
‘Dejar una huella positiva’: La solución de conducción autónoma de Wayve busca proteger a las personas y al planeta
Dejemos 2020 por un momento y hagamos una visita imaginaria a 2029.
(Si tan sólo pudiéramos hacerlo, ¿Cierto? De todos modos, regresemos a nuestro paseo mental)
Imaginen las ciudades del mundo a finales de esta década: Calles, intersecciones y rotondas son un flujo mucho más organizado, seguro, limpio y silencioso de vehículos eléctricos autónomos conectados. Cuadra tras cuadra, su “cerebro de conducción” compartido aprende de las experiencias del camino para hacer de las muertes en el tránsito tragedias de nuestro desordenado pasado.
¿Atascos en horas pico? No más. ¿Sonidos de bocinas? No es necesario. ¿Furia del camino? Ya no existe.
Así es como Alex Kendall ve nuestro futuro urbano. Kendall es el cofundador y CEO de Wayve, una startup ubicada en Londres que construye una solución de inteligencia artificial (IA) que permitirá a los vehículos autónomos operar no sólo en una sola ciudad, sino en cualquier entorno urbano, para mover personas y bienes de manera segura.
Su visión mezcla capacidades de nube y de inteligencia artificial con fuertes dosis de equidad humana y aire saludable, para entregar un nuevo modelo de transporte que será sustentable, asequible y accesible para las personas en todas las ciudades. Lo llama “Riding the Wayve” (Montar la ola, un juego de palabras en donde la palabra ola en inglés se pronuncia parecido a Wayve).
“Uno de nuestros valores es dejar huellas positivas”, comentó Kendall, “así que trabajamos en exclusiva con vehículos eléctricos”.

Para escalar su solución, la empresa de tres años de antigüedad, aprovecha Microsoft Azure y el programa Microsoft for Startups: Autonomous Driving, que brinda beneficios como créditos gratis de Azure y acceso a ingenieros y gerentes de programa de Microsoft para dar apoyo al desarrollo de estas complejas cargas de trabajo en la nube.
De manera reciente, Transform conversó con Kendall, a través de Microsoft Teams, para escuchar sobre nuestros traslados del futuro.
TRANSFORM: La conducción autónoma significa diferentes cosas para diferentes personas. ¿Qué significa para ti?
KENDALL: Significa el inicio de una nueva era, crear inteligencia artificial en la que confiemos para mover personas y bienes a través de nuestras ciudades, sin requerir de la supervisión por parte de seres humanos. Hablamos de un mundo de servicios autónomos de movilidad que crea una disrupción en la propiedad de autos privados, que hace más sustentable para las personas moverse por las ciudades y, en última instancia, que reduce a cero las muertes en el camino.
TRANSFORM: Wayve Busca ser la primer empresa en lanzar su tecnología de conducción autónoma en 100 ciudades, no solo en una. Cuéntame sobre esta meta.
KENDALL: A través de la industria actual de conducción autónoma, muchos equipos tratan de hacerla funcionar en un lugar, sólo tratan de sacar algo tan rápido como puedan. Esto viene a expensas de lo que llamamos “generalización”: ¿Qué tan rápido el sistema puede ir de funcionar en un lugar a hacerlo en muchos lugares?
Cuando los seres humanos aprenden a conducir, van de entender cómo conducir en una ciudad a aprender de manera rápida cómo hacerlo en otras ciudades. De la misma manera, escalar nuestra tecnología para otras ciudades debería ser una cuestión de añadir una pequeña cantidad de experiencia para adaptarse a cada nuevo lugar.
TRANSFORM: ¿Dónde están algunas de esas 100 ciudades proyectadas?
KENDALL: Nos ubicamos en Londres. Esta sería nuestra primera ciudad. Más allá de Reino Unido, estamos muy emocionados por dirigirnos a algunas ciudades en Europa como los siguientes puntos de expansión. Los siguientes países incluyen Holanda, Bélgica y Alemania.
TRANSFORM: Mencionaste cómo los seres humanos aprenden a conducir. ¿Esto que significa?
KENDALL: Los seres humanos son interesantes porque utilizan muchos medios para aprender cómo conducir. El dominante es el aprendizaje sin supervisión. Así es como los seres humanos ven y miran al mundo.
Cada vez que te sientas en un auto u observas cómo se conducen los autos, construyes un modelo mental interno sobre cómo se comportan las cosas, cómo se mueven, cómo interactúan. Cuando ya tienes un auto, es este modelo interno el que hace eficiente para ti aprender cómo conducir.
TRANSFORM: ¿Cómo imita el sistema de aprendizaje automático de Wayve al proceso humano?
KENDALL: Tal como lo hacen los humanos, nuestro sistema aprende de manera más eficiente al usar diferentes fuentes, incluido el aprendizaje sin supervisión, el aprendizaje por imitación y el aprendizaje de refuerzo.
Primero, aprendemos a conducir (de manera autónoma) al copiar a humanos expertos. Registramos los datos de conducción de sus vehículos. Con base en esos datos, aprendemos a copiar su conducción experta. A esto se le llama aprendizaje por imitación.
A partir de ahí, construimos un sistema de conducción autónoma y lo desplegamos en los caminos con conductores de seguridad. (Estas son las personas que se sientan detrás del volante durante las pruebas y, de ser necesario, toman el control de inmediato). Cada vez que el sistema comete un error, e interviene el conductor de seguridad, aprendemos de esa retroalimentación. A esto se le llama aprendizaje de refuerzo.
Por último, utilizamos simulación por computadora para aprender de situaciones que son muy peligrosas o que es muy raro experimentarlas en el mundo real. A través de estos tres pasos, construimos una conducción autónoma segura y robusta.

TRANSFORM: ¿Quiénes son los conductores expertos que mencionaste, y cómo registras sus datos de conducción?
KENDALL: Desplegamos nuestra plataforma de conducción autónoma con dispositivos de recolección de datos a través de grandes flotas de escala comercial.
A estos vehículos les brindamos computadoras de recolección de datos: suites de detección y conducción autónoma integradas por completo, y pequeñas computadoras con una conexión 4G. Al integrarlas con la nube de Azure y servicios IoT, esto nos permite entender estos datos y enviar de vuelta a la nube ejemplos interesantes, para que, en última instancia, nuestro sistema aprenda de ellos. A escala, esto nos brindará acceso a millones de imágenes por segundo.
TRANSFORM: En tus simulaciones por computadora, ¿Estimas las tasas de accidentes?
KENDALL: Hemos construido un sistema (de simulación) escalable, para extraer información de valor de cada parte de la conducción. Clasificamos esto en escenarios y miramos las métricas para cada uno, ya sea conducir a través de las luces de tránsito o atravesar una rotonda en la lluvia.
Esto nos da una buena vista sobre en qué somos buenos y en qué no, y en dónde deberíamos enfocar nuestros recursos y nuestro aprendizaje.
Dentro de cada uno de esos escenarios, podemos estimar con precisión las actuaciones a nivel humano y qué es lo que necesitamos superar. Por ejemplo, los seres humanos pueden pasar por intersecciones de rotondas 99.999 por ciento de las veces sin un accidente que provoque una lesión. Eso es algo que queremos superar.
TRANSFORM: ¿Qué ha significado para tu compañía y para alcanzar tu visión el programa Microsoft for Startups: Autonomous Driving?
KENDALL: En los primeros días, construíamos un vehículo autónomo en nuestra cochera, lo conducíamos por la cuadra y lo probábamos.
No teníamos nada para mostrar y todo por probar. A pesar de eso, Microsoft se entusiasmó por lo que construíamos. Este involucramiento temprano fue crítico. Más que el apoyo de crédito financiero, el apoyo en ingeniería alrededor del backend y la rápida respuesta a nuestras solicitudes y preguntas nos permitió tener esa velocidad de iteración que necesitábamos.
Dado que teníamos esta velocidad de iteración, pudimos graduarnos con rapidez de estar en una casa a construir una sede y una organización que, en última instancia, decidió construir en Azure nuestra infraestructura a escala.

TRANSFORM: Cuando tu tecnología esté desplegada por completo, ¿Cómo se verá en el mundo real?
KENDALL: Imaginamos un mundo donde tenemos grandes flotas de vehículos conectados, en donde todos comparten experiencias para mejorar y entrenar a un cerebro de conducción que, en última instancia, aprende de sus errores y aprende a adaptarse a las necesidades de la sociedad a un ritmo rápido.
TRANSFORM: ¿Y esta red de conducción autónoma estará disponible para todos los que quieran utilizarla?
KENDALL: Sí, para las personas con discapacidad, la conducción autónoma es una tecnología que debería incrementar sus opciones de movilidad de manera masiva. Debería reducir el estigma y el costo (de las opciones actuales de transporte accesible).
También, no quiero ver que la conducción autónoma sólo es desplegada en áreas prósperas con una costosa infraestructura. Quiero que la conducción autónoma se dirija a las sociedades urbanas de todo el mundo. Esto requiere de un sistema de conducción autónoma más inteligente, que sea capaz de entender el mundo que lo rodea. Esto sólo es posible con aprendizaje automático.
TRANSFORM. ¿Esto cuándo podría convertirse en parte de nuestra vida diaria?
KENDALL: En los próximos años, Wayve llegará a un punto donde tengamos el caso de la seguridad en sitio, donde invitaremos a miembros del público a experimentar la conducción con Wayve. Harán esto, primero, con un supervisor de seguridad de conducción que supervise el paseo, luego como un servicio autónomo.
Para finales de esta década, creo que la conducción con Wayve será dominante dentro de las opciones de transporte multi modal que usamos en las ciudades en el mundo. Será sólo cuestión de tiempo antes de que sea tan frecuente como los servicios de transporte de la actualidad.
Foto principal: Alex Kendall. (Todas las fotos cortesía de Wayve.)