Desarrolladores traen magia detrás de cámaras para ayudar a las empresas a cambiar el curso de manera rápida durante una crisis
Cuando la pandemia global de salud golpeó a los Estados Unidos, las fábricas Carhartt pasaron de manera rápida de fabricar ropa de trabajo robusta a coser máscaras delicadas y batas médicas.
No fue la primera vez que la compañía de 131 años hacía un cambio tan drástico. El fabricante de monos con sede en Michigan compró un molino de algodón cuando estalló la Primera Guerra Mundial para poder producir pantalones caqui para los soldados estadounidenses, y luego hizo trajes de selva para los Marines de Estados Unidos que combatían en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, junto con ropa de trabajo para las mujeres que ingresaban a las fábricas en el frente de casa.
Pero en esta ocasión, Carhartt tiene una nueva herramienta para ayudarle a tener éxito frente a la crisis: docenas de desarrolladores.
A medida que las tiendas y las oficinas cerraban en marzo para frenar la propagación del coronavirus, los ingenieros de software de Carhartt pudieron realizar la transición de manera fluida al trabajo remoto, mientras desarrollaban nuevos programas y tableros para ayudar a la compañía a tomar decisiones de distribución y manejar una repentina avalancha de órdenes telefónicas y en línea. Su trabajo pone de manifiesto una poderosa tendencia: Las compañías de todos tipos han comenzado a añadir desarrollo de software a su centro de mando, y con más de la mitad de los 20 millones de ingenieros de software en el mundo que ahora trabajan fuera de la industria tecnológica, y que llevan la magia que ayuda a prosperar a estos negocios.
Las firmas que remueven la fricción y ayudan a los ingenieros a conseguir “Developer Velocity”, una eficiente innovación, incrementan sus ganancias hasta cinco veces más que aquellas que no lo hacen, de acuerdo con un estudio reciente de McKinsey. Estas empresas también tienen un 60% más de rendimiento total de los accionistas, un 20% más de márgenes operativos y mejores calificaciones en satisfacción del cliente y percepción de marca.
Los factores más importantes para ayudar a los desarrolladores a conseguir más – un foco central de la conferencia anual Build de Microsoft, realizada este año por completo de manera virtual por primera vez – son herramientas, cultura laboral, gestión de producto y manejo de talento, según descubrió McKinsey.
“Me siento impulsado y confiado en Carhartt, ese ha sido el mayor motor para el éxito de todo esto”, concuerda Joe Hagerty, científico de datos que pasa alrededor del 80% de su tiempo en escribir código para convertir datos en información de valor utilizable. “Cuando tienes obstáculos, tienes que gastar tiempo y energía en descubrir cómo superarlos. Pero ellos me han impulsado con los recursos que necesito y eso ha sido clave para hacer los proyectos de manera rápida”.
Uno de esos proyectos que ha sido de utilidad durante la pandemia es la herramienta de Inteligencia Artificial que Hagerty y sus colegas construyeron sobre Microsoft Azure, llamada “Market Attack”. Ellos la han adaptado para ayudar a los equipos de ventas de Carhartt a definir mercados localizados y desarrollar diferentes estrategias en consecuencia, para ayudar a los clientes mayoristas en cada área a superar la crisis. Esta herramienta incorpora datos que incluyen el impacto en ventas debido al cierre de tiendas, y ayuda a Carhartt a pronosticar la demanda ajustada en cada mercado específico.
Justo antes de que el COVID-19 golpeara las costas de Estados Unidos, Kyle Valade, ingeniero senior de datos en Carhartt, había distribuido una nueva aplicación que construyó en sólo dos meses, con los servicios de plataforma gestionada de Microsoft Azure, para ayudar al equipo de servicio al cliente de la compañía a reunir información de manera más rápida a través de un sistema consolidad,
“Tomamos ideas de los equipos de información del cliente y las discutimos con ellos y ha sido una de las cosas de mayor impacto que he hecho para Carhartt”, comentó Valade, un descendiente del fundador del fabricante de ropa”. “Esto ha ayudado a la empresa a ser más exitosa”.
Carhartt cambia a la fabricación de equipo personal de protección
En 2019, Carhartt comenzó a utilizar Azure Data Lake, así que Hagerty y Valade pueden iniciar sesión desde cualquier lugar, desde cualquier computadora, para un acceso seguro a la configuración de su máquina virtual, con todas las herramientas que necesitan – como Visual Studio Code – para desarrollar software. Hagerty comenta que el trabajo “es probable que incluso haya mejorado”, desde que la compañía envió a sus empleados a casa en marzo.
Por un lado, ya no debe tomar en cuenta el tiempo de ir de una reunión a otra, lo que puede llevar una caminata de 10 minutos y rodear arbustos alrededor de tres edificios en las oficinas centrales de Carhartt. Ahora él puede subir y bajar de videollamadas de Teams con todos los documentos y presentaciones que necesita ya dentro del programa, lo que le da tiempo extra para comunicarse aún más con sus colegas.
Jake Varghese, cofundador y director de tecnología de Optio3, comenta que él es “de la vieja escuela”, pues prefiere ir diario a las oficinas centrales de la compañía para ayudar a los clientes, que van desde empresas de transportación a gerentes de edificios comerciales, a resolver los problemas de gestión de operaciones remotas. Pero ahora que trabaja desde su departamento en el centro de Seattle, con vistas a Puget Sound y a la Space Needle, y con sus dos perros al lado, Varghese comenta que se ha sorprendido por el continuo sentido de cohesión entre sus desarrolladores a medida que cambiaron a estar juntos en un sentido virtual.
“Tal vez no pienses en Teams como una herramienta para desarrollador, pero yo sí la veo así”, comentó Varghese. “Teams ha permitido remover los impedimentos de la colaboración y la comunicación. Ahora es nuestra plataforma de elección y eso va a continuar una vez que regresemos a la oficina”.
El trabajo de Varghese se volvió aún más urgente con el brote de coronavirus. Optio3 ha ayudado a C&S Wholesale Grocers, el distribuidor de comestibles en Estados Unidos, con más de 3 mil camiones, a obtener información de valor a partir de sus operaciones. Una batería baja o una avería en el camino a una tienda puede significar que un carga de medio millón de dólares de productos se desperdicie – malas noticias en tiempos normales, pero una crisis durante las compras apresuradas de alimentos de los meses recientes, cuando los estados comenzaron a emitir las órdenes de permanecer en casa.
Varghese y su equipo, entusiastas de TypeScript, el lenguaje de programación de código abierto de Microsoft, utilizan GitHub como repositorio para desarrollar y almacenar su código, que Varghese llama el “resultado más importante” de Optio3.
“GitHub es la bóveda donde pongo mis valores más confiables, y necesito saber que esa bóveda será confiable y segura, y que todos los demás miembros del equipo que necesitan integrar con mi código tendrán acceso a él”, comentó.
Los desarrolladores de Optio3 utilizaron servicios Azure y Azure Maps para una solución de nube que colocan sobre paneles solares y puertas elevadoras, para brindar recomendaciones de mantenimiento anticipadas, que ayuden a asegurar que los camiones de C&S están en perfecta forma antes de dejar el centro de distribución hacia una tienda de comestibles.
“Todo sobre este juego es preventivo y proactivo”, comentó Varghese. “Una vez que el camión sale al campo, ya es muy tarde”.
La pandemia también inició una llama bajo un tipo diferente de proyecto para Jeff Dorchester y Dion Gonzales, los cofundadores de la aplicación de salud mental iRel8, ubicados en Colorado.
La compañía ya había trabajado con All Clear Foundation en una versión de marca blanca de su plataforma, una diseñada en específico para los socorristas, cuando COVID-19 “comenzó a asomar su fea cabeza”, mencionó Gonzales. Con la nueva urgencia, ambos pidieron ayuda a Microsoft para llevar a la aplicación ResponderRel8 a la meta, y fue lanzada en abril de 2020 para dar a los trabajadores de primera línea un espacio seguro para discutir, de manera anónima, éxitos y fracasos en el tratamiento de personas enfermas con el virus.
Dorchester, el director de desarrollo de la empresa, también agregó de manera rápida una sección de la pandemia a la aplicación principal de iRel8 para dar a los usuarios de todo el mundo una plataforma para que compartan con sus colegas cómo lidian con la crisis.
“La manera en que estructuramos el código para que corra a través de diferentes canales para crear y desplegar la aplicación de etiqueta blanca sobre Azure, teníamos la infraestructura en sitio para cambiar de manera rápida cuando fuera necesario para hacer frente a estas situaciones”, comentó Dorchester. “Y todo el flujo de trabajo a través del equipo fue fenomenal”.
Una noche, Gonzales ingresó a Visual Studio Live Share y se sorprendió por lo que vio: Desarrolladores internos y externos para iRel8 que trabajaban en el mismo código, al mismo tiempo, desde diferentes rincones del país, que iteraban sobre la marcha y realizaban pruebas al trabajo de los otros.
“No soy desarrollador”, comenta, “pero estaba en una en una fase geek por un momento para ver todo el código y las conversaciones detrás de él, todo sucedía y estaba en marcha en tiempo real”.
Las herramientas que impulsaron a Dorchester a desarrollar una plataforma para los socorristas ahora a ayudará a la compañía a “adaptarse a lo que sea que sea la nueva normalidad a medida que atravesamos la pandemia”, mencionó Gonzales. “Diferentes estados han comenzado a abrir en tiempos diferentes y lo que es normal ahora tal vez no sea relevante en seis meses, pero podremos adaptarnos con rapidez para atender esas necesidades para lo que sea la nueva normalidad en ese punto”.
En Stack Overflow, Jane Willborn y alrededor del 80% de sus colegas ingenieros alrededor del mundo ya habían comenzado a trabajar desde casa en una cultura donde “lo remoto es primero” cuando la compañía con base en Nueva York cerró sus oficinas globales en marzo de 2020 y le dijo al resto de sus empleados que se unieran.
Cuando Willborn comenzó en Stack Overflow en 2018 como una nueva desarrolladora en su primer trabajo, codificar en Visual Studio desde su apartamento en Seattle con un equipo esparcido hasta Israel, le hizo preocuparse por no recibir la suficiente mentoría y ayuda. Pero su experiencia con las bien establecidas comunicaciones de la compañía le ayudaron a relacionarse con uno de los mayores proyectos que se le habían asignado – hacerlo un sitio más acogedor. Stack Overflow fue fundado hace 12 años como un foro para ingenieros bastante experimentados, pero los demográficos de los usuarios que llegaban a hacer preguntas y recibir ayuda con desafíos de código se han vuelto mucho más diversos.
El proyecto de Willborn ha probado ser en particular valioso dado que la pandemia ha forzado a más codificadores a trabajar de manera remota alrededor del mundo y a buscar ayuda entre ellos a través del sitio.
“Queremos asegurarnos que a medida que cambia la comunidad de desarrolladores, el sitio cambia para ayudar a impulsar a las personas”, comentó Willborn. “Así que encontramos maneras de hacer esto más fácil al desarrollar una nueva interfaz de usuario que ayuda a los usuarios a preguntar de la manera correcta y hemos visto una mejor tasa respuesta como resultado de esto”.
Ella comenta que su equipo también creó barras laterales que dan la bienvenida al sitio, construidas sobre .NET Core de Microsoft, y les dan mejor orientación sobre cómo utilizarlo, “así que incluso si todavía no se familiarizan con Stack Overflow, pueden participar de manera activa y obtener respuestas a sus preguntas”.
Ese tipo de creatividad muestra el valor que los desarrolladores pueden llevar a compañías a través de un rango de industrias para ayudarles a prosperar, construir y reconstruir en tiempos inciertos.
El rol de Valade como ingeniero de software es algo que su tatarabuelo, Hamilton “Ham” Carhartt, no imaginaba. En 1889, la investigación de mercado y los pronósticos de Carhartt involucraban hablar de manera directa con los trabajadores del ferrocarril para averiguar lo que necesitaban y qué podía él producir con sus dos máquinas de coser, un proceso impreciso y que consumía tiempo.
“Hemos escrito un programa para pronosticar de manera automática cuántos artículos de ropa deberíamos fabricar, a través de aprendizaje automático y otro poco de magia de ciencia de los datos, junto con ideas e intuición humanas”, mencionó Valade. “Había mucho trabajo de base que teníamos que hacer, porque mucha de la tecnología en el mundo de los datos es nueva, y Carhartt me dio el tiempo de resolver eso”.
“Y el resultado ha sido muy bueno, todos están muy emocionados”.
Imagen principal: Kyle Valade trabaja desde casa en Michigan bajo la mirada atenta de un retrato de su tatarabuelo, Hamilton “Ham” Carhartt.
Fotos del equipo de protección personal de Carhartt y de las personas que lo fabrican fueron brindadas por Carhartt. Todas las otras fotos fueron brindadas por las personas en ellas.