El profesor de Wharton Ethan Mollick tiene un consejo práctico sobre IA para aprovechar al máximo esta tecnología transformadora
La IA no está viva. No es sensible y no tiene esperanzas, ambiciones o planes para un viaje de fin de verano a Cabo antes de que comience el año escolar. Pero para comprender mejor lo que puede y no puede hacer, dice el profesor de Wharton Ethan Mollick, es útil pensar en ella como una persona.
La IA generativa se diferencia de otros tipos de software en que es buena en tareas en las que los humanos son buenos y en las que, hasta ahora, las máquinas han sido malas: escribir, hacer arte, analizar la dinámica interpersonal en una reunión. Mientras tanto, tiene dificultades con las tareas que nos sentimos cómodos dejándoles a las computadoras (matemáticas avanzadas, por ejemplo).
Por eso es útil, le dice Mollick a WorkLab, interactuar con ella como lo harían con una persona. «Hay que pensar en ella como si fuera un pasante», dice. Pueden delegarle tareas, como «escríbeme un borrador de este documento», y brindarle comentarios para mejorar: hacer la introducción más concisa, por ejemplo, o adoptar un tono más formal. Deberán incorporarla y capacitarla para aprovechar al máximo sus capacidades, brindándole contexto y limitaciones en torno a la descripción de su trabajo. (Como la mayoría de los pasantes, no puede leer la mente). Denle un punto de vista al comienzo de cualquier conversación: son administradores de redes sociales que escriben una publicación para LinkedIn. Son comercializadores de productos que trabajan en una nueva campaña. Son tutores de codificación que son excelentes para explicar Python a los estudiantes.
Cometerá errores y es importante señalarlos y pedirle que lo haga mejor para que pueda aprender y mejorar. Como escribe Mollick en su Substack, One Useful Thing, “A diferencia de una persona, la IA nunca se desanima, por lo que pueden pedir volumen en lugar de apuntar a una única respuesta perfecta: dame 50 eslóganes de marketing, reescribe este párrafo en 10 estilos distintos , resuelve este problema de análisis de datos de tantas maneras como sea posible».
No, la IA no es humana. Pero si entienden sus fortalezas y debilidades tal como lo harían con las de una persona, podrán aprovechar mejor su potencial.
Para obtener más información sobre Mollick, sintonicen el último episodio del podcast WorkLab.