Por: Laura-Maria Töpfer, Chief Sustainability Officer para Microsoft Western Europe
La sostenibilidad y el impacto empresarial se han visto tradicionalmente como fuerzas separadas, percibidas como dos pilares diferentes, en lugar de lo que realmente son: dos caras de la misma moneda. De hecho, hoy en día, los líderes con visión de futuro reconocen que la sostenibilidad no es sólo una cuestión medioambiental, sino que se trata también de un componente crítico para el éxito empresarial. Adoptar prácticas sostenibles puede mejorar eficiencias, impulsar la innovación y abrir nuevos mercados, posicionando a las empresas como líderes en la transición hacia una economía más ecológica y competitiva.
Esto es lo que Microsoft llama «creación de valor ecológico»: prácticas sostenibles que impulsan el crecimiento, la eficiencia y la resiliencia, atributos fundamentales cuando las empresas europeas se enfrentan a desafíos macroeconómicos.
La innovación digital juega un papel fundamental en la creación de valor ecológico. En la era de la Inteligencia Artificial (IA), existen más oportunidades para que las organizaciones utilicen sus datos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) como un activo estratégico para impulsar la transformación sostenible y preparar su modelo de negocio para el futuro.
El último informe, titulado La clave de la longevidad para las empresas, elaborado por PwC en colaboración con Microsoft y el Instituto de Cambio Medioambiental de la Universidad de Oxford, respalda esta hipótesis. Se ha visto que los datos y la IA pueden apoyar la transformación empresarial sostenible. La investigación indica que la tecnología puede ayudar a las empresas en todo el mundo a ahorrar miles de millones de dólares cada año y reducir las emisiones globales de CO₂ en varias gigatoneladas.
La tecnología en la nube es fundamental para gestionar datos de manera eficiente. Con la flexibilidad que ofrecen los servicios cloud, las organizaciones pueden escalar sus operaciones según sea necesario, reduciendo al mismo tiempo los costes y las emisiones asociadas a la infraestructura tradicional de sus instalaciones. Por ejemplo, la migración de aplicaciones, cargas de trabajo y bases de datos a Microsoft Azure puede ayudar a las organizaciones a reducir su huella de carbono en infraestructura de TI hasta en un 98%.
Al implementar la inteligencia artificial en las funcionalidades de la computación en la nube, los datos adquieren el poder de impulsar el crecimiento y la innovación en las organizaciones, al mismo tiempo que habilitan prácticas empresariales sostenibles. La IA ayuda a medir y gestionar sistemas complejos, empoderar a la fuerza laboral y acelerar el desarrollo de soluciones sostenibles de una manera más rápida, económica y precisa de lo que se creía posible anteriormente.
Desde materiales bajos en carbono hasta la producción y el almacenamiento de energía limpia o cultivos resistentes a las condiciones climáticas, el uso de datos y la IA logran alcanzar resultados sostenibles con mayor rapidez y con menos recursos. Esto se consigue mediante la identificación de ineficiencias y la optimización de la gestión de recursos y los flujos de trabajo.
Por ejemplo, Outokumpu, líder global en acero inoxidable sostenible, ha podido reducir su consumo de energía y emisiones, utilizando IA. Aprovechando los conocimientos derivados de sus datos operativos, la empresa ha creado valor mediante el mantenimiento predictivo y la prevención de errores en los equipos, reduciendo así su consumo energético.
Por su parte, Alfa Laval, líder sueco en fabricación, está desarrollando soluciones de IA para calcular el rendimiento óptimo de sus intercambiadores de calor. El resultado de este análisis de datos ayuda a la empresa a evitar el reemplazo de componentes que aún funcionan de manera óptima, lo que incrementa la vida útil de los intercambiadores, reduce costes y disminuye las emisiones.
Sostenibilidad y estrategia empresarial, un enfoque dual
La IA se convierte en una plataforma para la innovación y el avance, impulsando a investigadores, científicos y líderes empresariales a acelerar el descubrimiento científico y a generar valor empresarial, mediante un aumento de la eficiencia y de la resiliencia y un mejor desarrollo de productos.
Microsoft reconoce el papel que su tecnología desempeña en ayudar a otras organizaciones a alcanzar sus metas de sostenibilidad. Por ello, la compañía se ha comprometido a integrar la sostenibilidad en todos sus productos y operaciones, con el fin de potenciar a partners y clientes en sectores tan diversos como la energía, la fabricación o los servicios financieros.
El proceso comienza ayudando a las organizaciones a construir una base de datos sólida que permita romper silos y obtener una visión completa de su información en un mismo lugar y en tiempo real. Esto hace que la IA pueda identificar patrones, predecir resultados y optimizar el rendimiento como nunca antes. Gracias a esto, los líderes empresariales tienen la oportunidad de crear una narrativa coherente sobre sus esfuerzos de sostenibilidad y el valor empresarial que estos generan, un mensaje fiable tanto para los clientes finales, como para inversores y reguladores.
La conclusión es que la sostenibilidad y la estrategia empresarial deben ir de la mano, en lugar de ser dos perspectivas diferentes dentro de una compañía. Para ello, es clave integrar la digitalización en ambas dimensiones.
Para profundizar en este tema y conocer casos reales de empresas pioneras que aprovechan la digitalización tanto para la sostenibilidad como para la transformación empresaria, se puede consultar el informe completo elaborado por PwC en colaboración con Microsoft y el Instituto de Cambio Medioambiental de la Universidad de Oxford aquí.