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Cómo una nación indígena dispersa mantuvo sus canciones vivas cuando no podía cantar cara a cara

La antigua melodía presenta un golpe de tambor y predica el fin de toda guerra. Como lo dice la tradición tribal: la canción fue un regalo de “el Creador”.

Por miles de años, los samish se han reunido en casas comunales de cedro a lo largo de las costas de agua salada del noroeste del Pacífico, a menudo para cantar una de las muchas versiones de “Bone Game Song”. Sus notas altísimas animaban a las multitudes en las fogatas y, de manera más reciente, a las reuniones tribales en Anacortes, Washington, hogar de la Nación Indígena Samish.

Pero en estos días, en los que una pandemia fuerza el distanciamiento social, los ciudadanos samish sólo pueden reunirse en un lugar para compartir esa canción y otras tradiciones ancestrales: Microsoft Teams.

“Una tribu es una familia, una comunidad. Cualquier reunión cultural es lo que somos”, comentó Emily Baker, ciudadana samish que vive en Seattle, dos horas al sur de Anacortes. “Realizar estos eventos de canto y tambores en Teams es clave para la salud y el bienestar de muchas personas”.

“Reconectar de esta manera, mientras nos mantenemos a salvo, es sanador”, agregó.

Desde las mesas de sus cocinas y sus sofás en las salas de estar, cientos de samish han pasado partes de su verano e inicios del otoño juntos en Teams, un espacio digital de colaboración. Ahí, se han unido a clases de canto, intercambiado historias tribales, realizado festivales de cine y creado todo tipo de artesanías tradicionales: desde cascabeles tallados hasta diademas tejidas.

Los ciudadanos dicen que esas reuniones remotas han ayudado a la tribu a mantener su alma colectiva.

Una mujer de pie, detrás de un telar erguido, sostiene una cadena de hilo junto a su oreja izquierda mientras mira un teléfono inteligente que está montado en un soporte de anillo de luz.
Leslie Eastwood enseña una clase de tejido tradicional en Teams desde la sede samish.

Pero en la plataforma también ha habido arduo trabajo. A finales de junio de 2020, la Nación Samish realizó su reunión anual de concejo general en Teams, para ofrecer informes financieros, políticos y legales, respuestas de los líderes de la tribu a las preguntas de los ciudadanos, recolectadas por adelantado, y resultados en vivo de la elección 2020 del concejo de la tribu.

“Con el COVID-19, tuvimos que ser creativos”, comentó Tom Wooten, presidente de la Nación Indígena Samish. “Teams nos permitió llegar a nuestros miembros en Estados Unidos, Canadá, y en todo el mundo. Para ellos, poder compartir conocimiento de nuestros logros fue increíble”.

“Se trata de la interacción, y yo pienso lo mismo”, añadió. “Se trata de la salud mental y también del bienestar físico. Necesitamos que la gente esté entera. Ver a otras personas reír, sonreír y hablar es importante, necesitamos de los demás”.

Una mujer añade cuentas a un trabajo artesanal mientras mira la pantalla de una laptop que muestra a gente que hace el mismo trabajo en Microsoft Teams.
Eastwood participa en una clase samish de cuentas vía Teams.

Durante esa reunión virtual en junio, los líderes samish encontraron maneras de incluir algunos queridos protocolos.

En reuniones anuales tribales previas, que de manera típica se llevaban a cabo en un edificio comunitario en Fidalgo Bay Resort, propiedad de los samish, en Anacortes, los veteranos samish llevaban banderas samish y americanas a la sala, que entraban al ritmo lento de un tambor de piel de animal.

Este año, Leslie Eastwood, gerente general de la tribu, rastreó fotos de presentaciones pasadas de los colores tribales. Usó PowerPoint para crear una presentación que pudiera compartir en Teams, y añadió audio de cantantes y bateristas que interpretaban la canción samish de victoria.

“Para mí, fue importante personalizar esta reunión, dado que no podíamos estar todos juntos”; comentó Eastwood.

“Quería que todos vieran los rostros de los demás. Si todos estuviéramos sentados ahí, juntos en esas sillas, esas serían las personas que de manera normal reconozco y veo. Esas son las personas que extraño”, añadió. “Puse mi corazón en esto”.

Eastwood también grabó esa reunión para que los ciudadanos samish pudieran verla cuando quisieran. En junio, 84 miembros tribales miraron en vivo los procedimientos y casi 20 ingresaron a la grabación después. (La Nación Samish tiene una población de más de 2 mil personas).

Los líderes tribales dicen que los participantes reales sumaron alrededor de 150, pues muchas familias la vieron juntos, agrupados alrededor de computadoras individuales, lo que significa que la reunión virtual atrajo casi al mismo número de personas que las reuniones en persona en años pasados.

Aparte de su trabajo en gobierno, Eastwood también ha liderado o participado en muchas de las sesiones culturales virtuales. Junto a una mesa en su casa en Anacortes, colocó un soporte con luz de anillo, fijó su smartphone a ese soporte y activó la aplicación Teams, para compartir una vista área de sus manos mientras creaba esteras de cola de gato y diademas de lana.

A los ciudadanos samish que participaron en sus sesiones se les enviaron cajas de materiales (como hojas secas de cola de gato) para utilizarlas mientras seguían desde casa las instrucciones paso a paso de Eastwood.

Otros miembros de la tribu han seguido su ejemplo. En su hogar en Seattle, Baker ha enseñado a sus compañeros ciudadanos, de manera virtual, cómo utilizar tiras de corteza de cedro para tejer un corazón y un pez decorativo.

Y desde su hogar en Anacortes, Wooten ha realizado varias clases remotas de canto, que cubren “The Bone Game Song” además de canciones de bandera samish, canciones de despedida y canciones de pádel.

Un tambor samish descansa contra la cadera izquierda de un hombre que colocó una baqueta en su superficie.
Tom Wooten toca su tambor tradicional samish.

“Las canciones existen desde hace mucho, antes de la radio y los tornamesas”, comentó Wooten sonriente. “Los ciudadanos de la tribu están hambrientos por conocer el pasado. Para avanzar, tienes que saber dónde has estado”.

“Esa plataforma nos permite llegar a personas que en definitiva no habrían podido venir, no sólo por COVID, sino porque nuestros miembros están dispersos por todo el mundo”, añadió.

La distancia es algo con lo que los samish han lidiado por generaciones.

Los primeros fragmentos de evidencia arqueológica ligados a la tribu Samish, huesos de bisontes serrados y herramientas de carnicería de piedra, tienen 14,400 años de antigüedad, según mostraron datos de carbono. Fueron encontrados en la Isla Orcas, la más grande de las Islas San Juan al noroeste del Pacífico.

La cabeza y el pico de una garza encaramada en un árbol se destacan contra el sol naranja en el cielo.
Una garza encaramada sobre la costa en Anacortes.

Desde la última Era del Hielo, la región ha servido como el hogar tradicional samish. Cuando los colonos blancos llegaron ahí a finales del siglo XIX, comenzaron a destruir una gran casa comunitaria samish. En las décadas siguientes, esos colonos expulsaron a decenas de samish, lo que creó una diáspora regional.

Durante la Segunda Guerra Mundial, algunos samish que se mantuvieron en Anacortes encontraron empleos mejor pagados en la industria aérea o en astilleros lejanos, lo que ocasionó que la tribu se separara aún más.

“Lo que hizo que los samish fueran únicos”, comentó Eastwood”, “fue que tuvieron que profundizar y averiguar cómo sobrevivir al seguir oportunidades en otras partes, pero también mantenerse conectados con nuestras familias dispersas”.

“Parte de nuestra historia actual se basa en el hecho de que a la tribu nunca se le había dado su propia reservación”, añadió.

Un tótem samish levantado fuera, contra un cielo ahumado.
Un poste de la historia samish se encuentra frente el cielo y los árboles en Anacortes.

Esa ciudadanía lejana incluso le valió a los Samish un apodo legal, uno que Eastwood ama.

En 1994, el Departamento del Interior de los Estados Unidos realizó una audiencia referente al reconocimiento federal de los samish como una tribu indígena. El juez de Derecho Administrativo, David Torbett, llevó a cabo la audiencia.

En ese entonces, en los primeros días del internet, los líderes tribales ya eran adoptantes de la tecnología: utilizaban teléfonos celulares, email personal y faxes para reunir a un pueblo disperso.

Torbett, que falló a favor del reconocimiento de los samish, reconoció sus conocimientos técnicos. En su opinión, apodó a los samish la “tribu cibernética”.

“Todavía me emociona”, mencionó Eastwood. “Literal, hace que se pare el pelo detrás de mi cuello”.

Una mujer trabaja con cuentas mientras está sentada en una mesa frente a una laptop.
Leslie Eastwood aprende el tradicional trabajo con cuentas a través de Teams.

Esa misma familiaridad digital se mantiene intacta. La tribu tiene un próspero sitio web, además de páginas de Facebook e Instagram. La mayoría de los ciudadanos se sienten cómodos con smartphones y aplicaciones, comentó Eastwood.

Su perspicacia tecnológica también llevó a los líderes samish a seleccionar una plataforma de comunicación que asegurara que sólo los ciudadanos de la tribu pudieran participar en sesiones virtuales, en particular cuando se trata de salvaguardar la información de negocios de la nación, mencionó Wooten.

La Nación Samish es miembro del Centro Multi Estatal de Análisis e Intercambio de Información (MS-ISAC, por sus siglas en inglés), que busca mejorar la postura de ciberseguridad en general de los gobiernos estatales, locales, tribales y territoriales de la nación. MS-ISAC es parte de la organización no lucrativa Center for Internet Security (CIS).

“Con internet como es ahora, buscábamos algo que tuviera seguridad”, comentó Wooten.

“Ha sido beneficioso para que las personas interactúen y sepan lo que sucede. Están más informados y nuestra participación ha aumentado durante la pandemia”, añadió. “Vamos a seguir con Teams más allá de COVID-19. Nos ha ahorrado tiempo y dinero y ha permitido que el gobierno siga con su trabajo”.

Un letrero junto a un edificio de dos pisos.
Sede de la Nación Indígena Samish en Anacortes.

La recomendación de elegir Teams por sobre otras plataformas vino de JR Walters, el director de TI de la Nación Samish. La selección, comentó Walters, se basó en encabezados frecuentes sobre brechas de TI y la implementación de controles de seguridad de CIS de la tribu, un conjunto de mejores prácticas en ciberseguridad.

Pero fue una primera reunión virtual que Walters nunca olvidará, comentó. Se realizó por el tiempo en que la Organización Mundial de la Salud declaró al COVID-19 una pandemia global, en marzo de 2020. Los líderes samish comenzaron a realizar llamadas diarias por Teams para discutir la conciencia situacional de la nación.

Después de varias de esas reuniones, los participantes comenzaron a sentirse mejor con las funciones de Teams, incluidos los fondos personalizados y difuminados.

Una mañana, un líder samish entró a la reunión remota con un nuevo fondo: El puente del “Enterprise”, la nave espacial de la serie de TV “Star Trek”.

“Agregó alivio a la situación, que se sentía bastante estresante”, mencionó Walters. “En ese entonces, no sabíamos lo que sucedía, las escuelas comenzaban a cerrar, hablábamos sobre lo que íbamos a hacer como gobierno”.

“Luego alguien cambió su fondo de pronto, y nos trajo un poco de alegría”, añadió. “Aligeró el ánimo e hizo las cosas mejores”.

Foto principal: Tom Wooten, director de la Nación Indígena Samish, de pie en la costa de Anacortes, Washington.

Todas las fotos por Dan DeLong.