Una juez colombiana lidera la transformación del sistema judicial con Copilot

Una jueza con ropas judiciales está de pie en un escritorio con un mazo frente a ella, detrás de ella hay una pintura colorida y a su lado una computadora.

En la región Caribe de Colombia, una juez visionaria está a la vanguardia de la adopción de la inteligencia artificial (IA) en el sistema judicial para agilizar los procesos y reducir la acumulación de casos en su tribunal.

De manera reciente, la juez María Victoria Quiñones tuvo que redactar el acta de una audiencia pública relacionada con una demanda de alto perfil. Mediante el uso de Microsoft Copilot, el asistente de IA que ayuda a los usuarios con tareas de trabajo, los auxiliares de la juez pudieron resumir con rapidez la audiencia realizada en Microsoft Teams, un espacio virtual para reuniones. El asistente de IA identificó a los asistentes y redactó el resumen, que luego fue verificado y perfeccionado por los auxiliares. Hicieron en pocos minutos lo que solía llevarles seis horas.

“La justicia debe ser rápida”, dice Quiñones en su despacho de Santa Marta, la capital de Magdalena, un departamento turístico y agrícola del norte de Colombia. “El centro de todo lo que he hecho es el ciudadano”.

Como uno de los cinco magistrados del Tribunal Administrativo del Magdalena, Quiñones ha sido una entusiasta promotora de la incorporación de la IA en los procesos judiciales de Colombia. Su férrea defensa de la tecnología busca automatizar tareas repetitivas con el fin de lograr ganancias de eficiencia y productividad. También se dedica a entrenar a otros jueces, a estudiantes de Derecho y a sus propios auxiliares en el valor de la IA.

En un tablero de metas colgado en su oficina, una nota dice: “Automatizar las listas de chequeo”. En otra se lee: “Hacer 10 capacitaciones”. Las estanterías exhiben las numerosas distinciones que ha recibido de manera reciente como la juez más innovadora de Colombia. Quiñones tiene su propio sitio web y canal de YouTube, y en 2023 se convirtió en la primera juez en realizar una audiencia en el metaverso.

En la actualidad, Quiñones forma parte de un programa piloto de 20 jueces en toda Colombia que usan Copilot en Teams para optimizar su trabajo. La iniciativa es parte de una estrategia más amplia del poder judicial colombiano para adoptar nuevas tecnologías y agilizar la justicia para los ciudadanos, con el fin de aumentar la confianza en el sistema judicial, que sigue baja, según World Justice Project.

La juez recalca con orgullo que ahora puede emitir hasta 20 fallos en una semana, un aumento sustancial frente a las cuatro sentencias que podía publicar antes de usar Copilot.

Quiñones utiliza el asistente de IA a diario para transcripciones, resúmenes de audiencias y para redactar algunos documentos judiciales, como actas. Copilot también le ayuda a revisar la gramática y la redacción, comparar borradores de sentencias y gestionar datos internos.

“Para nosotros esto es magia … estas herramientas han llegado para facilitar y mejorar el trabajo judicial”, dice la juez.

Un plan de IA de gran alcance

La judicatura colombiana ha sido una de las primeras en América Latina en regular la IA. La Corte Constitucional del país dictaminó en 2024 que los jueces podían utilizar herramientas de IA para acelerar el proceso judicial bajo ciertas reglas.

El Consejo Superior de la Judicatura, que gobierna y administra el poder judicial, emitió en diciembre la regulación, que obliga a los jueces a revisar y verificar cualquier información generada por IA y a hacer transparente su uso. La regulación también prohíbe el uso de chatbots de IA gratuitos y el uso de IA para “la valoración de medios probatorios, escrutinio de hechos, realización de juicios de valor ni para la solución de problemas jurídicos”, como redactar fallos finales.

En paralelo, las audiencias virtuales se han vuelto cada vez más frecuentes en Colombia. Lo que comenzó como una necesidad en 2020 durante la pandemia del coronavirus, se ha convertido en un elemento fundamental del proceso judicial del país. En 2024, las audiencias virtuales crecieron a 1.1 millones, lo que representa alrededor del 80% del total de audiencias, con Microsoft Teams convirtiéndose en el proveedor exclusivo en octubre.

Una mujer con un abrigo rojo en un área abierta
Johanna Pimiento, una destacada funcionaria judicial colombiana, dijo que la principal motivación para usar IA es el alto nivel de tasas de retraso. Foto por Johanna Pimiento.

Está previsto que el Consejo Superior de la Judicatura amplíe el programa beta de Copilot, lanzado el año pasado, a unos 150 participantes, incluidos jueces y otros funcionarios, según Johanna Pimiento, directora de transformación digital del organismo.

La motivación principal para usar IA es el alto volumen de acumulación de casos, señala Pimiento. “Un juez siempre está congestionado … y necesitan dar respuestas más ágiles. Por eso es que se encuentra atractivo el entorno para empezar a usar estas herramientas de IA”.

Más de 2.5 millones de casos judiciales quedaron pendientes de resolución en 2023, el último año con cifras disponibles, lo que representó la mitad de todos los casos, según el consejo de la judicatura del país. El promedio de carga de trabajo para un juez colombiano en 2023 superó los 800 casos. Una sentencia administrativa, por ejemplo, toma 10 años en promedio, según los datos de la autoridad judicial.

Por otro lado, el uso de tecnología duplicó el volumen total de audiencias en Colombia en los últimos 14 años, hasta casi 1.4 millones en 2024, según Pimiento, quien señala que la introducción de Copilot podría aumentar aún más la productividad y eficiencia de los jueces.

Mientras que algunos jueces se muestran reacios a la digitalización, la mayoría ha aceptado el cambio y reconoce los beneficios de la IA para hacer su trabajo más manejable, dice Pimiento. Sin embargo, la capacitación adecuada, la privacidad de los datos y la seguridad están entre los principales desafíos.

Las políticas de privacidad de Microsoft y su compromiso con la seguridad de los datos fueron algunas de las razones principales para que la judicatura colombiana se asociara con la empresa en este proyecto, según la jefa de transformación digital del órgano judicial. Copilot se ejecuta en Microsoft Azure, lo que asegura que los usuarios mantengan la propiedad de sus datos y que nunca sean compartidos con terceros o se utilicen para fines de marketing.

Mejoras en eficiencia

Los potenciales beneficios de la tecnología son múltiples: los jueces y sus equipos pueden ser más productivos, los ciudadanos de a pie pueden acceder a una justicia más ágil y, a la vez, ahorran tiempo gracias a las audiencias virtuales, ya que no necesitan desplazarse a la sala del tribunal. También ayuda a los abogados.

Un hombre con traje está de pie junto a la bandera colombiana con las manos cruzadas frente a él.
Roberto Serrato, un destacado abogado colombiano, estima que las audiencias virtuales y la IA han reducido a la mitad la duración de los procesos judiciales. Foto por Roberto Serrato.

Roberto Serrato, un prestigioso abogado colombiano, estima que las audiencias virtuales y la IA han reducido a la mitad la duración de los procesos judiciales, al tiempo que han mejorado la transparencia y la rendición de cuentas de jueces y fiscales ya que facilitan la asistencia de todas las partes involucradas.

“Es mucho más eficiente la actuación hoy de la autoridad judicial” con el uso de la tecnología, dice Serrato.

Para la juez Quiñones, las posibilidades de aplicar Copilot a la justicia son casi infinitas: “Tiene mil cosas espectaculares … Es algo que humanamente no podíamos hacer antes”.

Por ejemplo, de manera reciente la magistrada pidió a Copilot que comparara un borrador de sentencia enviado por un colega con todos los fallos anteriores disponibles sobre el mismo tema. Obtuvo una respuesta en segundos. Sin Copilot, dice la juez, su equipo habría pasado toda la mañana en buscar en los archivos. Quiñones utiliza datos internos en su uso de la herramienta para estos fines, con más de 10,000 casos legales digitalizados acumulados y archivados a lo largo de los años.

La juez ha creado sus propios prompts personalizados de Copilot para optimizar el flujo de trabajo que luego usa en otras plataformas, incluidos Microsoft Power Automate y SharePoint–dos herramientas que sirven para optimizar tareas y gestionar contenido. Luego comparte sus experiencias con otros jueces que participan en el programa beta a través de un chat de Teams.

La magistrada tiene una historia personal de curiosidad por aprender y ambición por mejorar. Nacida en Bogotá, Quiñones asistió a una escuela militar mientras desarrollaba una carrera como velocista de alto rendimiento. Ambas experiencias le inculcaron la disciplina y eficiencia que ahora busca llevar al poder judicial, dice.

Sus experiencias primero como oficial de policía y luego como abogada la expusieron a los desafíos del sistema judicial, lo que despertó su interés en usar la tecnología para mejorar el acceso a la justicia, un tema que de manera eventual exploró en su tesis.

Para la juez, el objetivo final de integrar la tecnología es brindar un mejor servicio público, en especial a aquéllos con menos recursos, y aumentar la responsabilidad pública de los jueces.

Esta es una preocupación que le ha inquietado de manera especial desde que leyó El coronel no tiene quien le escriba, uno de sus libros favoritos, del premio Nobel Gabriel García Márquez, nativo del departamento de Magdalena.

En la novela, un coronel espera interminablemente una pensión del gobierno que nunca llega, lo que Quiñones ve como una metáfora del lento ritmo de la justicia: “En la justicia en Colombia, y en el mundo, pasa eso: personas que esperan años y años y años a que la administración les dé una respuesta”.

La juez no oculta su orgullo por ser reconocida como una pionera en la integración de la tecnología y el uso de la IA en el poder judicial. A menudo bromea que, a diferencia de otros padres que batallan incluso con el control remoto del televisor, es ella quien les dice a sus dos hijas cómo usar los dispositivos tecnológicos.

“En el caso mío es al revés: yo siempre estoy como enseñándoles”, dice Quiñones con una sonrisa.

Imagen superior: La jueza colombiana María Victoria Quiñones, quien ha defendido el uso de la IA durante años, en su oficina en Santa Marta, en la región tropical de Magdalena. Foto de Federico Rios Escobar.