Cada quien tiene sus ídolos. Algunos ansían conocer al mejor futbolista del mundo, otros al cantante de su banda favorita, o tal vez a un pintor, escritor o estrella de televisión. Yo, tuve la oportunidad de conocer a una de las personas que estaba en mi lista de personalidades por conocer.
Durante mi estancia, corta pero muy intensa, en Brasil, fui parte del equipo que cubrió la visita de Satya Nadella, CEO de Microsoft, a Latinoamérica, en mi caso estuve en la ciudad de Sao Paulo que fue parte de la gira que también tocó a Santiago, Bogotá y Ciudad de México para que Satya pudiera conocer más de cerca cómo la tecnología es aprovechada por la gente de la región para mejorar sus vidas y las de los demás y pudiera platicar de la misión y la ambición de Microsoft. Pero hubo algo más.
Estos encuentros con personas de diferentes antecedentes personales, profesionales e incluso médicos, cambian el enfoque de vida que tenemos y te permiten darte cuenta que aunque de repente puedas tener un mal día, este no se compara con lo que otra gente tiene que sufrir o lo que tiene que luchar a diario, cada hora.
Durante un día, pude conocer historias que inspiran, que motivan, de gente que busca superarse y que quiere hacer mejor la vida de otras personas, todo a través de la tecnología que, en estos casos, se convierte en el motor que impulsa este cambio.
Desde un joven que pasó de tener una vida de delincuencia y que gracias a su acercamiento con la tecnología de Microsoft ahora se dedica a enseñar a otras personas ciencias de la computación, ciudadanía y emprendimiento; a niñas con alguna discapacidad física que reciben terapia a través de Kinect para mejorar sus movimientos y tener una mejor calidad de vida; a unos jóvenes estudiantes que decidieron darle vida a su idea y crear una aplicación que ayuda a las personas a tener la ropa adecuada a su tipo de cuerpo; se trata de ejemplos de vida, de gente que utiliza la tecnología como un vehículo para hacer más cosas, para salir adelante y para ayudar a otras personas a triunfar.
Todos tienen en común tres cosas: utilizan tecnología, son brasileños, y son jóvenes. Microsoft cuenta con una gran variedad de programas que apoyan a jóvenes en la región para que hagan sus proyectos realidad y puedan triunfar. Desde mejor preparación en las escuelas a través de herramientas de Microsoft para que obtengan habilidades en codificación y otras áreas; competencias como Imagine Cup para que hagan sus ideas realidad y resuelvan problemas del mundo real con tecnología; hasta apoyos para comenzar emprendimientos; entre otras más.
La tecnología no sólo es eso que esperamos que llegue en un futuro, o algo que nos sirve para tomar mejores selfies o tener más filtros para una foto. La tecnología también es un vehículo que nos permite avanzar, progresar, volver nuestros sueños realidad y también hacer nuestra vida mejor.
La constante es apoyar a los jóvenes con las herramientas y el conocimiento necesarios para que progresen y de esta manera que la región también crezca. Sí, conocer de cerca a Satya Nadella fue un momento que no olvidaré, pero les puedo asegurar que el impacto mayor me lo llevé al conocer estas historias, y eso también lo provoca la tecnología: un impacto en nuestras vidas.