Escuchar de Aprendizaje de Máquina, Inteligencia Artificial y de Internet de las Cosas nos remite de manera directa a los T 800, esas malignas máquinas que van tras los humanos para esclavizarlos y construir más máquinas con paraciencia casi humana, que no conformes con hacernos sus esclavos, viajan en el tiempo para eliminar al líder de la resistencia y así no tener complicaciones con sus planes de ser los amos de este planeta. Algo más o menos así:
Pero hasta el momento, esos términos mencionados arriba, que escuchamos con mayor frecuencia cada vez significan otras cosas muy diferentes a lo que imaginamos y tal vez están tan cerca de nosotros que no nos damos cuenta de su existencia y de sus verdaderos planes, que no son dominarnos, sino ayudarnos a mejorar nuestra vida diaria.
Estas tres tendencias, que ya son una realidad, se encuentran en muchas de las cosas que hacemos a diario. Si establecemos reglas en nuestro correo electrónico para que ciertos tipos de email lleguen a cierta carpeta eso es aprendizaje de máquinas, nosotros le decimos qué hacer a la computadora (o en este caso a nuestro correo) y este ‘aprende’ y ejecuta la orden. Lo mismo sucede para servicios como Netflix, que aprende de nuestras preferencias y nos recomienda películas o series similares a las que hemos visto.
La tecnología ha avanzado mucho en los últimos diez años, pero aún no supera la capacidad de pensamiento del ser humano. Sí, contamos con asistentes digitales personales como Cortana, que nos ayuda a recordar cuándo tenemos que tomar un avión o recoger la ropa de la lavandería y nos permite agendar reuniones con nuestro equipo de trabajo, podemos encender y apagar nuestra consola de juego con la voz y también podemos escuchar canciones de artistas similares a nuestra banda favorita. Pero el día que nuestra PC, tableta o teléfono se levanten en armas para dominarnos todavía está muy lejos y me atrevo a decir que nunca llegará.
Incluso, gracias a estas realidades tecnológicas, nuestra salud puede mejorar ya que gracias a Internet de las Cosas, nuestros dispositivos y otros sensores pueden monitorear nuestro estado físico y los doctores pueden predecir si somos propensos a contraer alguna enfermedad. Incluso, nuestro teléfono nos puede recomendar ejercicios de acuerdo con la actividad física que realizamos.
Todos los dispositivos que utilizamos a diario reciben y generan datos, ya sea que nosotros los ingresemos o los ‘aprendan’ de las actividades que realizamos. Todos esos datos ahora están en la nube y diferentes plataformas y servicios los almacenan, interpretan, analizan y generan información que hace nuestra vida mejor, más sencilla y nos ayuda a enfocarnos en cosas que nos importan.
Así que no se preocupen. Los T-800 están sólo en el cine, las máquinas no nos van a dominar y nosotros vamos a tener vidas mejores y más productivas. ¡Hasta la vista, baby!
