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Ganar la partida al invierno: Cómo Alaska combate la nieve y el hielo para prevenir otro Apocalipsis del Hielo

Cuando se trata de invierno, la gente de Alaska se burla de la nieve y el frío mientras se enfrentan a menos 40 grados en Fairbanks o a 7.62 metros anuales de nieve en la ciudad de Valdez. Pero el hielo y la lluvia son una historia diferente. En 2010, una tormenta de hielo de tres días de duración paralizó la región de Fairbanks en Alaska central e incrustó los caminos con peligroso hielo que duró hasta la primavera.

“El ‘Apocalipsis del Hielo’ nos sacudió y nos tomó por sorpresa”, comenta Dan Schacher, superintendente de mantenimiento del Distrito de Fairbanks en el Departamento de Transportes y Servicios Públicos de Alaska. La agencia estaba preparada para el hielo, pero le faltaba equipamiento, materiales y datos sobre las condiciones del camino para combatir el denso y vítreo hielo.

El cambio climático ha vuelto lluvioso el invierno, lo que en ocasiones congela el pavimento y causa estragos para los conductores, y se ha convertido en una creciente amenaza para Alaska. Pero a diferencia de 2010, Schacher y sus equipos ahora están listos para el hielo, con poderosos rompehielos, químicos anticongelantes, estaciones climáticas en los caminos y una innovadora tecnología llamada WeatherCloud.

WeatherCloud, propiedad de Fathym, una empresa de Internet de las Cosas basada en Colorado es un sistema de sensores móviles que da seguimiento a la temperatura del camino, punto de rocío, precipitación, condiciones del pavimento, velocidad del viento, visibilidad y otros datos. A diferencia de los datos atmosféricos del clima de los satélites, WeatherCloud brinda a los usuarios datos hiper-locales, con clima del camino a un nivel de piso, una pieza clave de información en las extremas condiciones de Alaska.

Incluso para una agencia que es experta en arar nieve, ganar la partida al invierno es un duro trabajo cuando las temperaturas disminuyen a menos 26. Thompson Pass cerca de Valdez tuvo cerca de 24 metros de nieve un año y el estado es más grande que Texas, California y Montana combinados. La escarpada geografía también fomenta complicados microclimas; no es extraño que Fairbanks esté soleado y que caiga nieve en las montañas que están a unos cuantos kilómetros.

Mantener limpios los más de 9 mil kilómetros de caminos estatales significa, de manera tradicional, revisar el clima y enviar equipos a revisar las condiciones de estos, una tarea que es lenta para un departamento cuyo presupuesto ha sido reducido de manera drástica en los años recientes.

La histórica “Damalanche” de Alaska – una serie de enormes avalanchas que bloquearon por 12 días la principal carretera cerca de Valdez – en esta imagen de 2014. El deslizamiento también afectó un río, que sumergió parte del camino bajo el agua. Los equipos limpiaron casi 15 mil metros cúbicos de nieve en cinco días. Foto cortesía del Departamento de Transportes y Servicios Públicos de Alaska.

“Utilizábamos una gran cantidad de recursos innecesarios – tiempo del equipo y dinero”, comentó Schacher. “Necesitábamos mejores datos para tomar mejores decisiones”. Los económicos sensores de WeatherCloud, aplicados dos años atrás a los camiones basados en Fairbanks, han trabajado tan bien que Alaska los ha expandido a 70 vehículos en más áreas este invierno.

En los años siguientes al Apocalipsis del Hielo, el estado se ha vuelto más proactivo al momento de enfrentar el hielo y la nieve, en particular al tratar los caminos con químicos anticongelantes – sal marina – antes de la llegada de una tormenta. Pero este enfoque requiere muchas y complejas decisiones. Los oficiales de transportes deben decidir si, cuándo y dónde utilizar barredoras de nieve y químicos, y qué químicos son ideales para esas condiciones.

Enviar las barredoras de nieve donde no se necesitan cuesta dinero. Mantenerlas estacionadas cuando se necesitan pone en riesgo a los conductores. Aplicar sal marina a la temperatura equivocada empeora las condiciones, lo que hace cruciales para este trabajo los datos de la temperatura del camino que brinda WeatherCloud.

“Voy a ser honesto. Si ponemos los químicos en el momento equivocado, voy a crear hielo en lugar de deshacerme de él”, comenta Schacher. Si el trabajo de tomar decisiones que afectan el presupuesto estatal y la seguridad de miles de conductores es estresante, él no lo dice. Pero sí comenta que la responsabilidad en Fairbanks es suya.

“Al final, esa es mi responsabilidad. La decisión cae en mí”, menciona. “Pero ahora, cuando vemos que se acercan los eventos, me siento mucho más confiado. Con WeatherCloud, hemos impulsado a nuestro equipo para que sean más proactivos al momento de combatir las tormentas invernales”.

La tecnología agrega los datos de los sensores en una plataforma impulsada por Microsoft Azure, agrega datos meteorológicos, aplica algoritmos de aprendizaje automático y produce reportes precisos, en tiempo real, del clima en el camino. Estos datos se alimentan en el sistema de pronóstico del clima y mantenimiento del camino de Alaska, lo que ayuda a Schacher y al departamento a decidir cómo tratar los caminos.

Los datos fueron de gran ayuda hace unos meses cuando Schacher analizaba que se pronosticaba lluvia. Un pronosticador nacional del clima le comentó que la lluvia no llegaría al piso, pero Schacher no estaba tan seguro. WeatherCloud y el sistema estatal de datos mostraban una alta probabilidad de lluvia congelante en los caminos.

Quitar la nieve de la carretera Denali de Alaska es parte de la apertura anual de primavera del camino de 217 kilómetros. Foto de 2015 cortesía del Departamento de Transportes y Servicios Públicos de Alaska.

“Así que llevamos personal extra y mantuvimos el equipo en el camino”, comentó. “Para las 10 de la mañana del siguiente día, nuestros caminos principales eran transitables y la gente del pueblo pudo hacer sus cosas”.

Los departamentos de transportes del país – Colorado, Utah, Wyoming e Iowa – también han utilizado WeatherCloud y Fathym explora otras industrias para su tecnología de detección. De manera reciente, analizó el costo de accidentes y retrasos relacionados con el clima para una gran empresa americana de camiones y descubrió que es de 100 millones de dólares.

Fathym comenta que WeatherCloud puede reducir ese costo con sensores colocados en miles de camiones comerciales que ofrecen datos sobre caminos resbalosos, vientos cruzados peligrosos, baja visibilidad y otras amenazas.

“Queremos hacerles llegar la mejor información que les permita ser proactivos”, comenta Mike Chapman, Jefe de Clima en Fathym. “Pueden tomar una ruta diferente o estacionarse por medio turno para no ser vulnerables y llegar de manera más segura a su destino”.

Las cerveceras medianas también utilizan WeatherCloud para rastrear la temperatura de los calentadores y las tasas de fermentación, y Fathym explora cómo sus sensores pueden ayudar a detectar la calidad del aire e impulsar a las ciudades inteligentes.

Esta labor es parte de una misión de ayudar a las organizaciones a simplificar y acelerar el Internet de las Cosas.

“Buscamos maneras para facilitar que todos estos diferentes conjuntos de datos se unan y se mantengan flexibles y fluyan, para que no estén encerrados en silos”, comenta Christy Szoke, Cofundadora y Jefa de Mercadotecnia en Fathym.

“Es una amplia y futurista visión de los datos, porque no siempre sabes por adelantado para que los vas a necesitar”.

Imagen principal: Un trabajador de transportes del estado limpia la nieva de Eagle Summit en Alaska central. Foto cortesía del Departamento de Transportes y Servicios Públicos de Alaska.