La participación temprana de la comunidad ha “significado mucho” en Atlanta, ya que Microsoft planea expandir su presencia
Como presidente de la junta directiva de la organización de voluntarios 100 Black Men of Atlanta, Kevin Gooch tiene la misión personal de retribuir. Su abuela, una cuidadora soltera, trabajó turnos triples en los que lavaba ropa y trapeaba restaurantes, lo que le enseñó sobre resiliencia. Los mentores, que lo ayudaron a navegar por la universidad, la facultad de derecho y el trabajo, ampliaron su camino. Gooch, que ahora es uno de los mejores abogados de servicios financieros de Atlanta, enriquece a los jóvenes con oportunidades educativas y profesionales.
Su misión es la razón por la que está entusiasmado con la compra de 90 acres por parte de Microsoft en Atlanta, de los cuales, el 25% estará dedicado a viviendas asequibles y otras iniciativas comunitarias clave. La empresa también planea establecer su primer región de centro de datos en Georgia. Utiliza un enfoque, donde la comunidad es primero, para escuchar a los líderes locales respecto a sus objetivos para la vivienda, la inversión en educación STEM y el desarrollo de una cartera de talento con las escuelas públicas locales, colegios y universidad afroamericanos a nivel histórico (HBCU, por sus siglas en inglés) y otras instituciones académicas.
“Esto transformará a Atlanta”, comentó Gooch, socio del bufete de abogados Holland & Knight. “Atlanta estará bien posicionada en los próximos 10 a 15 años para ser un gigante tecnológico en Estados Unidos. Es algo enorme”.
Entre destacados defensores de la comunidad como Gooch, la reacción de la nueva inversión de Microsoft en la capital del sur va desde el optimismo a la prudencia, ya que muchos esperan conocer más. Hace unos días, la empresa anunció de manera formal sus planes para expandirse en uno de los vecindarios con mayores dificultades económicas de Atlanta, todo mientras trabaja en estrecha colaboración con los líderes comunitarios para hacer frente a las preocupaciones sobre gentrificación, desigualdad de ingresos y justicia social.
“La tecnología es el gran ecualizador”, comentó Gooch, cuya organización, 100 Black Men of Atlanta, ofrece tutoría, capacitación STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), robótica, asistencia para la matrícula post secundaria y programas de preparación profesional para jóvenes desatendidos.
“Entiendo el coraje, la fuerza, la resiliencia de las personas que crecieron como yo. Mi objetivo es conectar ese coraje con las oportunidades, porque cuando las unes, es una combinación imparable”, mencionó.
La expansión está planeada para Quarry Yards, una antigua zona industrial cerca del vecindario Grove Park, en el lado oeste de Atlanta. La comunidad, en su mayoría compuesta por personas de raza afroamericana, tiene calles anchas y arboladas, y búngalos centenarios, así como escuelas en dificultades, aceras rotas y una carretera de carga que, de manera notoria, es peligrosa para los peatones. En la actualidad, es un desierto alimenticio sin tienda de abarrotes, farmacia o banco.
Los desarrolladores e inversores que miran al histórico vecindario han elevado los precios de las viviendas y los impuestos a la propiedad, lo que ha comenzado a expulsar a muchos residentes heredados.
Debra Edelson, directora ejecutiva de Grove Park Foundation, tiene la esperanza de que Microsoft ayude a brindar las viviendas que el vecindario necesita para frenar la gentrificación. Como experta en viviendas asequibles, ella sabe que el problema es complejo.
“Tengo un millón de preguntas, porque sé qué tan difícil es entregar una unidad que sea en verdad asequible de manera permanente a un precio que la gente pueda pagar”, comentó Edelson sobre el vecindario.
Para estabilizar y revitalizar la alguna vez vibrante comunidad, su organización construye 110 unidades de apartamentos de ingresos mixtos, 80% de los cuales son asequibles del 50% al 60% del ingreso medio del área. Desarrolla un plan para una “calle principal” transitable de pequeñas empresas y rehabilita un cine histórico. Y recaudó dinero con otras partes interesadas para construir una nueva escuela pública autónoma, conectada a una clínica de salud, un centro preescolar y un centro de aprendizaje temprano muy necesarios.
“La comunidad busca una inversión a largo plazo en equidad y oportunidades para los residentes de Grove Park”, comentó Edelson sobre la presencia de Microsoft. “Los residentes quieren estabilizar sus hogares, crear empleos con salarios dignos y viviendas de alta calidad en una variedad de niveles de ingresos, revivir su “calle principal” e invertir en la línea de educación del vecindario”.
Dustin Hills, miembro del Concejo Municipal de Atlanta, cuyo distrito incluye a Quarry Yards y Grove Park, comenta que tiene una “emoción con cautela” respecto al anuncio. Hills, un ex enfermero de la unidad de cuidados intensivos, ha trabajado para mejorar el área, desde instalar cruces peatonales después de la muerte de peatones, a desarrollar un plan para exigir un cierto porcentaje de viviendas asequibles para desarrolladores en el Westside.
Se siente alentado por las discusiones de la comunidad con la empresa, incluida una reunión en 2020 con Brad Smith, presidente de Microsoft, y líderes gubernamentales, comunitarios y académicos clave.
“Eso significó mucho para mí y para los residentes, que la empresa se involucre con la comunidad y envíe al jefe a Atlanta para reunirse con las partes interesadas”, mencionó Hills.
Le da la bienvenida a la perspectiva de nuevos empleos en su distrito y a una tienda de comestibles en Grove Park, y quiere saber más.
“Sé que el vecindario y yo estamos a la espera de más detalles concretos antes de emocionarnos demasiado”, comentó.
Las primeras reuniones comunitarias también han recorrido un largo camino para Gail y John Mapp Jr., una pareja casada de 40 años con profundas raíces en el Westside. Los Mapp, que se conocieron en Georgia Tech en los años 70, recuerdan cuando Grove Park estaba lleno de familias jóvenes y tiendas familiares: la madre de Gail tenía una popular tienda de cerámica para pintar y el padre de John tenía un negocio de construcción que ahora John posee.
Con los años, la pareja vio cerrar a las tiendas, que las personas mayores se vieran afectadas y que los jóvenes se mudaran y no regresaran. Han visto a desarrolladores externos ir y venir con promesas vacías y poco respeto. Aprecian que Microsoft se acerque.
“La comunidad busca una asociación que sea real”, comentó Gail, animada por la voluntad de la empresa por escucharlos. “Si todo se hace bien, creo que mejorará a la comunidad”.
Nacida y criada en la comunidad, la pareja ha trabajado durante mucho tiempo para reconstruir la energía en el Westside, a través de su organización de defensa Northwest Business Association. Están llenos de ideas sobre cómo ayudar a los emprendedores, empresas propiedad de minorías y trabajadores de la construcción, en especial con el ecosistema económico que traerá Microsoft.
“Esta podría ser la joya de la corona para Grove Park”, comentó John.
En toda la ciudad, Microsoft eligió Atlanta como su primera ciudad estadounidense para una iniciativa global para cerrar la brecha de habilidades digitales, una señal temprana de que la empresa invierte en la ciudad por las “razones correctas”, comentó Nicole Armstrong, CEO de TechBridge.
La inversión incluye una asociación con TechBridge, una organización no lucrativa con sede en Atlanta que brinda a los estudiantes entrenamiento gratuito de 16 semanas en habilidades digitales, certificaciones de empleos de alta demanda y asesores de carrera. Con Goodwill of North Georgia, la organización también brinda administración integral de casos para ayudar a los estudiantes a lidiar con desalojos, inseguridad alimentaria, casos de justicia legal y otros desafíos. Microsoft proporcionó laptops, planes de estudio y financiamiento para instructores y mentores.
“El acceso a recursos y materiales nos ayuda a cumplir el sueño de brindar un camino muy claro hacia un trabajo de salario medio para nuestros estudiantes vulnerables, desatendidos y subrepresentados”, comentó Armstrong.
Ella entiende las preocupaciones sobre la gentrificación en el Westside, donde muchos de sus estudiantes viven, y no está segura de cómo se desarrollará con exactitud.
“Pero lo que sé es que Microsoft ha mantenido su palabra conmigo”, comentó Armstrong. “He estado en el espacio tecnológico por más de 25 años. Muchas empresas grandes me han dicho, ‘Oye, haremos esto por ti’, y no cumplen. Microsoft sí lo hizo”.
Para Billy Anders, vicepresidente corporativo para Azure en Microsoft, la expansión en Atlanta será un reconocimiento al talento en ingeniería que ya existe en el área, y una oportunidad para diversificar el talento en tecnología.
Él y su equipo han sido fundamentales para la expansión, desde que hace años notaron que muchos de sus ingenieros venían de Atlanta. Apoyaron la tendencia con espacio de trabajo local, más reclutamiento y trabajo preliminar para Atlantic Yards, una nueva instalación que se abrirá a mediados de 2021 en West Midtown para apoyar a hasta 1,500 empleados.
Al mismo tiempo, Anders comenta que a menudo, él es el único ingeniero de raza negra en la habitación, incluso después de 22 años en Microsoft y mientras lidera una división global de 1,200 empleados. Por mucho tiempo ha abogado para remediar este hecho.
Es un defensor de un mayor alcance de las HBCU de Atlanta, incluidos Spelman College, Morehouse College y Clark Atlanta University, escuelas más pequeñas que, de manera tradicional, no están en el radar de contratación de la empresa.
“Nuestros empleados de Microsoft en Atlanta deben ser un reflejo de la comunidad de Atlanta”, comentó Anders, él mismo graduado de una HBCU, la Universidad del Sur en Baton Rouge, Luisiana. “Quiero crear un entorno de impulso, donde los afroamericanos y todas las personas, en particular las minorías y mujeres subrepresentadas, que vienen a Microsoft, que ingresan a la tecnología, puedan hacer su mejor trabajo, crezcan y reciban un apoyo total. Y no ser la única persona que se parezca a ellos en la habitación”.
Ampliar la lente de contratación no es solo lo correcto, señala; lleva a empleados con perspectivas diversas que mejoran la empresa.
Caso en cuestión: Cornelius Parker, un entusiasta empleado y el primer ingeniero contratado por Microsoft en Atlanta hace dos años.
Parker creció a las afueras de la ciudad, cerca del aeropuerto, y tomó un camino sinuoso en la vida, en la que trató de convertirse en jugador profesional de futbol, dejó la universidad para unirse a la Marina y luego terminó su carrera en sistemas de información. Luego se unió a la Reserva de la Fuerza Aérea y obtuvo empleo como “perro de cable”, para instalar equipos de fibra óptica. Subió la escalera corporativa y consiguió un MBA los fines de semana. Una noche, recibió una llamada de Microsoft que cambió su trayectoria.
“En muchos sentidos, mi camino hacia Microsoft no fue tradicional, por lo que soy un gran defensor de los procesos de contratación no tradicionales”, comentó Parker, ingeniero de Azure y jefe de sitio de la oficina de Midtown de la empresa. “No todo el mundo va a ir a una Universidad de ingeniería de primer nivel”.
Cuando visitó Quarry Yards, el nombre no le sonaba, pero de inmediato reconoció la ubicación. Su madre había administrado ahí un gran complejo de apartamentos ahora demolido, donde Parker solía cortar el césped cuando era adolescente con su grupo de jardinería.
“Para mí, ser un líder de sitio en Microsoft, y ahora que invirtamos en un área donde solía cortar el césped, me sentí lleno de orgullo y alegría”, comentó. “Siempre quise retribuir a la comunidad, y este es un faro de esperanza y oportunidad para una comunidad que ha sido pasada por alto durante mucho tiempo”.
Parker está encantado de ser parte de la construcción de relaciones con escuelas, de la creación de oportunidades laborales para otros y en la consolidación de Atlanta como un centro tecnológico. Él quiere servir a su comunidad, donde ama la diversidad cultural, la historia, la energía y la hospitalidad sureña.
“Pedimos a la comunidad ser parte de esta jornada para transformar generaciones”, comentó. “Eso es lo más emocionante para mí”.
Imagen principal: Kevin Gooch (Foto por DV Photo Video)