Durante cientos (si no miles) de años, los artesanos han perfeccionado productos que aún conocemos y valoramos. Desde tejer y confeccionar los textiles que vestimos y con los que decoramos nuestros hogares hasta el arte y la ciencia detrás de la elaboración de quesos y vinos. Cada generación ha empleado las habilidades y conocimientos de la anterior, adaptándose a las necesidades cambiantes de los clientes e incorporando nuevas tecnologías.
Esta capacidad de adaptación es lo que ha permitido a los artesanos sobrevivir y prosperar en periodos convulsos; sin ir más lejos, durante la pandemia de la COVID-19. España e Italia se han visto especialmente afectadas desde el comienzo de esta crisis, pero también han sido grandes fuentes de innovación artesanal durante este periodo, ya que la necesidad siempre agudiza el ingenio.
En Béjar, una empresa textil de esta comarca salmantina de siglos de tradición en el sector, pasó de fabricar fundas de almohadas a producir mascarillas quirúrgicas de alta filtración y certificado AITEX. Este cambio incluso llevó a la empresa, Fibras Textil Sánchez, con más de 25 años de recorrido, a cambiarse el nombre a Mascarillas Béjar para reflejar su nueva especialidad.
Fabricar mascarillas fue todo un reto, pero hacerlas llegar a donde hacían falta eran palabras mayores. Cuando vieron que se enfrentaban a una gran cantidad de pedidos acumulados y clientes con urgencia por recibir sus mascarillas, en Mascarillas Béjar adoptaron Microsoft Dynamics 365 Customer Service, una solución unificada en la nube para todo su negocio, que incluía la gestión y mejora de interacciones con los clientes. Con el apoyo del partner de Microsoft de recuperación de datos y soluciones de TI Esprinet, la empresa modernizó su cadena de suministro y mejoró la experiencia del cliente, ofreciendo una forma sencilla y segura de comprar y vender sus mascarillas a través de su plataforma de comercio electrónico.
Además de garantizar que las comunidades locales y los ciudadanos recibieran las tan necesarias mascarillas, también fueron capaces de conservar a sus empleados en un momento económico muy complicado.
El éxito de esta transformación tan repentina ha animado a Mascarillas Béjar a explorar nuevas oportunidades de negocio y adoptar tecnologías para mejorar su oferta de productos.
«Gracias a las soluciones adoptadas hemos podido dar un empujón al negocio familiar y mantener a toda nuestra plantilla. El reto se ha convertido en una oportunidad, y estamos muy orgullosos de ello». Alberto Sánchez, director general de Mascarillas Béjar
Mientras Mascarillas Béjar rediseñaba su oferta de productos, al otro lado del Mediterráneo dos empresas italianas se han adaptado a la pandemia cambiando su forma de interactuar con los clientes. La tecnología también ha sido fundamental para esta transición.
Para Latteria San Pietro, en Lombardía, que produce unas 67.000 ruedas de queso Grana Padano con denominación de origen protegida al año, la pandemia también supuso una oportunidad de replantearse su forma de atender a los clientes. Lo hizo mediante una experiencia de cata virtual sin precedentes, en un momento en el que las catas físicas y las visitas a queserías eran imposibles.
La experiencia se centró en llevar los sabores y aromas del Grana Padano italiano directamente a los hogares. Los participantes reciben una combinación de distintos productos (queso Grana Padano DOP y vino) acompañados de otros elementos que sirven de estímulo sensorial, como por ejemplo heno y aromas típicos de la zona. A continuación, se celebra una cata en grupo de manera virtual con Microsoft Teams, que permite seguir las distintas etapas de producción mediante las historias de los ponentes y las cámaras instaladas en los establos y en la quesería.
«La idea de las catas virtuales nació del deseo de integrar la comunicación digital y la intensidad de las experiencias sensoriales». Stefano Pezzini, director de Latteria San Pietro
Los próximos pasos para San Pietro consistirán en aprovechar Teams para organizar actividades en directo dedicadas a clientes B2B y B2C, que conecten Lombardía con el resto del mundo y den a conocer la excelencia agrícola de la región.
Nada complementa al queso tan bien como el vino. En la Toscana, la familia Bianchini lleva varias generaciones produciendo vino en su idílico viñedo del siglo XVII, Ciacci Piccolomini D’Aragona. Antes de la pandemia, esta pequeña empresa familiar recibía visitantes de todo el mundo en un bullicioso viñedo mientras se preparaba para el lanzamiento de su nueva añada.
Este hito solía estar marcado por viajes internacionales, ferias y visitas guiadas a las bodegas, pero nada de esto era posible en el contexto de la pandemia. De repente, Ciacci se enfrentaba al complicado reto de seguir atendiendo a sus clientes y promocionar su nueva añada con las puertas de la bodega cerradas.
En lugar de darse por vencido, el equipo optó por fusionar tradición y tecnología. Gracias a Microsoft Teams, la bodega estrenó catas virtuales que permitían a los usuarios finales disfrutar del sabor de los vinos de Ciacci en su propia casa, junto a las explicaciones de un experto por videollamada. Esta también ha resultado ser una estrategia comercial esencial para conectar con proveedores, distribuidores y medios de comunicación durante el confinamiento.
Pese a que la bodega ha vuelto a abrir sus puertas al público, las lecciones de esta crisis han demostrado a Ciacci cómo comunicarse de forma virtual con los amantes del vino de todo el mundo y cómo aprovechar infinitas oportunidades para ampliar su cartera de clientes. Ciacci ya está pensando en usar las visitas virtuales en el futuro para invitar a los aficionados al vino a adentrarse en el mundo de las bodegas italianas tradicionales, de las cuales ya no quedan muchas.
«El mundo no volverá a ser como antes de la pandemia, así que no tiene sentido seguir trabajando como hasta ahora. Las bodegas tendrán que apostar por herramientas digitales como Teams para ampliar su mercado». Alex Bianchini, director de producción, Ciacci Piccolomini d’Aragona
Si bien este periodo ha obligado a los distribuidores de todo el mundo a adaptarse, en el Mediterráneo ha inspirado grandes innovaciones, transformando la manera en la que los sectores tradicionales hacen negocios y preparando a los artesanos para el futuro y los retos venideros.