La revolución de la inteligencia artificial: Edificando el futuro de la programación.
La curiosidad que despertó -a finales de los noventa e inicios del presente siglo- la enciclopedia digital Encarta, esa enorme biblioteca de conocimiento que se hizo popular en el mundo a través de CD y DVD, impulsó a Sergio Andrés Vargas hacia la tecnología. Una carrera técnica en programación de ‘software’ reafirmó su gusto y afinidad por este sector, y lo inspiró a luego convertirse en desarrollador, uno de los oficios más demandados hoy por el mercado de la computación.
“Desarrollar ‘software’ es un torbellino de emociones. Puedes amarlo con pasión, pero también puede despertar momentos de frustración. Sin embargo, cuando logras superar esos obstáculos y tus creaciones cobran vida, el amor por este campo se renueva y la recompensa es muy gratificante”, afirma Vargas, quien trabaja desde hace cinco años en la creación de productos y soluciones para analítica de texto (característica de servicios cognitivos para lenguaje que extrae, clasifica y reconoce texto en documentos), desde análisis de audio, reconocimiento de voz, transcripciones y análisis de sentimientos.
En su empresa Bigview, localizada en Bogotá, Colombia, y partner de Microsoft, han desarrollado herramientas para clientes de diversas industrias, enfocados en esas tecnologías, con el fin de optimizar operaciones, procesos y producción.
Cuando tenía 14 años, Vargas comenzó a programar con lenguaje C y, desde entonces, le surgió la inquietud por el código. “Mi formación fue empírica, los primeros 15 años y hasta hace poco terminé mi ingeniería en ‘software’ en la academia”, comentó.
Su primer proyecto fue una biblioteca interactiva para su colegio. Más adelante, empezó a crear un entorno gráfico en Visual Basic, un lenguaje de programación orientado a objetos desarrollado por Microsoft, y ahí decidió dedicarse a desarrollar ‘software’.
Superada la secundaria, en 2002 terminó una carrera técnica en sistemas y conoció la programación de ‘software’. Y en 2018 finalizó estudios profesionales consolidando así su formación en el campo de la programación. Durante su carrera ha utilizado Visual Basic, .NET y C++, aunque en una época también desarrolló aplicaciones móviles para Windows Phone e incluso experimentó un poco con Cortana, a través del SDK, para que le respondiera algunas preguntas y hacer que la computadora reaccionara a interacciones de voz.
Desde hace 13 años, es MCT (entrenador certificado de Microsoft, por su sigla en inglés), un selecto grupo de expertos en Colombia que comparte su conocimiento en distintas áreas relacionadas con la tecnología. Allí ha podido mantener activo su gusto por la enseñanza y contribuir en lo que más le apasiona: la construcción de ‘software’ con fines de impacto social. También ha sido instructor de Teleinformática en Análisis y Diseño de Sistemas de Información (ADSI) en el SENA.
Alcanzar mayor eficiencia a través de la IA
En Bigview, Vargas y su equipo se apoyan en Azure Data Bricks y, de manera más reciente en Azure OpenAI Service. A principios de 2023 se enrolaron en la versión previa para conocer la tecnología, probarla y usarla para poder comenzar la migración de sus modelos. Desde que empezaron a usar Azure OpenAI Service han podido ver mejoras en la eficacia después de automatizar tareas repetitivas, lo que a su vez aumenta la eficiencia a nivel de desarrollo de producto.
Además, utilizan otras capacidades dentro de la familia de Azure Cognitive Services, incluyendo para transcripciones de reconocimiento de voz y para reconocimiento de texto o imagen.
En uno de sus proyectos, utilizaron Cognitive Services de Azure para identificar contradicciones en una persona, o alguna falsedad en una declaración durante el proceso de entrevistas que realiza una institución dedicada a las adopciones en Colombia. Los modelos pre-entrenados les ayudaron a construir el proyecto, que después enriquecieron con sus propios modelos y, además, utilizaron lingüistas para que los apoyaran en el entrenamiento del modelo final.
“Hemos hecho muchos proyectos sociales en Bigview y es muy gratificante ver que el ‘software’ que diseñas se usa para ayudar a que no haya tanta violencia o ayudar a los niños”, menciona.
IA para mejorar el desarrollo
Los modelos pre-entrenados de Microsoft son una de las bondades que destaca Vargas, pues coincide en que “no hay que reinventar la rueda, ¿para qué crear un modelo que te permita reconocer voz si ya hay servicios que lo hacen?”, y resalta que el mejor camino es aprovechar los servicios existentes, que ahorran tiempo y recursos.
A nivel de eficiencia y productividad, la IA de Microsoft les ayuda a automatizar muchas tareas repetitivas. El procesamiento de grandes conjuntos de datos es más sencillo al apoyarse en componentes que estén automatizados, además les permite un aumento en la eficiencia en el desarrollo de producción. De acuerdo con Vargas, “la IA no nos va a reemplazar, sino que nos va a ayudar a mejorar la productividad”.
En Latinoamérica existe más de 1 millón de desarrolladores de ‘software’; la mayoría de ellos reside en Brasil, México, Colombia y Argentina, según cifras de Statista.
El desafío, afirma Vargas, es mantenerse actualizados de manera constante, dado que la tecnología cambia muy rápido y más la IA. “La profesión como programador de ‘software’ ha tenido un crecimiento gigante, casi todo lo que queremos hacer lo puedes resolver con ‘software’”, comenta.
Dentro de Bigview han dado oportunidades a personas de otras ramas, como un asesor bancario, que se capacitó y terminó programando para la empresa. Por eso Vargas insiste en que, “para convertirse en un buen programador, la clave está en practicar y no dejar de escribir código”.
¿Hacia dónde va la IA?
En un futuro próximo, la IA va a tener un impacto significativo en todas las industrias y en todas las áreas de la vida. Como especialista en el tema, Vargas estima que esta tecnología le ayudará a construir ‘software’ más rápido. Y si se considera que año a año ha aumentado la contratación en empleos relacionados con IA en América Latina, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el futuro luce prometedor.
La democratización de la IA es un atributo clave que los desarrolladores reconocen a empresas como Microsoft, pues habilita a más personas a conocerla, utilizarla y acceder a sus beneficios.
Es evidente cómo la IA ha cambiado procesos, elevado la eficiencia y, para los desarrolladores, ha sido una herramienta fundamental para construir ‘software’, aplicaciones y funciones de manera más rápida. A medida que esta tecnología evoluciona, su impacto en empresas de todos tamaños e industrias, así como en la vida de todas las personas, será aún mayor.