La inteligencia artificial eclipsa la nube y los proyectos móviles para triunfar en el Hackathon 2017 de Microsoft

Lo que inició en el 2014 como un experimento para promover la participación de los empleados se ha convertido en una tradición estratégica que ha ayudado a Microsoft a establecerse a la vanguardia de la innovación. Y este año, el jugador más popular del Hackathon de Microsoft  fue la inteligencia artificial.

Los organizadores comentan que el evento de una semana, el cual se ha convertido en el hackathon privado más grande del mundo con más de 18 mil participantes, proporciona a la compañía información valiosa sobre los intereses y tendencias emergentes. Los proyectos son representativos de lo que ocurre tanto de manera interna como dentro de la industria como un todo. El evento ha llegado a presentar ideas audaces, muchas de las cuales se han comercializado como parte de los productos de la compañía, e incluso ha dado lugar a servicios completamente nuevos.

Por ejemplo: El jurado del Hackathon está tan emocionado con el proyecto ganador de este año, elegido hace unos días, que todavía no desea hablar de manera pública sobre él.

“El proyecto ganador representa un uso interesante y práctico de la inteligencia artificial, y estamos seguros de que les encantará a los clientes”, dice Jeff Ramos, quién dirige Microsoft Garage, el equipo que organiza el Hackathon. “Es tan interesante que hemos decidido ser discretos respecto a la cantidad de información que deseamos compartir”.

En general, el grupo de hackers de este año mostró lo rápido que la inteligencia artificial se convierte en la manera de entregar una nueva generación de servicios tecnológicos, con proyectos que abarcan desde sillas de ruedas que se manejan solas hasta la predicción de los tiempos de las señales de tráfico.

Hace tres años, un pequeño grupo de altos ejecutivos de Microsoft, incluido el CEO Satya Nadella, contemplaba la manera de lograr que el enfoque de la compañía se centrara más en el personal que en la alta administración, es decir, crear un ambiente que exhortará a los empleados a innovar y liderar más. Nadella con frecuencia describe las ambiciones culturales de Microsoft como una “mentalidad de crecimiento”.

Así es como aterrizaron la idea de organizar un hackathon, un tipo de evento que había adquirido popularidad en años recientes. Los participantes dejan sus tareas habituales atrás y se comprometen con una fecha de entrega ajustada —una semana, en el caso de Microsoft— para integrarse a un equipo y llevar un proyecto desde la idea hasta el prototipo.

“Al principio, el Hackathon era en realidad un experimento cuya intención era brindar a nuestros empleados la oportunidad de compartir sus ideas y pasiones”, dice Ramos. “Queríamos transmitir el mensaje de que nos tomábamos muy en serio ese cambio cultural. Para ser franco, ni siquiera estábamos seguros de que la gente participaría. Pero tuvimos 11,550 personas ese primer año. Y así nos dimos cuenta de que habíamos iniciado algo importante”.

Este año se registraron 18,304 personas, quienes empezaron 4,760 proyectos.

“El Hackathon es una gran oportunidad para todos nuestros empleados, sin importar su puesto ni antigüedad en Microsoft, de experimentar con tecnologías nuevas y difundir sus proyectos en un ambiente muy seguro donde no importa que te equivoques”, dice Susie Kandzor, una de las gerentes del programa y directora del equipo del evento para el Hackathon. “Así es como aprendes y al final, triunfas”.

Conforme el Hackathon adquiere madurez, se alinea mejor con las prioridades de la compañía. Cada vicepresidente ejecutivo ahora presenta un reto en un área prioritaria del evento. Los ejecutivos entonces adoptan un gran interés en esos proyectos, lo que impulsa su prominencia.

Los tres retos que contaron con la mayor participación este año fueron el del Presidente y Principal Asesor Legal, Brad Smith, el cual consistía en demostrar maneras nuevas en que el talento y la tecnología de Microsoft podrían ayudar a resolver algunos de los problemas sociales más graves del mundo; el del Vicepresidente Ejecutivo de IA e Investigación, Harry Shum, el cual exhortaba a desarrollar soluciones que incorporaran IA en los productos y servicios de Microsoft, y el del Vicepresidente Ejecutivo del Grupo de Productos Office, Rajesh Jha, el cual solicitaba proyectos que mostraran cómo los productos y servicios de Microsoft pueden funcionar juntos de forma óptima en escenarios end-to-end del cliente.

La mayor cantidad de proyectos —2,268, o 48%— se enfocaron en la IA. Eso representa un aumento a partir de los 1,355, o 35%, relacionados con la IA presentados el año pasado, cuando la nube era el tema más popular, y de sólo 911, o 27%, del año anterior, cuando las aplicaciones móviles causaban furor.

“Eso demuestra cómo los empleados colaboran en todas las divisiones para infundir innovación en el dominio de la IA”, dijo Rolly Seth, una de las gerentes del programa y líder del reto de robótica en el Hackathon. “La IA ofrece la oportunidad de lograr que las interacciones entre las máquinas y los humanos sean más personales y motiva a los empleados a integrar la IA como la parte central de sus proyectos para el Hackathon.

“La tecnología está dando alcance a la imaginación de las personas”, agregó Seth. “Las cosas tan asombrosas que se pueden crear con la IA resultan atractivas para la gente”.

Este fue el primer Hackathon de los cinco miembros del equipo ganador de este año.

“Antes sentía que no tenía tiempo para participar, ya que tenemos proyectos que entregar y ese no era uno de ellos”, dijo Victor Bahl, un científico distinguido que dirige al equipo de investigación de movilidad y redes y que de manera reciente atrajo la atención por modernizar las redes del centro de datos Azure. “Pero ahora me arrepiento de no haber participado antes en el Hackathon. Es una gran oportunidad de hacer que las cosas sucedan”.

El Hackathon puede impulsar de manera importante la carrera profesional de los empleados, pues les brinda la oportunidad de presentar sus ideas y trabajos a Nadella y a otros altos ejecutivos, dijo Bahl.

“La cultura de la compañía ha cambiado en los últimos años, y cada año siento que es más legítimo y valioso participar en el Hackaton”, agregó Matthai Philipose, integrante de uno de los equipos.

Philipose y Lenin Sivalingam, quienes ambos trabajan para Bahl y se sientan juntos, habían hablado en meses recientes sobre varias ideas que terminaron por ser su proyecto, pero el Hackathon fue lo que creó el ambiente apropiado para la combinación ganadora, comentaron.

“El Hackathon era la tarea más intensa, literalmente una fecha de entrega para nosotros”, dijo Sivalingam. También era un entorno amigable que ayudó a desatar la creatividad del grupo, agregó Philipose. Los parámetros de la competencia ayudaron a concretar el proyecto, concluyó Bahl.

Sivalingam formó un equipo de cinco personas de distintas edades: desde 25 hasta 52. Cuatro cuentan con doctorado y el quinto es candidato a doctorado. Cada uno tiene una especialidad diferente: aplicaciones móviles, redes neurales profundas, nube, sistemas e interacción humano-computadora.

“Los proyectos como éste abarcan una amplia variedad de inquietudes e ideas”, dijo Yifan Wu, becario en el área de investigación. “Al principio pensaba que no era algo relevante para mi trabajo, pero al final resultó ser sumamente valioso. Se requirió mucho trabajo de investigación. Y convertir las ideas en conocimientos prácticos nos ayudó a aprender maneras nuevas de aplicar la tecnología”.

El proyecto sacó a los integrantes de su zona de confort, en especial debido a que está dirigido a los consumidores en lugar de los clientes empresariales, en quienes por lo general piensan cuando trabajan, dijo Peter Bodik, uno de los integrantes del equipo. El grupo también debía pensar de manera holística y contemplar no sólo la idea misma, sino también cómo presentarla y transmitir el mensaje apropiado, además de encontrar la mejor forma de distribuirla y reducir costos para hacerla viable a nivel comercial para los consumidores que se preocupan por el precio.

“Es un territorio nuevo y algo intimidante”, dijo Philipose.

Su proyecto fue elegido el ganador debido a su aplicación de tecnologías emergentes y su enorme impacto potencial en los negocios nuevos, dijo el jurado.

En una industria que cambia con tanta rapidez, las ideas del Hackathon se han convertido en indicadores valiosos que muestran lo más “atractivo e interesante” para la gente, dijo Kandzor. Y eso destaca el cambio cultural hacia una mentalidad de crecimiento acelerado.

“Nuestro objetivo es que la gente no piense en el Hackathon como un evento que realizamos durante una semana cada año, sino como una nueva forma de trabajar”, dijo Ramos. “Se trata de tener pasión, de resolver un problema, de presentarle a los clientes oportunidades nuevas a través de tus ideas, de formar un equipo de gente diversa con perspectivas diferentes, de crear algo que le encante a tus clientes —es así como queremos que opere nuestra compañía las 52 semanas del año—“.

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