La agilidad, escalabilidad y flexibilidad de la nube permite a los Gobiernos tomar decisiones mejor informadas y diseñar de políticas públicas más eficientes. La transformación digital acelerada de las administraciones públicas permitió responder a los retos del COVID, atender las necesidades ciudadanas y generar mayor confianza con el público.
All Central – Capacidad de adaptación. Esta es una de las grandes lecciones de la crisis global de salud pública que, en medio de aislamientos intermitentes e innumerables restricciones, evidenció cómo la tecnología generó alternativas para atender la emergencia y generar transformaciones que llegaron para quedarse.
Los servicios en la nube permitieron a los gobiernos seguir operando -con los funcionarios trabajando incluso desde sus casas- y no detenerse. Sectores como el educativo el de la salud asumieron la virtualidad en ventanas de tiempo muy cortas. Y ante el desafío, las dependencias públicas también aceleraron sus procesos para cumplir con su misión esencial de atender las necesidades de los ciudadanos. Las plataformas digitales de servicios ciudadanos permitieron a los gobiernos seguir prestando sus servicios, y los planes de digitalización que esperaban implementarse en años, se concretaron en pocas semanas.
Los gobiernos lograron desplegar una enorme capacidad de respuesta sanitaria para la atención del COVID y las campañas de vacunación, implementar planes de subsidios por el covid-19 a la población, y en pocas semanas millones de ciudadanos pudieron recibir estos apoyos. Para permitir esta respuesta ágil, mediante una alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo, Microsoft habilitó un sistema en código abierto para digitalizar trámites de gobierno en varios países, y así impulsar su transformación. Esa velocidad y agilidad de respuesta hubiera sido impensable hace unos años. “Un proyecto de estas dimensiones habría tardado meses o años en implementarse si no existiera la nube. Para responder al pico de demanda, los gobiernos no tuvieron que hacer nuevas inversiones en la infraestructura o en nuevos Data Centers, que habrían sido costosos, hubiesen demorado en tiempo en adquirirlos y autorizarlos, y habrían requerido grandes recursos y capacitaciones para su implementación. Asimismo, al terminarse la necesidad puntual, los gobiernos no se quedan con grandes inversiones en infraestructura inutilizables y capacidades ociosas.”, comenta Daniel Korn, Director de Asuntos Corporativos de Microsoft Latinoamérica.
Por otro lado, los planes de recuperación que los gobiernos tuvieron que implementar por la pandemia han llevado los déficits y las deudas de los países a niveles imprevistos. Para enfrentarlo, los gobiernos están confiando en las organizaciones de Finanzas Públicas encargadas del recaudo, la gestión y la distribución de fondos, para acelerar su recuperación económica. Estas agencias juegan un papel fundamental en el desarrollo y el crecimiento de una nación, y la tecnología puede jugar un papel fundamental para ayudar a estas entidades. “Las soluciones tecnológicas pueden ayudar a la gestión de los recursos reduciendo costos, minimizando las anomalías, ofreciendo nuevos servicios de mayor valor a los contribuyentes y brindando información sobre el estado actual y la evolución futura de la economía y la sociedad” afima Erica Chávez Castillo, Directora de Gobierno de Microsoft para Latinoamérica. “Con la tecnología se pueden hacer análisis casi en tiempo real para monitorear indicadores clave de gestión para el control y administración de los ingresos internos y externos, el mejoramiento del cumplimiento tributario, un mayor conocimiento del ciudadano y los contribuyentes y la detección del fraude implementando mejores prácticas de transparencia y controles de seguridad” agrega Erica Chávez.
Más transparencia, más seguridad, más confianza
Herramientas como Mapa Inversiones, desarrollado gracias a una colaboración con el BID y Microsoft, es una solución digital que mejora el monitoreo de los recursos públicos, y ha sido de particular relevancia en el monitoreo de las cuantiosas inversiones de emergencia para atender la crisis de salud pública. “Incluso mediante el sistema de alertas tempranas -llamadas banderas rojas- se puede mejorar la capacidad del gobierno para identificar y prevenir la corrupción mediante la detección de indicadores irregulares”, comenta Daniel Korn.
No obstante, los resultados exitosos solo se pueden lograr cuando las personas, la gobernanza, la tecnología y los datos trabajan juntos, y cuando la tecnología que se implementa cumple con las más exigentes normas y regulaciones de privacidad y seguridad. “Invertimos mucho dinero, talento, innovación en hacer productos y servicios que tengan la seguridad en el centro. La nube es fundamental en esta misión: cumple con los más elevados estándares de seguridad, privacidad y cumplimiento. Desde antes que la Unión Europea emitiera el GDPR, que es la norma más exigente, Microsoft la adoptó y la ofrece en todos sus servicios, a todos sus clientes y en todos los países. Además, la Unidad de Crímenes Digitales de Microsoft tiene los recursos y la tecnología más avanzadas para detectar y mitigar riesgos y hemos firmado innumerables acuerdos con los gobiernos de la región para compartir nuestra información, nuestra experiencia y mejores prácticas” anota Marlon Fetzner, Director de Asuntos Corporativos, Legales y Externos para Centroamérica de Microsoft
El poder de la data
Para sacar un verdadero provecho de las oportunidades que abren las herramientas tecnológicas, es fundamental ir un paso más allá de la adopción y lograr crear una verdadera cultura de la data. No en vano la información, con analítica avanzada e inteligencia artificial, es lo que permite a los gobiernos tomar decisiones informadas, generar nuevos servicios y diseñar políticas públicas mejor enfocadas.
“Estamos entendiendo el verdadero valor de los datos, hoy los gobiernos saben dónde estamos, cómo vivimos, si pagamos impuestos, muchos de ellos ya cuentan con información bastante completa, pero aún hay una gran oportunidad de usarla para generar nuevos y mejores servicios, o ser más predictivos”, señala Pedro Uribe, Director Regional para el sector público de América Latina y el Caribe de Microsoft.
Y si para los gobiernos esta información es el nuevo oro, la nube es su nuevo motor que lo habilita. El Internet de las cosas ha ayudado mucho para saber si estamos en ambientes seguros o no, si hemos estado en cercanía a personas que han dado positivo en una prueba de COVID. La inteligencia artificial ayudó desde a mapear en tiempo récord el genoma del virus, hasta a desarrollar más rápidamente las vacunas. Las herramientas predictivas permitieron calcular mejor la dotación de los hospitales y los sistemas de vacunación. Los gemelos digitales -que hacen una réplica de una ciudad del mundo real en el mundo digital-, permiten hacer simulaciones, como con el manejo de flujo de tráfico, o el desplazamiento de personas. “Esto ya no es del futuro. Los gobiernos deben estar movidos por datos y algoritmos; si tienen una política pública adecuada, con los datos ayudan a ver hacia dónde moverse, medir impacto, con data dura y -lo más importante- siempre poniendo al ciudadano en el centro”, insiste Uribe.
Un cambio de paradigma
Ante estos resultados, cada vez son más los gobiernos de la región enfocados en la visión de nube primero y en poner en marcha iniciativas de gobierno digital. Sin embargo, un estudio que Microsoft comisionó al BID en el 2018 destaca algunos de los retos de los gobiernos para migrar a la nube, y señala la importancia de tener una regulación apropiada y unas políticas públicas que incentiven su uso. “Varios países de la región han creado marcos regulatorios robustos y directrices de “nube primero” que han sido muy efectivas. Estas regulaciones han permitido una verdadera revolución tecnológica en el Estado para desarrollar formas más ágiles, eficaces, seguras y escalables para ofrecer servicios ciudadanos.” Comenta Marlon Fetzner, Director de Asuntos Corporativos, Legales y Externos para Centroamérica de Microsoft.
Sin embargo, existe otro obstáculo que suele presentarse en las administraciones públicas: la capacidad para actualizarse y las habilidades digitales de los funcionarios. Microsoft ha apoyado a innumerables agencias públicas con de capacitación, entrenamiento y adquisición de habilidades digitales. Desde los programas diseñados con la Autoridad para la Innovación Gubernamental -AIG- para desarrollar habilidades en los funcionarios públicos hasta acuerdos como el celebrado en Costa Rica con MICIT para elevar la postura de seguridad en las entidades gubernamentales, la clave es generar habilidades y conocimientos que permitan a los Estados y las agencias gubernamentales construir sus soluciones para prestar mejores servicios.
Finalmente, desde el punto de vista técnico, hay una barrera que es muy común en las entidades públicas: los datos. “Los gobiernos suelen trabajar con datos de mala calidad, fragmentados, no actualizados o que no se “hablan” entre sí, están en silos y eso impide tener capacidades importantes de usarlos para la toma de decisiones y para diseñar políticas públicas”, comenta Fetzner.
Allí también, el desarrollo de habilidades técnicas juega un papel fundamental. Y no se trata de un problema exclusivo del sector público ni de la región. Existe un déficit global de talento digital, y se calcula que sólo el 33% de las ofertas de trabajo en TI encuentra el talento capacitado. El reto es importante y urgente, y las alianzas público-privadas pueden jugar un rol importante. Microsoft ha abierto sus plataformas de entrenamiento como Microsoft Learn, LinkedIn Learning y GitHub Lab para ofrecer capacitaciones gratitas en las habilidades más demandadas por el mercado. Más de 60 mil centroamericano han accedido a estas rutas de aprendizaje. También ha colaborado con las instituciones de educación técnica y profesional en la región -como el INA y el ITSE- para diseñar currículos técnicos en computación en la nube y data y asegurar que Centroamérica cuente con el talento necesario para mantenerse competitiva en una economía cada vez más global.
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Acerca de Microsoft
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