Cuando hablamos de tecnología por lo general hablamos de dispositivos que nos permiten estar conectados en cualquier momento y desde cualquier lugar con amigos, familiares y colegas. Podemos trabajar, crear y compartir contenido e incluso divertirnos.
Pero también, poco a poco la tecnología ha comenzado a entrar en otras áreas de nuestra vida diaria como un apoyo para hacer mejor las cosas. En esta ocasión en específico les quiero hablar de la tecnología en el deporte.
En estos últimos días les hemos compartido en el News Center de Microsoft Latinoamérica, contenido referente a cómo Microsoft se ha involucrado en el deporte, ya sea a través de soluciones para llegar a más fanáticos de algún equipo de futbol o como soporte para la creación de un Centro de Innovación en el Deporte, como el que se inauguró hace unos días en Madrid.
Pero estos ejemplos que les mencioné no son algo nuevo. Microsoft ya tiene un tiempo involucrado en el deporte y ejemplos sobran, desde juegos para acondicionamiento físico que se apoyan en Kinect a Surface en la NFL, e incluso Microsoft Band, que permite monitorear diferentes aspectos relacionados con la forma física, las rutinas de ejercicio y rastreo de pasos y carreras.
Cuando jugaba futbol de manera regular, lo más cercano a tecnología que se utilizaba en ese entonces eran las caminadoras que medían distancia, calorías quemadas y ritmo cardíaco. Eran otros tiempos y todo era un poco más empírico. Hoy eso ha cambiado.
En la actualidad, algunos equipos de futbol como los Seattle Sounders de la Major League Soccer de Estados Unidos utilizan tecnología de punta para medir el rendimiento de los jugadores, el desgaste que sufren durante los entrenamientos o los juegos, las calorías que consumen con cada alimento, la calidad de descanso que tienen e incluso qué tan propensos están a sufrir una lesión.
A través de chalecos con sensores, registros electrónicos y otros datos que después se juntan en SQL Server, el cuerpo técnico del equipo tiene un panorama holístico que les permite tener información de valor referente a los jugadores y tomar decisiones sobre qué jugadores alinear y por cuánto tiempo para evitar alguna lesión. Sin duda, son otros tiempos.
La cantidad de datos que se genera es impresionante, así como la información que de ellos se desprende. Con esta información el rendimiento del equipo es medido, analizado y mejorado para hacerlo más competitivo y obtener mejores resultados.
Lo importante de todo esto es que esta tecnología se puede aplicar también para las personas que no son atletas de alto rendimiento y aunque no nos convertirá en Messi o Cristian Ronaldo, sin duda mejorará nuestra vida diaria y nuestra forma física.
