Por: Peggy Johnson, Vicepresidente Ejecutivo de Desarrollo de Negocios.
En los Estados Unidos y en el exterior, los derechos y servicios fundamentales como el voto, cuidado de la salud, vivienda y educación, están atados a una prueba legal de identificación – no puedes formar parte de ellos si no cuentas con una. Sin embargo, una de cada seis personas a nivel mundial – la mayoría de ellas mujeres, niños y refugiados – viven sin tener una. La falta de documentación legal no solo limita el acceso a servicios críticos, pone en riesgo de problemas más grandes, como desplazamiento y tráfico de niños, a aquellos atrapados en esa “brecha de identidad”.
Durante las discusiones que se llevaron a cabo durante el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), la creación de un acceso universal a la identidad es un problema que se encuentra en la parte principal de la agenda de Microsoft, y creemos que la tecnología puede ser una poderosa herramienta para enfrentar este reto. A mediados de 2017 Microsoft dio el primer paso, al colaborar con Accenture y Avanade en un prototipo de identidad basado en blockchain sobre Microsoft Azure. En conjunto, seguimos esta labor en apoyo a la Alianza ID2020 – una asociación público-privada global dedicada a auxiliar a 1.1 mil millones de personas alrededor del mundo que carecen de cualquier forma legal de identidad. No sería suficiente decir que nos sentimos alentados por su misión. Nos inspiró.
En esta ocasión, nos emociona compartir que afianzamos nuestro compromiso con este problema al unirnos de manera formal a ID2020 como miembro fundador. Además de una donación de un millón de dólares, vamos a asignar recursos y experiencia para desarrollar aún más una forma segura y transportable de identidad digital y ayudaremos a implementarla a través de gobiernos y agencias.
En los meses siguientes, Microsoft, nuestros socios en la Alianza ID2020, y desarrolladores alrededor del mundo, colaboraremos en un sistema de identidad de código abierto, auto-soberano, basado en blockchain, que permita a la gente, productos, aplicaciones y servicios, a interoperar a través de blockchains, proveedores de nube y organizaciones. Vamos a aportar la experiencia técnica de nuestro equipo de Identidad para brindar asesoría conforme el proyecto escale, impulsar a la gente con consentimiento directo sobre quién tiene acceso a su información personal, y cuándo liberar y compartir datos. También ayudaremos a establecer estándares que aseguren que este trabajo tiene un impacto y es escalable.
Nuestra ambición compartida con ID2020 es comenzar a poner a prueba esta solución en este año para llevarla a aquellos que más la necesitan, y comenzaremos con poblaciones de refugiados. En medio de una creciente crisis de refugiados, creemos que la tecnología puede jugar un poderoso papel cuando es puesta en manos de la gente desplazada y de las organizaciones que los apoyan. En los últimos dos años, Microsoft Filantropía ha donado 33 millones de dólares en tecnología y fondos a organizaciones que ayudan a refugiados y los impulsan a reconstruir sus vidas.
Cerrar la brecha de identidad es un reto enorme. Tomará el trabajo de mucha gente y organizaciones comprometidas, que tendrán que reunirse a través de diferentes geografías, sectores y tecnologías. Pero es algo emocionante imaginar un monde donde son posibles las identidades digitales seguras y confiables, que brinden a todo mundo un esencial bloque que sea el fundamento hacia cada derecho y oportunidad que merecen.