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Datos: El cimiento de la Transformación Digital

Trasladarse a través de la ciudad para llegar al aeropuerto y esperar abordar un avión se percibe como una actividad cotidiana, sin embargo, es poco común pensar en todo lo que hay detrás de una actividad común como el transportarse.

Horarios, tráfico aéreo, equipaje, clima, y las personas que usan sus dispositivos para comunicarse o informarse, entre otros aspectos, nos brindan grandes volúmenes de datos que es posible colectar, organizar y analizar para usar como base en la toma de decisiones.

El actual acceso a los dispositivos es fundamental para que los datos, que se generan a través de conversaciones en redes sociales, preferencias de compra o lugares visitados, adquieran una estructura y se puedan conformar bases de datos con las que sea posible obtener información en tiempo real, algo que sin la digitalización era muy tardado y costoso.

Los nuevos elementos de la vida digital hacen que los datos estén democratizados. Hoy en día, hay enormes cantidades de datos y con las nuevas herramientas tecnológicas las empresas pueden adentrarse para encontrar correlaciones, establecer patrones y considerar probabilidades debido a las capacidades analíticas de herramientas como Azure Data Lake —que forma parte de SQL Server 2017— y el uso de inteligencia artificial o aprendizaje automático.

Por ejemplo, retomando el ámbito del transporte aéreo, hablamos de una actividad en la que se generan demasiados datos, y no sólo eso, se observa que se modifican con rapidez. Con este dinamismo, es necesario poseer herramientas que compilen, ordenen, observen, den seguimiento y ayuden a la visualización de los datos, para posteriormente encontrar correlaciones a través de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial que nos indiquen los asientos preferidos de las personas y qué objetos suelen transportar.

Y es que el poder de los datos debe considerarse esencial para cualquier industria, porque con ellos, a pesar de su calidad abstracta inicial, se obtienen insights que resultan en la generación de valor, algo que redunda en el desarrollo y crecimiento económico. La industria minorista es un claro reflejo de ello: Todos los días se producen y demandan bienes, las personas buscan productos en línea —ya sea en redes sociales o en sitios de comercio electrónico— y dejan rastro de sus preferencias. Los minoristas y fabricantes retoman esta información —respetando la privacidad de los compradores— para su análisis y tomar decisiones de abastecimiento, distribución, display, promoción y publicidad.

La complejidad y volumen de los datos, así como las fuentes de estos ya no son un impedimento para comprenderles. El cómputo en la nube, la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y los dispositivos IoT son facilitadores para que un agricultor, por ejemplo, conozca qué tipo de fertilizante es el más adecuado, al capturar imágenes con drones y después analizarlas. Mientras tanto, en los pozos petroleros se previenen fallas y en una fábrica de envases se decide qué proceso es el más adecuado para generar ganancias y ofrecer productos de calidad a los clientes.

Estas nuevas capacidades para tratar y entender los datos son el cimiento y motor de la Transformación Digital, porque se establecen modelos de negocio que significan eficiencia y beneficio para las compañías, que en consecuencia también son el impulso económico de industrias enteras y naciones.