y más de 1.25 millones de muertes a nivel mundial, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. A pesar de los esfuerzos continuos de científicos, investigadores y legisladores, COVID-19 no ha dejado de cambiar al mundo tal como lo conocemos.
La crisis de COVID-19 ha dejado muy claro que la salud trasciende todas las fronteras e impacta a cada persona en el planeta. Como tal, queremos impulsar a investigadores, organizaciones no lucrativas y legisladores, con recursos que incluyen Azure High Performance Computing, analítica de Power BI y conjuntos de datos abiertos de GitHub. Las organizaciones no lucrativas y la atención médica tienen menos del 5% de los recursos globales de IA, así que hemos puesto a disposición a nuestros principales científicos de datos e investigadores para apoyar a aquellos que están en la primera línea. Desde abril, a través de AI for Health, hemos otorgado más de 150 subvenciones para proyectos de COVID-19 alrededor del mundo.
Nuestros beneficiarios y socios tienen acceso compartido a la tecnología IA de Microsoft, y estos recursos han acelerado el progreso conseguido en su investigación. Con cómputo de gran escala y datos abiertos, lo que tomaba meses ahora puede hacerse en cuestión de días. El rápido progreso significa que los investigadores pueden identificar más rápido soluciones potenciales para combatir COVID-19 y brindar información oportuna a los legisladores para la toma de decisiones impulsada por datos que proteja a las comunidades, ciudades y regiones. Estamos orgullosos de apoyar la labor que se lleva a cabo para combatir esta enfermedad y de mantenernos comprometidos con nuestro apoyo.
A través de nuestro programa, hemos visto que el 39% de los proyectos beneficiados están enfocados en tratamiento y diagnóstico, incluidos UCB y la Universidad de California, Riverside. Mientras tanto, los beneficiarios enfocados en datos e información de valor, incluidos IHME, el Departamento de Salud del Estado de Washington y la Universidad de Notre Dame, conformaron al 31% de las subvenciones. Alrededor del 14% de los proyectos, como Folding@home, estuvieron enfocados en investigación científica básica. Los proyectos restantes, incluidos beneficiarios como la Universidad de Duke, estaban enfocados en la asignación de recursos (8%) y la difusión de información precisa (8%) por parte de beneficiarios como Take.
Los aspectos más destacados de los beneficiarios de la respuesta a COVID-19 de AI for Health incluyen:
- Un esfuerzo voluntario de empleados de base de la compañía biofarmacéutica belga UCB ha identificado 150 nuevas moléculas que, de manera potencial, podrían contrarrestar la replicación del virus SARS-CoV-2 y ayudar en terapias con medicamentes como parte de la iniciativa COVID-19 Moonshot.
- Al aprovechar recursos de nube habilitados por GPU, los investigadores de UC Riverside utilizan métodos basados en lo cuántico para predecir de manera más precisa la efectividad de los inhibidores de COVID-19 propuestos. Este es uno de varios proyectos de COVID-19 que están en marcha.
- IHME, una organización mundial de investigación médica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, pronostica la pandemia de COVID-19, para ayudar a gobernadores, administradores de hospitales y fabricantes de vacunas a movilizar recursos.
- Organizaciones como el Departamento de Salud del Estado de Washington y la oficina del Gobernador, han creado tableros de datos de COVID-19 para dar seguimiento a la enfermedad.
- Los bibliotecarios de la Universidad de Notre Dame han creado una nueva manera de realizar investigaciones al permitir el acceso a conjuntos curados de literatura de investigación en la nube, que también pueden desconectarse para analizarse cuando los estudiantes e investigadores no están en el campus debido a los cierres.
- Folding@home, un proyecto de cómputo distribuido en la Universidad de Washington en St. Louis, utiliza IA para entender mejor la relación entre proteínas y enfermedades, con la meta de acelerar nuevas terapias, incluidas algunas para COVID-19.
- La profesora Amanda Randles, en la Universidad de Duke, utiliza el poder de Azure para realizar cientos de millones de simulaciones requeridas para ayudar a que más pacientes tengan acceso a ventiladores críticos.
- Take, el líder brasileño en chatbots y en el mercado de contactos inteligentes, desarrolló un bot para llevar información oficial y creíble al público, y para conectar a pacientes potenciales con equipos médicos, con lo que se evita la sobrecarga de los hospitales brasileños.
También tenemos increíbles asociaciones con organizaciones importantes que extienden nuestros esfuerzos en COVID-19, como:
- Asociación con el Consorcio de Computación de Alto Rendimiento de la Oficina de Política Científica y Tecnológica (OSTP, por sus siglas en inglés) de la Casa Blanca, para apoyar a los investigadores y al mundo académico.
- Trabajar con la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown y el Centro Edmond J. Safra para la Ética, en Harvard, para visualizar un conjunto común de medidas sobre pruebas y niveles de riesgo, para ayudar a todos a conocer en dónde estamos en la pandemia y ayudar a los legisladores a guiar su respuesta. Esto incluye una Calculadora de Pruebas de Estado que apoya la capacidad de los legisladores de crear estrategias más matizadas de pruebas y apertura, a la vez que protegen a las poblaciones de alto riesgo.
- Acompañar a la Universidad de Oxford y su iniciativa Government Response Tracker para dar seguimiento y comparar las respuestas del gobierno y de políticas para hacer frente a COVID-19 en todo el mundo.
- Ser miembro fundador de The Trinity Challenge, una coalición de organizaciones privadas, académicas y sociales, que usan datos y analítica avanzada para prevenir la siguiente pandemia.
Por último, al usar información disponible de manera pública de socios como USAFacts, hemos creado ciertas visualizaciones interactivas para brindar transparencia sobre las tendencias mundiales de COVID-19.
También creamos una medición única, llamada Progress to Zero, para ayudar a todos a entender, en términos sencillos, nuestro progreso en la reducción de casos, hospitalizaciones y muertes por COVID-19.
En Estados Unidos, hemos actualizado el tablero para mostrar los niveles de riesgo de COVID-19 por distritos del Congreso, para ayudar a los legisladores a entender el progreso y acciones que necesitan tomar contra la enfermedad.
Nuestros socios y beneficiarios tienen progresos contra COVID-19 cada día, pero todavía hay mucho por hacer para combatir la enfermedad. La gran labor llevada a cabo por nuestros socios y beneficiarios nos anima a continuar con nuestro trabajo incansable contra COVID-19, a la vez que apoyamos y ayudamos a aquellos en la primera línea. Nos sentimos honrados por sus increíbles esfuerzos y mantenemos nuestro compromiso de apoyar a investigadores y legisladores alrededor del mundo en su lucha contra esta terrible enfermedad.