Por Rosalba Mackenzie
Antes, prepararse mejor para el futuro significaba no sólo contar con estudios profesionales, sino aprender inglés, porque era el idioma del futuro. Hoy, el inglés es ya una necesidad para interactuar en el mundo moderno: aprenderlo no es una opción, es incluso una de las asignaturas obligatorias desde las primeras etapas de la vida escolar.
¿Pero qué pasa con las generaciones presentes? ¿Qué aptitudes y conocimientos necesitan desarrollar para desenvolverse mejor en el mundo moderno? Si consideramos la impactante evolución de la era digital y cómo el uso de tecnologías móviles ha cambiado la forma en que entendemos la comunicación, la educación y la interacción social, es evidente que el siguiente lenguaje a aprender es el de la programación digital.
Por eso el día de hoy, Microsoft presenta #YoPuedoProgramar, una campaña que invita a los jóvenes a dar sus primeros pasos en el lenguaje de la programación. Mediante ella, permitirá que los jóvenes tome uno o dos cursos:
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i tienen una hora, pueden participar en el reto de “Una hora de Código”, impartido por Code.org, y obtener un que los acredit
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i tienen más tiempo, A de Microsoft.
También con emana del ódigo, del 6 al 10 de octubre, habrá charlas, talleres y capacitaciones presenciales en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, y Puerto Rico. Para comenzar los jóvenes que tengan entre 12 y 25 años sólo deben visitar: www.YoPuedoProgramar.com
Aprender a programar extiende el panorama de posibilidades para desarrollarse en el ámbito laboral, lo cual es una gran ventaja en tiempos como éste, donde alrededor de 22 millones de jóvenes latinoamericanos no estudian ni trabajan y la informalidad laboral es el primer acceso al mercado del trabajo, según estudios de la Organización Internacional del Trabajo. En otras palabras, conocer y utilizar lenguajes de programación puede convertir a los jóvenes en emprendedores.
Como el caso de cuya vida comenzó a cambiar cuando cumplió 16 años y tuvo acceso a un Windows Phone 7, pues esto lo motivó a investigar sobre dicha plataforma para, poco después, crear Audiotica: una aplicación para la descarga gratuita de música en línea. La app alcanzó popularidad rápidamente y tuvo 65 mil descargas en poco tiempo.
Pero aprender a programar también fomenta la creatividad y el pensamiento crítico, cualidades aplicables a todas las áreas de nuestra vida, ya que el proceso de escribir código requiere conocimientos de varias áreas, además del dominio del lenguaje a utilizar, algoritmos especializados y lógica formal. Saber programar es una manera de que las personas dejen de ser consumidores pasivos y se conviertan en creadores del contenido digital, en actores que ayuden a mejorar su entorno mediante la tecnología. ¡Y ejemplos ya existen…!
Sin ir más lejos, el proyecto ganador de Imagine Cup de este año fue Eyenaemia, una aplicación para Windows Phone que mediante una selfie al ojo puede detectar de forma rápida y segura si un individuo tiene anemia, lo que simplifica el proceso de detección de la enfermedad.
En Microsoft, estamos convencidos de que cualquier joven debe tener la oportunidad de aprender los principios básicos para programar, por eso, uno de nuestros principales objetivos es promover la programación como parte fundamental del currículo escolar y la inclusión de la tecnología como parte del proceso educativo. De hecho, este tema fue incluido en la Agenda Final de Políticas de Juventud Post-2015, trabajo realizado en conjunto con la Organización Iberoamericana de Juventud.
#YoPuedoProgramar ofrece a los jóvenes en una primera oportunidad para desarrollar habilidades de pensamiento crítico, lógica y solución a problemas. Con ello, busca inspirarlos a seguir profesiones o disciplinas académicas relacionadas a las ciencias, las tecnologías, las ingenierías y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) ya que, por ejemplo, en Estados Unidos, sólo 40 mil jóvenes siguen estas carreras para un mercado laboral que requerirá cubrir más de 120 mil puestos en tecnología. En última instancia, estos jóvenes preparados para el mercado laboral, también podrían convertirse en emprendedores.
Así que no esperemos más, ¡a aprender código, todos!