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Ingeniero de Software en Xbox

KYLE SCHWANEKE

Programa de contratación único de Microsoft abre más puertas a la gente con autismo

La cuenta de banco de Kyle Schwaneke estaba por quedarse vacía.

Había estado desempleado por un año y medio, desde que el estudio independiente de juegos en el que trabajaba cerró sus puertas. Sus padres, que buscaban maneras de ayudarlo mientras buscaba trabajo, habían pagado el resto del alquiler de su departamento, pero también había llegado al final de eso.

“Me entrevisté con varias empresas, pero no tuve suerte. En ocasiones, enviaba mi currículum y no recibía respuesta. Otras veces, iba a la entrevista y pensaba que me había ido bien, y luego escuchaba que no era así – pero tampoco me daban comentarios al respecto”, comentó Schwaneke. “Comencé a aplicar para trabajos en lugares como Target y Radio Shack para poder ir a una entrevista de un trabajo en comercio minorista por el salario mínimo. Me comenzaba a quedar sin opciones”.

Schwaneke, un prometedor joven desarrollador, graduado de una universidad de renombre a nivel mundial por tecnologías de cómputo interactivas. También tiene síndrome de Asperger, un desorden dentro del espectro del autismo.

Su situación está lejos de ser una anomalía. Un estimado de 80 por ciento de gente con un Desorden del Espectro del Autismo (ASD, por sus siglas en inglés) no tienen empleo, aunque muchos sean completamente capaces de realizar un trabajo, y algunos poseen habilidades excepcionales en áreas como la ciencia, las matemáticas o la tecnología. La tasa de desempleo del 80 por ciento se vuelve aún más significativa si se considera que un estimado del 1 por ciento de la población mundial tiene un ASD.

El 1 de abril, más o menos al mismo tiempo en el que Schwaneke pensaba que pronto tendría que mudarse de regreso con sus padres, Mary Ellen Smith de Microsoft se presentó ante los representantes de 193 países en la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. Era el Día Mundial del Autismo y Smith, vicepresidente corporativa de operaciones a nivel mundial, anunciaba que Microsoft estaba por lanzar un programa piloto para contratar gente con autismo. En los meses que siguieron al inicio del programa, Microsoft había contratado a 11 nuevos empleados que tenían autismo y estaba en la búsqueda activa de candidatos para una creciente lista de oportunidades, que incluía roles en ingeniería de software, ciencia de los datos, servicio al cliente y operaciones, y para equipos como el de Windows, Xbox y HoloLens. La empresa planea continuar con el crecimiento del programa así como su apoyo por la comunidad autista, comentó Smith.

El trabajo en Microsoft de Kyle Schwaneke, ingeniero de software en Xbox, ha incluido llevar a Cortana, la asistente digital personal, a la consola de juego.
El trabajo en Microsoft de Kyle Schwaneke, ingeniero de software en Xbox, ha incluido llevar a Cortana, la asistente digital personal, a la consola de juego.

“Se trata de personas que tal vez no sean capaces de pasar una entrevista inicial o filtro debido a que sus habilidades sociales tal vez no estén cien por ciento en línea con lo que se espera en una entrevista típica pero, ¿Qué increíbles talentos nos perdemos como resultado de eso?”, mencionó Smith, después de recordar su memorable día en la ONU. “Hay mentes únicas que no se utilizan o que se pasan por alto”.

Anunciar el lanzamiento del nuevo programa piloto de Microsoft a las Naciones Unidas tuvo un significado especial para Smith, cuyo hijo Shawn, de 19 años, tiene autismo. Ella recuerda cómo se le rompió el corazón cuando fue diagnosticado hace 15 años.

“Creo que lo entienden”, alcanzó a escuchar que un doctor le decía a otro cuando ella salía del centro médico. Eran los mismos dos doctores que acaban de decirle a Smith y a su esposo que necesitaban limitar en serio sus expectativas sobre su pequeño y lo que podría conseguir, porque tenía autismo.

La joven familia condujo las 15 millas a casa en completo silencio.

“No sabíamos qué decir”, mencionó Smith. “Pero ahora lo sabemos”.

Como muchos padres que tienen niños con autismo, Smith se ha convertido en una defensora incansable. Shawn, el hijo de Smith, el niño de cuatro años que los doctores advirtieron que luchará con las habilidades básicas toda su vida, ahora es un estudiante universitario de 19 años que quiere ser un biólogo marino.

“Nos tomó un tiempo aprender cómo sacar lo mejor que tiene para ofrecer. Esa es la razón por la que soy tan apasionada al respecto”, comentó Smith. “Mi hijo ha dejado atrás cualquiera de las definiciones que había de sus capacidades, al igual que muchos niños más. Pienso que entre más apoyo recibe una persona y entre más escuchamos lo que se requiere para ayudarles a ser exitosos, más van a florecer, crecer y contribuir. Lo he visto una y otra vez”.

Smith y el resto del equipo de Microsoft regresaron del anuncio de la ONU con una sorprendente respuesta. “Estábamos inundados”, comentó Jenny Lay-Flurrie, jefe de accesibilidad en Microsoft y cabeza del grupo de empleados disAbility de la empresa.

“Recibimos más de mil emails y más de 700 currículums. Nos inundaban las llamadas telefónicas y las solicitudes en LinkedIn, y nos invitaban a dar pláticas en escuelas y nos daban premios”, mencionó Lay-Flurrie. “Nos agradecían por hacer algo al respecto. Esa era nuestra más grande epifanía, en verdad lo era. Y aunque era algo hermoso, lo que nos decía es que había una necesidad más grande de lo que pensábamos”.

Aunque Microsoft ha estado comprometido en habilitar a la gente con discapacidades por un largo tiempo, las noticias del programa piloto para contratar gente con autismo generaron un tremendo soporte interno, mencionó Lay-Flurrie. Ella escuchó de empleados, gerentes, gente con autismo que ya trabajaba en Microsoft y de padres que tienen niños con autismo, entre los que se encuentran Eric Brechner y Dean Betz, líderes en la comunidad de autismo en Microsoft, que se unieron para dar consejos y relaciones mientras se diseñaba el programa piloto. Lay-Flurrie comentó que el consenso de todos los que se les acercaban era, “Ya era hora. ¿Qué podemos hacer para ayudar?”

“Al ajustar nuestras prácticas de contratación podemos reclutar desde un nuevo grupo de talentos – uno que está lleno de increíbles habilidades”, comentó Lay-Flurrie. “Contratamos a estas personas porque son individuos increíblemente talentosos que nos ayudarán a hacer cosas increíbles en Microsoft”. En esa pila de currículums de gente con “habilidades increíbles” estaba uno de Schwaneke, que escuchó de su mamá sobre el programa piloto de Microsoft. “Nada más ha funcionado, así que démosle una oportunidad”, él recuerda haber pensado.

Al ajustar nuestras prácticas de contratación podemos reclutar desde un nuevo grupo de talentos – uno que está lleno de increíbles habilidades. Contratamos a estas personas porque son individuos increíblemente talentosos que nos ayudarán a hacer cosas increíbles en Microsoft.

Schwaneke fue una de las 10 personas invitadas a participar en el primer proceso de entrevistas especial para candidatos con autismo de Microsoft. Los trabajos seleccionados para posibles candidatos con autismo son de tiempo completo y ofrecen un salario competitivo, tal como cualquier otro trabajo listado en el sitio web de Microsoft Careers, pero el proceso de entrevistas es único. No es una llamada telefónica de todo o nada, o una entrevista en persona, más bien un conjunto de elementos – una combinación de taller y entrevista para ayudar a que los candidatos para el trabajo se sientan cómodos (y por lo tanto dejarles demostrar por completo sus habilidades).

Durante el proceso de entrevistas de cuatro semanas (que de manera eventual se acortaría a dos semanas para la segunda ronda de nuevas contrataciones), los organizadores dijeron que Schwaneke emergió como líder de manera rápida, como alguien con un fuerte conjunto de habilidades que se mantenía tranquilo y calmado bajo presión.

Aun así, el proceso de entrevista fue difícil para él en algunas ocasiones, en especial las partes que involucraban trabajar en grupos. Schwaneke comentó que estaba motivado y apoyado por todos los comentarios directos y positivos que recibió. Durante dos semanas en el proceso de entrevista, Schwaneke estaba emocionado por escuchar que su trabajo era seguido de cerca por algunos gerentes que buscaban contratar, incluido Zach Johnson, líder principal de ingeniería de software para Xbox.

“El enfoque de Kyle para programar era creativo y empujaba los límites”, comentó Johnson. “Estaba claro que él estaba bien educado y era capaz de aplicar lo que había aprendido en la escuela para probar cosas nuevas. Se movió a la parte más alta de mi lista muy pronto y conforme continuaba la entrevista, lo seguía muy de cerca”.

Philip Jarvis presenta su trabajo a la gente de contrataciones durante el extendido programa de entrevista. Jarvis fue contratado como desarrollador de software para el equipo que trabaja en HoloLens y otros proyectos.
Philip Jarvis presenta su trabajo a la gente de contrataciones durante el extendido programa de entrevista. Jarvis fue contratado como desarrollador de software para el equipo que trabaja en HoloLens y otros proyectos.

En junio, después de trabajar con Schwaneke por cuatro semanas en la “academia” de entrevistas, Johnson le ofreció un trabajo como ingeniero de software. El día que él descubrió que le habían ofrecido un trabajo, sus padres habían visitado su departamento para celebrar el cumpleaños de su papá.

“En la cena pude soltarles la bomba”, mencionó. “Estábamos muy emocionados. Para mí significaba estabilidad, y para ellos era estabilidad y también alivio. Empezábamos a pasar por lo peor a nivel financiero”.

En junio, después de trabajar con Schwaneke por cuatro semanas en la “academia” de entrevistas, Johnson le ofreció un trabajo como ingeniero de software en un pequeño equipo que trabajaría para llevar a Cortana, la asistente personal digital activada por voz de Microsoft, a Xbox. “El equipo en el que estoy es increíblemente comprensivo y aunque tenemos tiempos de entrega y cosas por cambiar, es un ambiente de trabajo muy relajado”, comentó Schwaneke. “No he sentido el stress extremo que sentía en la escuela o en otros trabajos”.

Schwaneke, de barba y anteojos, tiene una voz suave y calmada, su cabello revuelto por lo general está cubierto con una gorra de DigiPen, la universidad en la que obtuvo su licenciatura en programación computacional. Se viste en el estilo cómodo y casual que se volvió ubicuo por décadas gracias a los desarrolladores que existieron antes que él – zapatillas deportivas New Balance, sudadera con capucha que lleva bordado su gamer tag, una camiseta con un dibujo de una especia de langosta estilizada, que él explica es una réplica de la camisa utilizada por Link en el juego “The Legend of Zelda: The Wind Waker”.

Schwaneke comenta que sus padres sabían desde el principio que su hijo era diferente, pero fueron muy comprensivos en cada paso del camino.

“Me tomó un tiempo comenzar a hablar. Luego, cuando lo hice, hablaba oraciones completas y decía cosas muy elocuentes”, mencionó. “Los cables en mi cerebro están conectados de manera diferente. Puedo recordar al instante la letra de una canción que me gusta, pero en ocasiones no recuerdo algo que hice ayer”.

Era el tipo de niño que llevaba pastelillos al jardín de niños, pero hacía que cada uno de los niños dijera gracias mientras los pasaba. “Siempre fui el pequeño oficial de policía”, comentó. “Primero pensamos que tenía un desorden obsesivo-compulsivo, porque siempre tenía que llevar conmigo un número par de autos Matchbox”.

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Con el tiempo, un psicólogo propuso que Schwaneke podía tener síndrome de Asperger y en ese momento todo – sus excentricidades, sus fijaciones, sus dificultades – comenzó a tener sentido. Tener un diagnóstico hizo la secundaria más dura y más fácil, mencionó. Fue una herramienta que le permitió trabajar con un coordinador de estudiantes con discapacidad para elegir a mano sus clases, pero seguía siendo excluido por sus compañeros por pequeños tics – cosas que él no sabía que hacía.

“Aunque los otros estudiantes eran un problema en la escuela secundaria – mis compañeros se burlaban de mí por ser diferente – yo por lo menos tenía el apoyo de mis padres y algunos buenos y comprensivos profesores”, comentó Schwaneke. “No sé qué hubiera pasado si no hubiera tenido eso.

Tal vez hubiera decidido que no me gustaba aprender o leer, y eso hubiera sido horrible”.

Fue en la escuela secundaria donde Schwaneke “se enamoró al instante” con la programación, después de tomar su primera clase de ciencia computacional.

“Ese fue el punto en el que decidí que programar era donde necesitaba terminar”, mencionó Schwaneke. Cuando comenzó su programa en DigiPen, por fin se sintió rodeado de gente con intereses y perspectivas similares.

“Por primera vez, sentía que estaba en un lugar donde entendía a otras personas, y ellos me entendían”, comentó Schwaneke. Ese sentimiento también aplica para su nuevo trabajo en Microsoft.

Por primera vez, sentía que estaba en un lugar donde entendía a otras personas, y ellos me entendían.

Ahora él se sienta en un grande y brillante espacio abierto. Un estante a su lado tiene algunas de sus figuras de anime favoritas, y en la esquina de su escritorio hay un jardín de brillantes formas de origami hechas con notas de papel con pegamento – para ser exactos, se trata de poliedros – que a su lado tiene una nota escrita a mano que dice: “¿Quieres una? ¡Puedo hacer una para ti o enseñarte a hacerla! ¡Sólo pregúntame!”

“Debido a este trabajo, fui de casi volver a vivir con mis padres a ver hacia el futuro y pensar, ‘Ok, en un año o dos tal vez pueda dar el pago para una casa’. Ese es un cambio radical. Mi cerebro todavía trata de procesar todo esto”, mencionó Schwaneke, mientras veía sus nuevos descubrimientos en Studio X de Microsoft.

Johnson, con un parecido a Seth Rogen y con un estante lleno de acertijos hechos de madera fuera de la puerta de su oficina rio. “Yo creo que sí”.

“Lo divertido es que”, continuó Schwaneke, “la entrevista que tuve con Zach fue probablemente la entrevista más exitosa que tuve en el año y medio en el que busqué trabajo”.

Johnson consideró esto. “Tal vez fue un balance de tu comodidad y mi comodidad”.

Él continúa. “Había muchos individuos talentosos en el programa, entre ellos Kyle, que lo ha seguido demostrando en su trabajo. Me duele pensar que hay personas que tienen ese tipo de habilidades para codificar pero que no las utilizan porque no se adecúan al proceso estándar de entrevista o porque tal vez la llamada telefónica fue incómoda. Kyle estuvo quieto por más de un año, y en lugar de eso pudo haber estado aquí para ayudarnos a llevar Cortana a cada usuario de Xbox en el mundo”.

En una brillante mañana de viernes en otoño en los cuarteles de Microsoft en Redmond, Washington – de esas en las que sólo las lámparas de la calle y las hojas de color intenso son visibles a través de la niebla – 12 ansiosos y jóvenes científicos computacionales han reducido a moronas el contenido de una gran caja rosada de donas.

Era la última mañana de otoño del proceso de entrevista para candidatos con autismo, pero para los que no lo sabían, parecía cualquier otra reunión de empleados en el campus – las laptops abiertas, las bebidas con cafeína, las sudaderas con capucha y las camisetas de Star Wars, la charla sobre noticias y cultura pop. Un hombre con una cola de caballo se sentó a un lado, con audífonos y trabajando, mientras otros caminaban el perímetro de la habitación mientras él hablaba, lo que después explicó era la mejor manera para concentrarse – mientras caminaba.

Después de construir aplicaciones o trabajar en grupos para hacer robots con piezas de Lego, o presentar un proyecto de trabajo a los gerentes de contrataciones de toda la empresa, el proceso de entrevista de dos semanas estaba por culminar en una sesión de preguntas y respuestas con un panel de pioneros – los primeros cinco empleados contratados a través del programa piloto de autismo de Microsoft tres meses antes.

En ocasiones, Kyle Schwaneke mantiene sus manos ocupadas con notas de colores de papel con pegamento que dobla para crear intrincadas formas de origami.
En ocasiones, Kyle Schwaneke mantiene sus manos ocupadas con notas de colores de papel con pegamento que dobla para crear intrincadas formas de origami.

Aunque sólo han pasado alrededor de 90 días desde que Schwaneke y sus nuevos compañeros que fueron contratados estaban del otro lado de la proverbial mesa, ya han comenzado a pagar de vuelta al compartir sus experiencias y consejos con el grupo. Los flamantes mentores proyectaron confianza y simplicidad conforme describían sus labores diarias y a sus equipos; contestaron preguntas sobre temas que iban desde beneficios de la empresa a la clave de la biblioteca de Microsoft; y repartieron motivación.

“Muchos de ustedes van a estar nerviosos su primer semana o mes”, comentó Schwaneke. “No me da pena hacer preguntas a mis compañeros de trabajo y eso es lo que deben hacer. Deben hacer preguntas, la gente debe hacerles preguntas, se deben involucrar. Este es un lugar que ofrece mucho apoyo”.

Junto con la motivación, él ofreció algunos consejos muy prácticos dirigidos para los candidatos de otras ciudades.

“Esperen cortes de energía por lo menos una vez cada otoño si viven cerca de árboles. Hay mucho viento. También tenemos mucho sol durante el verano”, comentó Schwaneke. Y continuó con una sonrisa irónica, “Pero no le digan a nadie – ese es un secreto. Aquí llueve todo el tiempo. Sólo llueve. Eso es todo lo que pasa”.

Esto provocó risas en la habitación.

Unas sillas atrás estaba Katie Hart, contratada al mismo tiempo que Schwaneke, que comentó a los candidatos que estuvo sin trabajo por 10 meses antes de recibir la oportunidad de una entrevista en Microsoft. Ella comentó que le gustó la manera en la que la entrevista extendida le ayudó a mostrarse y que ama su nueva posición en Servicio al Cliente y Soporte. Durante su primer mes en el trabajo, Hart trabajó con un equipo formado por gente de toda la empresa durante el hackathon anual de verano de una semana de duración para crear Neuroversity, un juego que ayuda a la gente con autismo a desarrollar habilidades de carrera.

Cody Takayoshi, otra contratación de la primera ronda del programa piloto, elogió la camaradería de su nuevo equipo de gente de pruebas de red de Xbox Live. “Hay muchas batallas con Nerf, así que prepárense”, sentenció.

Takayoshi también mencionó la importancia de ser paciente durante las primeras semanas en Microsoft. “De primera impresión, no tener mucho trabajo por hacer me daba mucho pánico. Estaba sentado y leía y estudiaba todo el día y pensaba, ‘¿Cuándo se darán cuenta de esto y me despedirán?’ Aunque haya dificultades, hay mucho apoyo. Demasiado apoyo todo el tiempo”, comentó mientras veía a su coach de empleo Blake Konrady con una mueca traviesa.

Konrady, de pie al fondo de la habitación, sonrió y agitó su cabeza mientras Schwaneke aclaraba de inmediato para aquellos en la habitación que tal vez no entendieron el sarcasmo directo de Takayoshi: “Si hay problemas, sólo tienen que saber que hay un red ahí. No irán a ciegas. Si la necesitan, ahí está. Si no la necesitan, no es intrusiva”.

Takayoshi, de 22, explicó más adelante que desarrolló su sentido del humor como una manera de sobrellevar sus partes incómodas.

“El humor siempre ha sido parte de mí, en especial tan pronto como comencé a aprender más bromas simples”, comentó. “Aligera la tensión en la habitación si todo mundo se ríe. Rompe el hielo. Agrega bromas a todo y tendrás un estofado listo.

Él escucha un podcast de Ricky Gervais mientras maneja hacia y de Microsoft, y no es difícil imaginar que la charla simple y simpática de Takayoshi sea un poco como platicar con el irreverente comediante inglés. Hace poco, él se tomó un tiempo libre de sus clases de programación cuando su padre le comentó sobre el programa piloto de Microsoft. Él pensó, “¿Qué es lo peor que ellos podrían hacer, contratarme?”

“Me di cuenta que debía salir de mi zona de confort, porque nada que pueda cambiar tu vida sucede en el sótano de tus padres”, comentó Takayoshi.

Takayoshi comentó que le preocupaba que la entrevista extendida se sintiera como “un campamento para autistas” pero se sorprendió, tanto por el proceso de entrevista y cuando se le ofreció un gran trabajo en el equipo del que muy pronto se enamoró. Ellos incluso comen y juegan futbol de mesa juntos en el almuerzo.

“Sólo me tomó unos cuantos días integrarme. Fue bastante fácil”, mencionó.

Fuera de bromas, Takayoshi y algunos de los otros nuevos empleados comentan que agradecen el profundo nivel de apoyo y paciencia ofrecido durante el proceso, ya sea de sus nuevos equipos y gerentes o de Konrady, que ayuda a los nuevos empleados con autismo dentro y fuera del trabajo.

“Soy una especie de coach de vida”, comentó Konrady, y es cierto. Él trabaja con PROVAIL, socio de Microsoft, y su rol incluye ayudar a dar apoyo a los candidatos y nuevos empleados a través de todo tipo de situaciones. Aparte de la logística, él también brinda apoyo moral y consejos de todo, desde balance entre el trabajo y la vida personal a ergonomía a apariencia profesional en el ambiente corporativo.

Después de trabajar con Schwaneke y otros nuevos empleados en las primeras dos rondas del programa piloto de contratación, Konrady comentó que tiene un nuevo respeto por las empresas que se toman el tiempo de en verdad conocer a los candidatos a un trabajo antes de tomar una decisión.

“Tenemos individuos con talento que han estado escondidos, que no han sido capaces de encontrar sus voces o mostrar de lo que son capaces. Estos individuos han comenzado a romper los estereotipos de lo que significa ser autista”, mencionó Konrady. “Esto muestra que una de las empresas más influyentes en el mundo lo toma en serio – dice que esto es algo de lo que nuestra sociedad debería estar consciente”.

Microsoft tiene más ofertas de trabajo abiertas y de manera activa, recluta candidatos con autismo para que se unan a los nuevos 11 empleados contratados durante los primeros ocho meses del programa piloto.

“Por diseño, comenzamos con algo pequeño para poder aprender y hacer ajustes mientras avanzábamos”, comentó Smith. “Queremos ser prudentes en todo lo que hacemos – asegurarnos de que es una gran experiencia para los candidatos, los nuevos empleados, y los equipos y gerentes en Microsoft. También queremos seguir con la expansión de nuestras asociaciones dentro y fuera de Microsoft, todo esto mientras nos mantenemos enfocados también en el beneficio del negocio”.

¿Los beneficios para el negocio que ella tiene en mente? Diversificar la fuerza laboral de la empresa, que en retorno ayudará a la compañía a ganar un alcance más amplio.

“Nuestros esfuerzos van más allá del autismo”, comentó Smith. “Nos apasiona contratar individuos de todas las discapacidades y creemos que con ellos, podemos crear, soportar y construir grandes productos y servicios. Nuestros clientes son diversos y necesitamos serlo también”.

Smith y Lay-Flurry comentaron que es tarea de todos ayudar a crear y correr el nuevo programa piloto. Además del invaluable soporte interno, Microsoft se apoyó en dos socios externos, PROVAIL y Specialisterne, ambos con experiencia en ayudar a las empresas a contratar, entrenar y dar apoyo a empleados con neurodiversidad (un término que muchos utilizan ahora para describir a la gente que difiere de la norma cognitiva, incluidos aquellos con autismo).

Specialisterne ayudó a conectar a Lay-Flurrie con otras empresas que tienen programas de empleo para autistas para recibir consejos, negocios como HP, Capitol One y SAP. Aunque Microsoft y SAP son a nivel técnico competidores, Jose Velasco, la cabeza del programa Autismo Trabajando en SAP, estuvo contento por ayudar.

“Como todas las empresas grandes, SAP y Microsoft compiten en algunas áreas y nos asociamos en muchas otras”, comentó Velasco. “Es una gran oportunidad para que nosotros cooperemos”.

Poca gente entiende mejor que Thorkil Sonne, las ventajas de contratar gente que piensa de manera diferente. A finales de 2013, Sonne fundó Specialisterne (que significa “especialistas” en danés) después de ser deslumbrada por las inesperadas habilidades intelectuales de su hijo Lars, que tiene autismo. Sonne tenía la noción de que con un poco de soporte y guía extras, mucha gente con autismo – como su hijo – no sólo podrían tener un trabajo de tiempo completo, también podrían utilizar sus particulares talentes como una ventaja competitiva.

Microsoft aprovechó la experiencia de Sonne de trabajar con otras empresas para que le ayudara a dar forma a su propio programa piloto para contratar gente con autismo. Sonne comentó que es notable ver a una gran empresa global de tecnología tan dedicada en perseguir la neurodiversidad; él espera que otras empresas sigan estos pasos.

Por diseño, comenzamos con algo pequeño para poder aprender y hacer ajustes mientras avanzábamos”, comentó Smith. “Queremos ser prudentes en todo lo que hacemos – asegurarnos de que es una gran experiencia para los candidatos, los nuevos empleados, y los equipos y gerentes en Microsoft.

“Creo que en verdad hemos comenzado a mover la aguja”, comentó Sonne. “Expandimos el mensaje de que lo diferente puede ser bueno – lo diferente es importante. Uno tiene que empezar a ver a la creciente población de gente que tiene una discapacidad o desorden como el potencial siguiente recurso para ideas diferentes e innovadoras que puedan ayudarte a ser más innovador. Pienso que en Microsoft lo han entendido. Ellos están acostumbrados a la gente que es innovadora y tiene un alto desempeño, pero que no son súper estrellas”.

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Además de ensanchar la puerta principal de la empresa para los potenciales talentos, el programa piloto ofrece a los nuevos empleados un proceso de adaptación más inmersivo, para asegurarse que se sienten apoyados en su nueva aventura a través de un amplio círculo de servicios y soporte.

Uno de esos servicios es una sesión de entrenamiento para ayudar a los equipos y gerentes de los nuevos empleados que están por entrar para que tengan un mejor entendimiento del autismo. Para Schwaneke y Johnson, su nuevo gerente, esto “se convirtió en uno de los pocos momentos incómodos que hemos tenido”, comentó Johnson.

“Tuvimos que decidir si presentábamos o no a Kyle al equipo diciendo que venía del programa piloto de autismo”, mencionó Johnson. “Mi principal preocupación es que iba a poner a todos con ideas y expectativas específicas. Kyle dijo que a él no le importaba que la gente lo supiera, pero que no quería que eso cambiara la dinámica”.

El entrenamiento cubre las metas del programa piloto y brinda un pequeño manual básico sobre autismo, un grupo de complejos desordenes cognitivos que son llamados por lo general un “espectro”. Comparte algunas fortalezas generalizadas de la gente dentro del espectro del autismo (concentración, honestidad, habilidad para reconocer patrones, atención al detalle), así como retos comunes (poca confianza en sí mismos, poca comunicación y pocas habilidades sociales).

Johnson y Schwaneke decidieron mencionar el programa piloto la primera vez que Schwaneke se unió al equipo, pero no se ha vuelto a nombrar desde entonces.

“Yo estoy aquí para trabajar, como cualquiera”, comentó Schwaneke. “Yo sólo quiero ser tratado como cualquier otra persona cuando sea posible”.

A Smith y Lay-Flurrie les encanta escuchar esto de uno de los nuevos empleados de Microsoft. Atraer, reclutar y retener un grupo diverso de empleados talentosos ayudará al final a la empresa a servir mejor a su diverso rango de clientes.

“En verdad ilustra el por qué elegimos tener un programa como este”, comentó Lay-Flurrie. “Se trata de dar a todos la oportunidad de ser exitosos aquí en Microsoft, lo que nos hará más fuertes”.

Si están interesados en aplicar al Programa de Contratación de Personas con Autismo de Microsoft, por favor envíen sus currículums a [email protected].

 

Fotos por Brian Smale y Scott Eklund / © Microsoft