David Balleza, estudiante de tercer año de ingeniería de tecnologías computacionales en el Tecnológico de Monterrey, siempre ha sido reacio a tocar la puerta del profesor cuando encuentra algún obstáculo en sus estudios. Sus reticencias tienen una desventaja: es difícil recibir la ayuda adecuada para descifrar los conceptos a menudo abstractos de su carrera. Todo cambió cuando TECgpt irrumpió en su vida.
“Es una diferencia radical”, dice. “Es como tener a un erudito en la palma de la mano con el que puedes interactuar”.
TECgpt1 es el ecosistema de IA generativa creado por la prestigiosa universidad privada mexicana. El objetivo: personalizar la enseñanza en función de las necesidades de los estudiantes, mejorar el proceso de aprendizaje, fomentar la creatividad de los profesores y ahorrarles tiempo en tareas tediosas.
La plataforma, que está alojada en Azure OpenAI Service de Microsoft y utiliza GPT4o de OpenAI, está compuesta por un conjunto de herramientas diferentes y tiene dos funciones principales: una administrativa y otra académica. Es una de las primeras iniciativas de IA de este tipo en Latinoamérica.
Hace unos meses, Balleza tenía dificultades para comprender un problema relacionado con algoritmos de computación que se había explicado en clase unos días antes. Sus compañeros tampoco lo entendían y el profesor no estaba disponible. Le pidió ayuda al TECbot Académico, un tutor y asistente de enseñanza dentro de la plataforma, y en unos segundos le generó una explicación que finalmente le ayudó a comprender el problema.
Balleza, que participó en un programa piloto del tutor de IA, dice que se sintió “empoderado” y más seguro en sus estudios después de usar la herramienta. Detrás de su experiencia, estaba el trabajo de los profesores que produjeron los datos para el tutor mediante la integración del material educativo creado para las clases y el contenido tutorial personalizado diseñado específicamente para el chatbot.
El Tecnológico de Monterrey, una de las universidades más antiguas y prestigiosas en México y a nivel internacional, ha estado a la cabeza en innovación y tecnología en sus 81 años de historia (incorporó el uso de computadoras en los años 60). La sede principal de la universidad se encuentra en la ciudad norteña de Monterrey, la locomotora industrial de México, situada apenas a 150 kilómetros al sur de la frontera con Texas, Estados Unidos.
“Tuvimos claro desde el principio que la IA era un fenómeno de tal dimensión que cuanto antes nos subiéramos al carro y diseñáramos nuestro propio viaje, mucho mejor”, dice Carles Abarca, vicepresidente de transformación digital de la universidad.
Los usuarios pueden acceder a la plataforma de IA a través de la intranet de la universidad en su computadora o en una aplicación de teléfono. La experiencia está personalizada en función de si se es profesor, estudiante o colaborador, el término que utiliza la universidad para referirse a sus empleados. Ha sido diseñada para que la usen potencialmente los 35.000 empleados de la institución, incluidos 11.000 profesores, y los 90.000 estudiantes en sus más de veinte campuses en México.
Datos internos y externos
La plataforma combina datos internos y externos dependiendo de la herramienta y el uso. Algunas herramientas son accesibles para todos los empleados y estudiantes, incluyendo un chat de lenguaje natural que utiliza datos internos para responder preguntas relacionadas con la inscripción, las becas y los horarios de transporte del campus, entre otros temas. Esto, según los estudiantes, supone un gran ahorro de tiempo. También hay un chat con acceso a datos externos y la capacidad de resumir textos y crear imágenes.
Un conjunto separado de herramientas académicas enfocadas estrictamente en el proceso de aprendizaje es utilizado únicamente por los profesores, que producen todos los datos, y los estudiantes. Se divide en tres componentes interconectados: Skill Studio, que permite a los profesores crear material didáctico, desde ejercicios hasta simulacros de exámenes y cuestionarios tipo quiz, y los TECbots Académico y Bibliotecario, que funcionan como tutores personalizados para los estudiantes.
El asistente bibliotecario puede encontrar rápidamente libros y manuales de más de 60 millones de fuentes de la biblioteca de la universidad, y de otros contenidos con licencia.
TECgpt se lanzó hace un año y ya es utilizado por unos 3.000 usuarios al mes. Las herramientas académicas han estado en período de prueba, pero la institución prevé que serán accesibles a todos los profesores y a unos 5.000 estudiantes de aquí a principios de 2025, dice Abarca.
Los estudiantes que participaron en la fase piloto destacan que la plataforma les ha ayudado a resolver dudas de manera rápida y eficiente. Los profesores dicen que es una herramienta valiosa para automatizar tareas académicas repetitivas y encontrar nuevas formas de aprendizaje más creativas e innovadoras.
“Me encantó”, dice Yolanda Martínez, profesora de computación que ha formado parte del programa beta de Skill Studio. “Los beneficios para mí hasta ahora han sido ahorrar tiempo y poder tener ejercicios más creativos”.
Martínez, junto a un grupo de otros profesores, ha estado produciendo lo que la institución denomina skills o habilidades, a través de un sistema de prompting preconfigurado que facilita, por ejemplo, la generación de planes de trabajo personalizados, ejercicios, cuestionarios, preguntas de examen y prácticas de laboratorio, acompañados de sus respectivas soluciones si los profesores así lo deciden.
Los prompts personalizados–donde los profesores pueden agregar contexto detallado y seleccionar variables específicas como el grado de dificultad o la sofisticación–se pueden guardar y compartir con otros colegas, lo que fomenta la educación colaborativa.
Alrededor de 200 profesores han utilizado Skill Studio desde abril y han generado más de 250 skills hasta el momento. El tutor académico ha sido probado hasta ahora por unos 500 estudiantes.
La universidad tiene previsto que todos los profesores puedan tener acceso a Skill Studio este mes. Manuel Terán, gerente de plataformas de IA de la universidad, estima que algunos estudiantes también podrían empezar a usar Skill Studio en algún momento del próximo año.
El objetivo, explica Terán, es que los estudiantes puedan producir sus propios prompts preconfigurados a partir del contenido proporcionado por el profesor. Por ejemplo, podría incluir la generación de preguntas de repaso para un examen o el desarrollo de una variedad de cuestionarios para prepararlo.
Uno de los principales objetivos de Abarca al desarrollar TECgpt fue transformar gradualmente la experiencia de aprendizaje de todos los estudiantes y ayudar a aquéllos en una posición potencialmente desfavorecida. El vice presidente del Tecnológico espera que la plataforma de IA sea especialmente útil para apoyar a los estudiantes que compaginan trabajo con estudios y que pueden tener un mayor riesgo de abandono de la universidad. La plataforma multimodal también incluye descripción de imágenes y fórmulas a través de audio, con el objetivo de ayudar a los estudiantes ciegos o con visión reducida.
Seguridad y privacidad, prioridades clave
Carmen Reyes, directora de ingeniería de software de la universidad, dice que las herramientas desarrolladas por el Tecnológico de Monterrey utilizan Azure AI Content Safety, un sistema que detecta y bloquea contenido dañino o inapropiado en las respuestas de la IA y en los prompts del usuario.
Por ejemplo, si alguien intenta forzar la herramienta para generar una respuesta incorrecta el sistema está diseñado para producir un mensaje de error.
La privacidad de los datos también ha sido una prioridad para Reyes y su equipo. Los datos e interacciones de los estudiantes con las herramientas académicas se utilizan para refinar y personalizar el asistente de enseñanza, explica, pero se notifica a los alumnos con anticipación y la universidad les pide permiso. En el caso del chat administrativo, todas las interacciones y datos son anónimos.
Además, dice Reyes, los estudiantes siempre deben hacer referencia al uso de la IA en sus ensayos académicos: “La herramienta no es un sustituto del profesor, es una extensión del profesor”.
Margarita Vega, estudiante de último año de arte digital, utiliza casi a diario el chat de servicios escolares desde que tuvo acceso a principios de este año.
“Es un facilitador”, dice. Vega puede encontrar información personal, como el estatus de su beca o los horarios de inscripción, en un par de minutos, a diferencia del año pasado, cuando podía pasar horas, si no días, tratando de encontrar la información en el portal de la universidad.
Balleza, el estudiante de ingeniería computacional, admite que al principio veía el TECbot Académico con escepticismo. Revisaba obsesivamente las respuestas que le daba en busca de errores. Pero después de repetidas interacciones, se dio cuenta de que era preciso y útil.
Ahora está deseando seguir beneficiándose de la IA: “Está siempre en boca de todos” en el campus, dice.
1TECgpt no es un producto de OpenAI ni un modelo GPT.
Imagen superior: David Balleza y Margarita Vega, quienes estudian ingeniería en computación y arte digital respectivamente en el Tecnológico de Monterrey, dicen que la plataforma de IA de la universidad ha hecho una diferencia en sus vidas. Foto por Octavio Hoyos.